La situación se torna clara cada día. En los planes de Chávez no está dialogar con la disidencia. Insiste en calificar a esta mayoría de oligarca despreciando que más de 3 millones pertenecen a los sectores D y E.
Sus planes son otros, muy lejos de un comportamiento democrático que incluye el respeto a los resultados electorales y aceptar la derrota donde ella se produzca. Como ha hecho la disidencia al reconocer su escuálida mayoría fruto del ventajismo más descarado al usar todos los recursos del Estado a su favor sin importarle un bledo el juego democrático que determina una igualdad de oportunidades. De paso diremos que la disidencia está consciente que la lucha por elecciones libres lo irá logrando mediante el ejercicio del voto y no a través de la abstención y cuan do en su momento derrote a un régimen que se coloca al margen de la Carta Magna, que acentúa sus rasgos totalitarios y militaristas.
Al autócrata lo que le interesa es marchar en su visión "socialista del siglo XXI" que cada día se parece más al colapsado en el siglo XX y al cubano- Así reproduce casi al carbón: liquidar a la disidencia antes de las elecciones para la A N. Descabezarla en su liderazgo. Introducir elementos para que se pierda confianza en el voto al reducir a su mínima expresión las actuaciones exitosas de gobernadores y Alcaldes no chavistas y que se esmeran porque se respete la voluntad popular y ser útiles a sus comunidades.
Las tendencias hacia un centro de dirección única crecen. Respeto a la Constitución y a los resultados electorales: respeto a los derechos de los trabajadores, son banderas de combates que motivan a esa mayoría Organizarla y llevarla a las luchas es un imperativo del momento. Hay fuerzas políticas y sociales que unidas son capaces de derrotar esta escalada autoritaria. Analitica.com
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