Cristina cambia a Chávez para financiarse

 

El Gobierno dejó trascender en las últimas horas su enojo por la maniobra que realizó Hugo Chávez con los bonos argentinos, revelada por Clarín la semana pasada. Por eso ayer, según le afirmaron a este diario fuentes oficiales de Buenos Aires y de Caracas, el presidente de Venezuela reprendió a los bancos venezolanos que salieron a liquidar bonos argentinos y provocaron un temblor financiero en Buenos Aires. La reprimenda, según pudo saberse, fue acompañada de una orden para que, al igual que lo dispuesto en Buenos Aires, los banqueros de Caracas salieran a recomprar papeles argentinos. Fue lo que ayer permitió ayudar a la recuperación de precios.

 

Las idas y vueltas de Chávez en los últimos días mantienen a los saltos a los funcionarios del área financiera: por una ventanilla retiró los bonos argentinos que compró a cambio de US$ 1.000 millones -y por la que cobró una tasa del 15% anual-- y por la otra se los vendió a bancos que operan en Venezuela y que, también sin mucha demora, volvieron a venderlos en el mercado secundario para hacer una jugosa diferencia: la que surge de comprar bonos argentinos en dólares al tipo de cambio oficial de Venezuela y venderlos al tipo de cambio paralelo. Los bonos son comprados generalmente por venezolanos que utilizan el mecanismo para obtener dólares. Luego ellos también los venden porque quieren moneda dura y no papeles argentinos.

 

Es tan grande la ganancia que poco les importó a los bancos venezolanos (o al gobierno de Chávez, o a ambos si el negocio es conjunto) liquidar los papeles argentinos. Esa jugada tumbó más del 10% en dos días los precios de los papeles de la deuda, disparó el riesgo país e hizo sonar las alarmas.

 

El mecanismo reavivó las críticas de especialistas locales por la peligrosa dependencia de los dólares de Chávez. "No se puede confiar en alguien que genera semejante problema, deberían saberlo los funcionarios que se encargan de buscar financiamiento", fue la crítica que se escuchó en estos días. Por eso, el Gobierno dejaría de lado por un tiempo a Chávez y buscaría inversores a los que pueda controlar un poco mejor: primeras en la fila están las AFJP.  Gustavo Bazzan / El Clarin.com