Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 14 de abril de 2009

Razones venezolanas para el cambio / Natalia B. Sánchez A.(Socióloga)

Alguna teoría del cambio social afirma que una sociedad cambia cuando se juntan dos cosas: un conjunto de ideas con enganche en el sustrato socio-cultural de las personas o de la mayoría de ellas y un conjunto de personas creíbles y visibles que hagan creer al resto de la sociedad que son capaces de llevarlas a cabo si tienen poder. Es decir, hay que estar de acuerdo con la propuesta y a la vez hay que creer en quien la propone.

Creo que gran parte de las propuestas electorales en la Venezuela contemporánea ha resultado victoriosa por el apego afectivo a un personaje que nos habla en un idioma que entendemos, de un país que queremos tener y que nunca hemos tenido. Nunca, como ahora, el liderazgo ha sido tan individual y su éxito depende como nunca de lo que diga y no tanto de lo que haga. Lo digo porque fríamente, si uno calcula el nivel de bienestar del venezolano de hoy contra el de hace 10 años terminamos encontrando que en números es más o menos igual y en relación a estratos sectorizados vemos cómo mucha gente está más lejos de estar mejor porque se está haciendo todo lo contrario a lo que garantizaría la posibilidad de estar mejor.

Entonces, ¿cómo es que una masa tan mala de políticas inestables y polisémicas sigue teniendo adeptos? Es porque el desarrollo es para los venezolanos la cosa más efímera y discrecional posible. Es a la medida de las necesidades de cada quien. Yo no me meto sobre si el Gobierno es o no popular. Lo que sí es cierto es que en parte ese aspecto infantil y voluntarista de la propuesta de Gobierno no es mal vista por un grupo de venezolanos. Sin embargo, creo que somos ambivalentes y contradictorios. No creemos del todo en lo que se nos propone. Nos hacemos los locos sólo para conseguir trabajo o algún beneficio que va desde el pollo del Mercal hasta el pasaporte.

La única virtud del liderazgo del Presidente de la República es que se basó en causas ciertas. Los venezolanos tienen un millón de razones para ser chavistas, pero tienen más de un millón de razones para no serlo. Tienen más razones para querer un proyecto moderno de país muy diferente a éste, que quieren porque se cree que no hay más nada. La Verdad.com

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