Me encuentro en una curiosa contradicción, siendo ella por demás soportable, a la cual es difícil sustraerse y por ende no tengo más remedio que terciar a mi manera de una polémica, que me parece innecesaria y agotadora, solo entendible, dado los conceptos, expresiones, utilizados en algunos casos como parte de los siempre viejos errores que una parte de la izquierda comete, transformar el debate en una diatriba a la hora de calificar, de descalificar, a quienes hacemos militancia en ella, lo hago porque, en esta oportunidad he asumido una postura, ante el próximo proceso eleccionario, de diputados a la Asamblea Nacional.
Sin, la justificación de la cita, con Ali Primera, me permito señalar que: “No tengo vocación de héroe, pero como tampoco tengo vocación de desertor” he preferido siempre arriesgarme, es decir actuar, cuando se ha tratado de defender opiniones, jamás he tenido temor de quedar solo, pero he asumido retos; ahora bien, como soy poco dado, a que mis opiniones, sean utilizadas o malinterpretadas, he sido cuidadoso tanto con el lenguaje, como el canal para hacerlas conocer.
Quiero hacer algunas matizaciones de mi posición de la siguiente manera: en principio, ni salto, ni saltare jamás talanqueras, estoy, estaré en la misma posición y con las mismas ideas que durante mi vida política he profesado, es decir, no me identifico ni con posturas de centro, ni de centroizquierda, por supuesto mucho menos con posiciones de derecha, soy y seré lo que siempre he sido un militante de la izquierda, por cierto no soy militante del PSUV, tampoco del PPT, tampoco me ubico entre los independientes, ratifico mi militancia en la izquierda.
Ahora bien, como hace mucho tiempo, decidí, asumí que el debate político, que la acción política no puede ser secuestrada con el pretexto de que las posiciones criticas hay que diferirlas, por que le hacemos daño al partido, o que las posiciones criticas en nuestros días le hacen daño al Gobierno y al proceso revolucionario que en Venezuela se vive y favorecemos a la derecha y sus aspiraciones de volver a gobernar y dado que creyente de la diversidad revolucionaria como alternativa, concluyo que cada uno tiene que asumir sus responsabilidades, en mi caso es lo que he hecho siempre.
Sin duda que si el análisis ante los errores, de los partidos de izquierda, de personeros del gobierno nacional, de sus diputados, permite a la derecha sacar provecho, en todo caso la responsabilidad no es de quien haga el análisis o de quien asuma una determinada posición, menos aún si ella no compromete al partido de gobierno, el compromiso intelectual así como prescinde de razones de oportunidad, igual lo hace de cálculos de resultado.
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