Desde este blog, compartiremos los temas mas importantes, en esta era globalizada.
Republica del Zulia
Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, denunció este sábado que Rusia ha lanzado desde principios de septiembre más de 1.300 drones suicidas, cerca de 900 bombas aéreas guiadas y hasta 50 misiles contra el país, pese a afirmar en público que está dispuesto a buscar el fin de la guerra.
El mandatario dijo que anoche la infraestructura civil volvió a ser atacada por Rusia y que, en total, durante la primera semana de este mes, los rusos atacaron las regiones de Cherníguiv, Kharkov, Odessa, Kherson, Kiev, Zaporiyia, Dnipró, Kirovogrado, Jmelnitski, Zhitómir, Volinia, Ivano-Frankivsk, Rivne y Leópolis.
“Las explosiones resonaron prácticamente en todas las regiones de Ucrania”, sentenció.
“Rusia sigue prolongando esta guerra y busca convertir la diplomacia en una farsa absoluta. Y esto debe afrontarse con una respuesta unida: frente a los ataques y la destrucción, frente al desprecio por los esfuerzos diplomáticos y el diálogo civilizado”, sostuvo Zelensky.
Indicó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “tiene toda la razón” cuando afirma que se necesitan restricciones efectivas al comercio de petróleo y gas ruso para que la diplomacia vuelva a encarrilarse.
“Debemos reforzar la presión de las sanciones, aumentar el suministro de armas a Ucrania y garantizar que invasiones como esta no puedan repetirse en el futuro. Una paz duradera requiere garantías de seguridad reales y funcionales”, dijo sobre las negociaciones que mantiene con sus socios occidentales para un nuevo paquete de sanciones y el apoyo posterior a un alto el fuego para velar por su cumplimiento.
Ucrania derribó 68 de 91 drones suicidas lanzados por Rusia
Las defensas antiaéreas ucranianas derribaron en las últimas horas 68 drones de un total de 91 lanzados por Rusia sobre el país, según el parte diario de la Fuerza Aérea de Ucrania.
Según el boletín de este sábado, en la pasada noche Rusia atacó Ucrania con drones de ataque tipo Shahed y drones señuelo de distintos tipos desde territorio ruso.
La mayoría de los drones fueron derribados por la aviación, las tropas de misiles antiaéreos, las unidades de guerra electrónica y sistemas no tripulados, así como por los grupos móviles de fuego de las Fuerzas de Defensa de Ucrania.
No obstante, se registraron impactos de 18 drones de ataque en ocho localidades y la caída de fragmentos de drones derribados en cuatro.
El choque comercial que estalló este miércoles entre Estados Unidos y la India, dos socios estratégicos, es el resultado de una escalada de 24 meses centrada en una disputa fundamental, la compra masiva de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi.
Esta cronología detalla los pasos que llevaron una amistad estratégica a un conflicto económico abierto.
2022: El giro energético
Tras la invasión de Ucrania en febrero, la India adoptó una postura de «autonomía estratégica», un pilar de su política exterior que evita alinearse con los bloques de las grandes potencias. Mientras Occidente sancionaba a Moscú, Nueva Delhi comenzó a comprar crudo ruso con grandes descuentos, pasando de ser un comprador marginal a uno de los mayores clientes de Rusia y alterando los flujos energéticos globales.
2023-2024: Diplomacia discreta y frustración comercial
Durante este período, la atención pública se centraba en la cooperación militar del ‘Quad’ (EE.UU., India, Japón, Australia) para contrarrestar a China, mientras funcionarios estadounidenses expresaban su «preocupación» por el comercio con Rusia de manera velada.
Pero bajo la superficie, la relación económica se estaba deteriorando en otros frentes. Las negociaciones para un esperado acuerdo comercial bilateral, que buscaba resolver irritaciones históricas, se encontraban estancadas.
Washington se quejaba de los altos aranceles indios a productos agrícolas y dispositivos médicos. A su vez, Nueva Delhi resentía la decisión de EE.UU. de revocarle en 2019 su estatus comercial preferencial (SGP), que había afectado a miles de exportadores indios.
Mientras tanto, las importaciones indias de crudo ruso alcanzaban niveles récord.
Mayo 2025: La paciencia de Washington se agota
El primer indicio público de un cambio de estrategia llegó en un discurso del presidente estadounidense, Donald Trump, quien advirtió que no permitiría que ningún «aliado» financiara indirectamente el esfuerzo bélico de Rusia. La amenaza, aunque indirecta, marcó el final de la diplomacia discreta y el comienzo de la presión pública.
Junio-julio 2025: Fracasan las negociaciones
Una serie de reuniones de alto nivel entre funcionarios de ambos países no logró resolver el ‘impasse’. La India se mantuvo firme en su derecho a tomar decisiones energéticas basadas en su «interés nacional». Ante la falta de un compromiso por parte de Nueva Delhi, la Casa Blanca anunció a finales de julio que estaba preparando «medidas comerciales contundentes» y fijó un plazo de 30 días para una resolución.
Agosto 2025: La confrontación es inevitable
La retórica se endureció en ambos lados. El Gobierno indio declaró que no cedería a la «presión externa». El 25 de agosto, a dos días de la fecha límite, el primer ministro indio, Narendra Modi, dio un discurso televisado a nivel nacional pidiendo a los indios que apoyaran los productos locales, en una señal de que el país se estaba preparando para el impacto de los aranceles.
27 de agosto de 2025: El plazo vence
A primera hora del día, al no haberse producido ningún cambio en la postura india, Estados Unidos activó formalmente un arancel del 50% sobre una amplia gama de productos indios. La escalada de dos años llegó a su fin, dando paso a una nueva fase en las relaciones bilaterales. EFE
Las posibilidades de una cumbre entre los dirigentes de Rusia y Ucrania se desvanecieron el viernes, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, pareció cansarse de sus esfuerzos por la paz y Moscú echó por tierra los intentos por poner fin a la guerra.
AFP
Trump había generado expectativas el lunes al decir que los mandatarios ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Volodimir Zelenski, habían acordado un encuentro cara a cara, pero el viernes aseguró que tal reunión era tan difícil como mezclar «aceite y vinagre».
«Veremos si Putin y Zelenski van a trabajar juntos. Ya saben, es un poco como el aceite y el vinagre. No se llevan muy bien, por razones obvias», dijo Trump a periodistas en Washington.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, desestimó por su parte el encuentro al asegurar que no había «ninguna reunión prevista» entre los dirigentes de las naciones en conflicto desde la invasión rusa de Ucrania en 2022.
Trump especificó a reporteros que Moscú podría afrontar sanciones generalizadas, pero también podría no pasar nada.
«Para bailar tango se necesitan dos», apuntó el presidente republicano en el Despacho Oval.
Trump reiteró que se daba «dos semanas» para tomar una decisión sobre los esfuerzos de paz en Ucrania.
«Será una decisión muy importante, y serán sanciones, aranceles masivos o ambos, o no haremos nada y diremos: ‘Es su lucha'», afirmó.
– Reunión en vilo –
En el Despacho Oval, el multimillonario de 79 años también mostró una fotografía en la que está con Putin durante su reunión de hace una semana en Alaska, y precisó que se la había enviado el presidente ruso.
«Voy a autografiarla», declaró Trump.
Luego del encuentro con Putin, el presidente estadounidense se reunió con Zelenski el lunes en la Casa Blanca.
Quiere sentarlos juntos en una misma mesa, pero el encuentro parece estar en peligro de momento.
En cuestionamiento a la legitimidad del presidente ucraniano, el jefe de la diplomacia rusa repitió los reclamos del Kremlin.
Putin «está dispuesto a reunirse con Zelenski cuando esté lista una agenda para la cumbre», declaró el viernes Lavrov en una entrevista con la cadena estadounidense NBC News.
«Esta agenda no está para nada lista», apuntó el canciller ruso.
En tanto, durante su visita a Kiev, el secretario de la OTAN, Mark Rutte, pidió dar «garantías de seguridad sólidas» a Ucrania de modo que Rusia respete un posible acuerdo de paz, así como que se pueda prevenir otra invasión.
La cuestión de las garantías de seguridad para Ucrania es un tema central en las tratativas diplomáticas lideradas por Washington para negociar un acuerdo de paz que ponga fin a la guerra que se encamina a su cuarto año.
«Eso es lo que estamos tratando de definir ahora» para asegurarnos que Rusia «no intente nunca más apoderarse de ni siquiera un kilómetro cuadrado» de territorio ucraniano, dijo Rutte en una comparecencia junto a Zelenski.
Trump, quien acogió a Rutte y dirigentes europeos junto con Zelenski el lunes en la Casa Blanca, dijo que Rusia había acordado algunas garantías de seguridad para Kiev.
– «Camino a ninguna parte» –
No obstante, Moscú ensombreció tal entendimiento. Lavrov dijo el miércoles que discutir dichas garantías sin Rusia era «un camino a ninguna parte».
«Cuando Rusia trae a la mesa el asunto de las garantías de seguridad, yo honestamente no sé todavía quién les está amenazando», dijo Zelenski, que quiere que tropas extranjeras en Ucrania disuadan los ataques rusos en un futuro, que no se detienen.
Un bombardeo ruso el jueves prácticamente destruyó un complejo industrial estadounidense en Mukachevo, en el oeste de Ucrania.
«No estoy contento con eso», respondió Trump a periodistas en el Despacho Oval, al ser preguntado al respecto.
Rusia también lanzó el jueves 574 drones y 40 misiles contra territorio ucraniano en su mayor ataque en semanas.
«No estoy contento con nada que tenga que ver con esa guerra», agregó el presidente estadounidense.
"Putin sigue cometiendo matanzas para mantener la presión sobre Ucrania y Europa, y humillar los esfuerzos diplomáticos. (...) Por eso se necesitan garantías de seguridad fiables. Por eso no se debe recompensar a Rusia por su participación en esta guerra", apuntó Zelenski antes de la reunión con Trump.
Los ucranianos «no van a ser parte de la OTAN, pero tenemos a las naciones europeas, y ellas van a estar al frente. Y algunas de ellas, Francia y Alemania, también Reino Unido, quieren tener tropas sobre el terreno. No creo que vaya a ser un problema, para serte sincero. Creo que Putin está cansado de esto. Creo que todos están cansados de esto», indicó Donald Trump en una entrevista con Fox News.
Redacción Internacional, 20 ago (EFE).- Con el renovado impulso de unas eventuales negociaciones para la paz en Ucrania, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y los líderes europeos han insistido en que todo acuerdo tiene que incluir unas garantías de seguridad suficientes para evitar una nueva invasión rusa de su vecino.
Las llamadas «garantías de seguridad» han estado en el centro de las reuniones, y según EEUU, Rusia está dispuesto a permitirlas, ¿pero qué son o en que consistirían?
¿A qué se refieren con garantías de seguridad?
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, se han referido a que las garantías tomarán como «modelo» el Artículo 5 de la OTAN (el principio de defensa mutua), que ofrecería a Kiev una protección frente a nuevas invasiones rusas, pero mantendría a Ucrania fuera del Tratado del Atlántico Norte.
Sin embargo, como destaca a EFE el analista senior para Rusia del International Crisis Group (ICG), Oleg Ignatov, «no sabemos mucho» de qué podría implicar ese «modelo» similar al de la OTAN.
Si es literal, en caso de que Rusia ataque Ucrania después de un eventual acuerdo de paz, los países que den estas garantías deben decidir cómo apoyarla, pero ESO no quiere decir que inicien una guerra contra Rusia, dice el analista: «pueden decidir proporcionar a Ucrania las armas (que ya lo están están haciendo), pueden proporcionar a Ucrania otros sistemas no militares, asistencia política, sistemas humanitarios…».
Pero se levantan dudas, explica Ignatov, ¿será Rusia parte de estas garantías? ¿Y tendría Rusia garantías de seguridad en caso de un ataque ucraniano a su territorio?
¿Qué quiere Ucrania?
«Putin sigue cometiendo matanzas para mantener la presión sobre Ucrania y Europa, y humillar los esfuerzos diplomáticos. (…) Por eso se necesitan garantías de seguridad fiables. Por eso no se debe recompensar a Rusia por su participación en esta guerra», apuntó Zelenski antes de la reunión con Trump.
Ya que parece que su entrada en la OTAN es una línea roja, Zelenski quiere tener la forma de responder de forma rápida ante un posible ataque de Rusia, y algo del estilo del artículo 5 de la OTAN obligaría a quienes firmen las garantías de seguridad a responder a la agresión.
La UE se muestra firme en el apoyo: «las garantías de seguridad deben ser lo suficientemente sólidas y creíbles como para disuadir a Rusia de reagruparse y volver a atacar», aseguró ayer la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, quien habló de una posible contribución «en particular mediante el entrenamiento de soldados ucranianos y el fortalecimiento de las fuerzas armadas y la industria de defensa de Ucrania».
Para Zelenski también es importante que el fortalecimiento del ejército ucraniano sea clave entre las garantías de seguridad, y quiere que Europa o Estados Unidos lo financien.
¿Accedería Rusia?
Witkoff aseguró el domingo que Putin aceptó durante su cumbre con Trump en Alaska permitir garantías de seguridad «sólidas» y también habría aceptado comprometerse a no entrar en ningún otro territorio, ya sea en Ucrania o en otro país europeo.
Pero el jefe del Kremlin no va a estar «de acuerdo con ninguna garantía de seguridad que sea contra Rusia», explica Ignatov, por lo que no es previsible que acceda a unas garantías de seguridad que solo involucren a países occidentales.
Además, apunta el analista del ICG, Moscú también quiere hablar de garantías de seguridad para Rusia en caso de que, por ejemplo, Ucrania quiera recuperar territorios, tal como ha dejado claro el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
«Rusia está dispuesta a ceder muy, muy poco», considera el analista del Consejo para Relaciones Exteriores (CFR) Matthias Matthijs, que cree que Putin puede acceder a la propuesta de Estados Unidos sobre estas garantías de seguridad, pero si se incluyen de forma «vaga» y «mal definida».
¿Está dispuesto EEUU a defender Ucrania?
A pesar de que Trump parecía tener voluntad de brindar garantías de seguridad estadounidenses a Ucrania, este martes dijo que no contempla enviar tropas estadounidenses a Ucrania y se mostró de acuerdo en que las naciones europeas tomen el liderazgo.
Los ucranianos «no van a ser parte de la OTAN, pero tenemos a las naciones europeas, y ellas van a estar al frente. Y algunas de ellas, Francia y Alemania, también Reino Unido, quieren tener tropas sobre el terreno. No creo que vaya a ser un problema, para serte sincero. Creo que Putin está cansado de esto. Creo que todos están cansados de esto», indicó en una entrevista con Fox News.
«No creo que a Trump le importen tanto las garantías de seguridad para Ucrania. Pero él entiende que a los europeos y a Ucrania les importa esto y necesita encontrar una solución que satisfaga a las diferentes partes», resume Ignatov.
Para Matthijs, Trump parece querer que Europa lleve la carga de defensa ucraniana y EEUU se limite a hacer lo que ya hace: vender armas, ayudar con inteligencia y quizás con apoyo aéreo, pero poco más.
Parece que Estados Unidos no tiene demasiada voluntad de involucrarse y que el compromiso de Europa es el mismo que actualmente: envío de armas, formación, apoyo…
«No creo que se plantee una solución muy estable. El resultado principal será que los combates se detendrán pero que sea sostenible es difícil de decir», concluye Ignatov.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este lunes en la Casa Blanca con su homólogo de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y con varios líderes europeos para conversar sobre las perspectivas de un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania.
La agenda de discusión se centró en los resultados que surgieron del encuentro que mantuvo Trump en Alaska el viernes pasado con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante el cual -según dijo entonces el mandatario estadounidense- no se logró un acuerdo para un alto el fuego, pero se hicieron avances.
Entre los líderes europeos que acudieron a la Casa Banca se encontraban el primer ministro británico, Keir Starmer; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller de Alemania, Friedrich Merz; la primera ministra de Italia, Georgia Meloni; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
El encuentro se realizó en distintas etapas. Trump se reunió primero con Zelensky y con la delegación ucraniana y, luego, ampliaron el encuentro para incluir a los líderes europeos.
Más tarde, Trump mantuvo una conversación telefónica con Vladimir Putin.
Estas son algunas de las conclusiones de la reunión multilateral de este lunes en la Casa Blanca.
Fuente de la imagen, EPA
Pie de foto, Trump con los líderes europeos durante las conversaciones de este lunes.
1. Trump prepara una reunión entre Putin y Zelensky
Trump dijo este lunes que durante su conversación telefónica con Putin se discutió la posibilidad de que se celebre una reunión entre el mandatario ruso y Zelensky.
"Al concluir las reuniones, llamé al presidente Putin e inicié los preparativos para una reunión, en un lugar por determinar, entre el presidente Putin y el presidente Zelensky", escribió Trump en un mensaje en Truth Social.
"Después de esa reunión, tendremos un Trilat, en el que participarían los dos presidentes y yo", aseguró.
El Kremlin confirmó después que se había producido la llamada, que el asesor de Putin, Yuri Ushakov, describió como "franca" y "bastante constructiva".
El punto más importante del comunicado del Kremlin es que, según Ushakov, Putin y Trump discutieron "la idea de explorar la posibilidad de elevar el nivel de los representantes de Moscú y Kiev en las conversaciones".
Este año, Rusia y Ucrania han celebrado tres rondas de negociaciones en Estambul, en las que no participaron ni Putin ni Zelensky, y en las que solo lograron resolver algunos asuntos humanitarios, como el intercambio de prisioneros.
En una rueda de prensa al final de la jornada, Zelensky dijo estar "preparado para una reunión bilateral con Putin".
Fuente de la imagen, Reuters
Pie de foto, Trump con los líderes europeos en la Casa Blanca.
2. Trump cambia de postura sobre un alto el fuego
Trump también aseguró este lunes que su país trabajará con todos los involucrados para asegurar que haya una paz duradera en caso de que se logre un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania.
"Vamos a trabajar con Ucrania, vamos a trabajar con todo el mundo" para asegurar que la paz sea "de muy larga duración", dijo el mandatario estadounidense en una breve comparecencia junto al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, antes de que ambos entraran a la reunión privada previa al encuentro con el resto de líderes europeos.
Trump no ha revelado públicamente detalles de lo conversado con Putin el pasado viernes en su reunión en Alaska, pero algunos cambios en su posición política tras ese encuentro encendieron las alarmas en Kyiv y entre sus socios europeos.
Trump, por ejemplo, había dicho que estaría muy decepcionado si el encuentro de Alaska no terminaba con un acuerdo de cese al fuego -que era un objetivo compartido por Kyiv y por los aliados de la OTAN- e incluso había amenazado con sanciones a Moscú si no accedía.
Sin embargo, Trump no volvió a hablar ni de alto el fuego ni de sanciones tras el encuentro con Putin.
Más aún, Trump dijo este lunes que un cese al fuego no es necesario, abandonando así una posición compartida por Ucrania y por los países de la OTAN.
"Estratégicamente, un cese al fuego podría ser desventajoso para una de las partes", señaló el mandatario.
Con su cambio de postura, colocó a Washington más cerca de Moscú.
"Eso es música para los oídos de Vladimir Putin. El líder ruso ha insistido durante mucho tiempo en que solo un acuerdo de paz integral, según los términos de Moscú, debe ser lo primero, seguido de un alto el fuego", señala Liza Fokht, periodista del Servicio Ruso de la BBC.
Durante el inicio de la reunión ampliada en la Casa Blanca, varios líderes europeos mencionaron este lunes la importancia de un cese al fuego, incluyendo a Merz y Macron.
Sin embargo, no está claro que vayan a convencer a Trump, quien se atribuyó el haber detenido seis conflictos recientes sin que mediara un cese al fuego previo.
Fuente de la imagen, Getty Images
3. Garantías de seguridad para Ucrania... y para Europa
Las grandes implicaciones de esta cumbre entre Zelensky y Trump movilizaron a numerosos mandatarios europeos que decidieron a última hora viajar a Washington para participar también en las conversaciones.
"Puede que los líderes europeos se hayan apresurado a Washington aparentemente para proteger al presidente Zelensky y evitar que se repita el altercado de febrero en el Despacho Oval", señaló el correponsal diplomático de la BBC James Landale.
"Pero su verdadero objetivo es impedir que el presidente estadounidense amenace la seguridad europea a largo plazo tras su abrupto cambio de rumbo sobre la mejor manera de poner fin a la guerra en Ucrania".
Citando a funcionarios del viejo continente, el corresponsal de la BBC explicó que el objetivo de los líderes europeos era cambiar la perspectiva de la Casa Blanca sobre dos cuestiones: la idea de que la paz se puede lograr simplemente con que Ucrania ceda el Donbás a Rusia; y la creencia de que lo que está en juego es solamente el futuro de Ucrania y no el de toda Europa.
Trump señaló este lunes, antes de entrar a la reunión privada con Zelensky, que Estados Unidos daría "muy buena protección, muy buena seguridad" a Ucrania, en caso de que haya un acuerdo de paz.
Presionado por la prensa al respecto, Trump hizo varias referencias a las garantías de seguridad para Kyiv.
Afirmó que Europa sería la "primera línea de defensa" para Ucrania, pero prometió también "participar".
Sin embargo, aún está por determinar qué tipo de garantías otorgará Trump y si estas servirían también al objetivo de garantizar la seguridad de Europa en general, pues la visión en la mayor parte de los países europeos es que la invasión rusa de Ucrania es no solamente una amenaza para Kyiv, sino para todo el continente.
Antes del inicio de la reunión ampliada, Zelensky dijo este lunes que su encuentro con Trump había sido uno de los mejores hasta la fecha y que abordaron varios temas sensibles, incluyendo el de las garantías de seguridad.
¿Qué forma podrían tener estas garantías de seguridad? El fin de semana, el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, dijo que EE.UU. y sus aliados europeos podrían ofrecer a Ucrania un compromiso de seguridad colectiva parecido al existente entre miembros de la OTAN.
"Logramos la siguiente concesión: que Estados Unidos pudiera ofrecer una protección similar a la del Artículo 5, que es una de las verdaderas razones por las que Ucrania quiere estar en la OTAN", afirmó Witkoff, quien participó en la reunión con Putin en Alaska, en una entrevista con CNN.
El funcionario dijo que esa posibilidad era un cambio sustancial y que esta era la primera vez que él había visto al gobierno ruso acceder a algo semejante.
El artículo 5 de la Carta de la OTAN establece un ataque armado contra un miembro de la OTAN será considerado como un ataque contra todos sus miembros.
Esa es una de las razones por las que Ucrania ha intentado convertirse en miembro de la OTAN desde hace años y, al mismo tiempo, es una de las razones por las que Rusia se ha opuesto de forma tajante a esa posibilidad.
Fuente de la imagen, Getty Images
Pie de foto, Zelensky vistió un traje negro este lunes.
4. Una reunión mucho más cordial que la de febrero
Dada su complicada última visita al Despacho Oval en febrero, el presidente ucraniano se esforzó al máximo este lunes para mostrarse cordial y cautivar a sus anfitriones estadounidenses, incluyendo una lluvia de "gracias" en los primeros minutos de la reunión.
La última vez que estuvo en la Casa Blanca, Zelensky fue reprendido por el vicepresidente J.D. Vance por una aparente falta de gratitud hacia el apoyo estadounidense a Ucrania durante la guerra.
Otro punto de controversia en la reunión de febrero, la vestimenta de Zelensky, también reapareció.
Esta vez, Zelensky vestía un traje oscuro en lugar de su tradicional uniforme militar, y parecía bien preparado, bromeando cuando el mismo periodista que lo había criticado previamente por no llevar traje al Despacho Oval le preguntó sobre su atuendo.
Después de que el periodista le dijera que se veía "fabuloso", Zelensky replicó que llevaba el "mismo traje" que la última vez, provocando la risa de los periodistas, Trump y otros funcionarios presentes.
"Como podéis ver he cambiado", añadió.
Zelensky también intentó congraciarse con la familia de Trump durante la reunión, entregándole al presidente estadounidense una carta de la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, para que se la entregara a Melania Trump.
"No es para ti, es para tu esposa", dijo.
Los líderes europeos también intensificaron sus halagos hacia Trump antes de su reunión multilateral, elogiándolo por su labor para reunirlos en la mesa de negociaciones.
"Quiero agradecerle sinceramente su liderazgo", declaró el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afirmó que, si bien hasta entonces no había indicios de que Rusia quisiera avanzar hacia la paz, "algo había cambiado" gracias a Trump.
A pesar del tono cálido, los europeos intentaron transmitir que ellos también se sienten expuestos a cualquier futura agresión rusa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró con seriedad a sus colegas: "Cuando hablamos de garantías de seguridad, también hablamos de la seguridad del continente europeo".
Tras la cumbre del viernes, el presidente Putin volvió a insinuar que la guerra tiene que ver con el estatus disminuido de Rusia desde la caída de la Unión Soviética.
El presidente Vladimir Putin durante una conferencia de prensa en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, el viernesCredit...Doug Mills/The New York Times
Andrew Higgins fue jefe del buró de Moscú y ahora informa sobre Europa del Este.
Tras todas las conversaciones previas a la cumbre sobre el intercambio de territorios y los tecnicismos de un posible alto al fuego en Ucrania, el presidente Vladimir Putin dejó claro tras su reunión en Alaska con el presidente Donald Trump que su mayor preocupación no era el fin de tres años y medio de derramamiento de sangre, sino lo que denominó la “situación en torno a Ucrania”, código para su habitual letanía de agravios por la gloria perdida de Rusia.
Putin retomó los rencores que expresó airadamente por primera vez en 2007 en una conferencia sobre seguridad celebrada en Múnich (y que revivió en febrero de 2022 para anunciar y justificar su invasión a gran escala de Ucrania) y exigió, en sus declaraciones posteriores a la cumbre de Alaska, que “debe restablecerse un equilibrio justo en la esfera de la seguridad en Europa y en el mundo en su conjunto”.
Solo así, dijo, se eliminarían “las causas primordiales de la crisis” en Ucrania, abreviación que usa el Kremlin para referirse al estatus disminuido de Rusia desde que perdió la Guerra Fría con el colapso de la Unión Soviética en 1991 y el fin de la hegemonía de Moscú sobre Europa Oriental.
El presidente Trump con el presidente Putin en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson el viernes en AnchorageCredit...Doug Mills/The New York Times
Putin no mencionó directamente la guerra. Dijo solamente que “estaba sinceramente interesado” en detener “lo que está ocurriendo” porque rusos y ucranianos “tienen las mismas raíces” y “para nosotros, esto es una tragedia y un gran dolor”. Presentar a Rusia como víctima de la guerra que inició ha sido un elemento básico de la propaganda del Kremlin desde que Putin anunció su invasión, descrita como una “operación militar especial” para salvar a Rusia.
“Putin y Rusia son revisionistas; no pueden aceptar haber perdido la Guerra Fría”, dijo Laurynas Kasciunas, exministro de Defensa de Lituania, que hasta 1991 formó parte de la Unión Soviética y desde entonces se ha incorporado a la OTAN. Ahora también están en la OTAN Polonia, República Checa, Rumania y otros antiguos miembros de la ya desaparecida alianza militar de Moscú, el Pacto de Varsovia.
Putin, añadió Kasciunas, nunca menciona la guerra y se refiere en cambio a la “situación en torno a Ucrania” para “presentar todo como un complot occidental contra Rusia que no hace sino utilizar a Ucrania como peón e instrumento”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dio una señal poco sutil de las ambiciones del Kremlin al llegar a su hotel de Alaska con una sudadera en la que figuraban las letras “CCCP”, URSS en cirílico.
Pero justo antes de que Putin y Trump se reunieran el viernes, Polonia recordó a Moscú que el viejo orden había desaparecido con un desfile de tanques y otros equipos militares, en gran parte de fabricación estadounidense, a lo largo del río Vístula, en Varsovia. La exhibición de poderío militar, que también incluyó un sobrevuelo de aviones de guerra y helicópteros, celebraba la victoria polaca sobre el Ejército Rojo en 1920 y mostraba lo que ahora es el ejército más grande de la Unión Europea.
Un desfile militar con motivo del Día de las Fuerzas Armadas polacas, el viernes en VarsoviaCredit...Kuba Atys/Agencja Wyborcza.pl, vía Reuters
En un aparente esfuerzo por mitigar el orgullo herido de Putin por el reducido estatus de su país tras la Guerra Fría, Trump, en una entrevista posterior a la cumbre con Sean Hannity, de Fox News, infló la posición de Rusia en la jerarquía mundial. Ignoró a China y a la Unión Europea y dijo: “Nosotros somos el n.º 1 y ellos son el n.º 2 del mundo”.
A eso, al igual que a la efusiva bienvenida y los aplausos que Trump dio a Putin cuando llegó a Alaska, le fue bien en Rusia, donde los medios de comunicación controlados por el Kremlin y los expertos nacionalistas se regocijaron por lo que consideraron la readmisión de Rusia en el club de las naciones respetables y respetadas.
“No esperaba un resultado tan bueno”, dijo en Telegram Aleksandr Dugin, un beligerante teórico geopolítico. “Nos felicito a todos por una cumbre perfecta. Ha sido grandiosa. Ganarlo todo y no perder nada, solo Alejandro III podía hacerlo”, añadió, refiriéndose al zar reaccionario del siglo XIX que anuló las reformas liberales de su padre.
Andrei Klishas, senador nacionalista que, tras el inicio de la guerra total en Ucrania en 2022, dijo que Rusia solo debía mantener contacto con Occidente “a través de binoculares y miras”, dijo que la cumbre había “confirmado el deseo de paz, duradera y justa de Rusia” y la había dejado libre para llevar a cabo la operación militar especial “por medios militares o diplomáticos”.
Insistió en que Rusia tiene la ventaja en el campo de batalla y está “liberando cada vez más y más territorios”, y añadió: “Una nueva arquitectura de la seguridad europea e internacional está en el programa, y todo el mundo debe aceptarla”.
Bomberos ucranianos en Járkov apagaron coches en llamas tras un ataque ruso el mes pasado.Credit...David Guttenfelder/The New York Times
No está claro cómo sería exactamente esta nueva arquitectura, pero su pilar principal es que Rusia regrese a su posición de la Guerra Fría como potencia hegemónica regional y potencia global que era tratada como un igual por Estados Unidos, como ocurrió en la conferencia de Yalta en 1945.
Poco antes de atacar Ucrania en 2022, Rusia presentó a la OTAN y a Estados Unidos proyectos de tratados que exigían que la OTAN se retirara de Europa Oriental e impidiera que Ucrania entrara alguna vez en la alianza. Estas exigencias, que revertirían la derrota de Rusia en la Guerra Fría, fueron rápidamente rechazadas.
“Durante los últimos 30 años, hemos intentado pacientemente llegar a un acuerdo con los principales países de la OTAN sobre los principios de seguridad igualitaria e indivisible en Europa”, dijo. “En respuesta a nuestras propuestas, nos hemos enfrentado invariablemente a cínicos engaños y mentiras o a intentos de presión y chantaje, mientras la alianza del Atlántico Norte seguía expandiéndose a pesar de nuestras protestas y preocupaciones”.
Una parte central del impulso de Putin para remodelar el orden posterior a la Guerra Fría ha sido su esfuerzo por debilitar o destruir la relación transatlántica creada tras la Segunda Guerra Mundial y ampliada desde 1991 con la admisión en la OTAN de naciones anteriormente comunistas de Europa Oriental.
En este sentido, la invasión de Ucrania ha resultado contraproducente, pues ha aumentado la presencia de la OTAN cerca de las fronteras rusas. Finlandia, que tiene una frontera de 1335 kilómetros con Rusia, abandonó en 2023 décadas de no alinearse militarmente para unirse a la alianza de la OTAN. Suecia también se unió.
Sin embargo, Trump, que durante meses ha sido tornadizo sobre su apoyo a Ucrania, sembró la discordia en la alianza en Alaska al parecer adoptar el plan de Putin de buscar un amplio acuerdo de paz en Ucrania en lugar de asegurar el alto al fuego urgente que dijo que quería antes de la cumbre.
En una entrevista posterior a la cumbre, el presidente Trump infló la posición mundial de Rusia. Ignoró a China y a la Unión Europea y dijo: “Nosotros somos el n.º 1 y ellos son el n.º 2 del mundo”.Credit...Doug Mills/The New York Times
Los movimientos del presidente estadounidense tuvieron una fría acogida en Europa, donde los dirigentes han visto una y otra vez cómo Trump daba marcha atrás en sus posiciones sobre Ucrania tras hablar con Putin.
Haciéndose eco de la línea rusa de que Ucrania es un país de segunda fila cuyos intereses no pueden competir con los de Rusia, declaró a Fox News: “Rusia es una potencia muy grande, y ellos no”.
Añadió que el fin de la guerra depende de Ucrania y de Europa, no de Estados Unidos. “Ahora depende realmente del presidente Zelenski conseguirlo”, dijo. “También diría que las naciones europeas tienen que implicarse un poco”.
Dmitri Medvédev, el expresidente de línea dura de Rusia, celebró la cumbre por haber restablecido “un mecanismo hecho y derecho para el encuentro entre Rusia y Estados Unidos al más alto nivel” y por haber demostrado que es posible entablar negociaciones entre las dos grandes potencias “simultáneamente con la continuación” de la campaña militar rusa en Ucrania.
Ivan Nechepurenko colaboró con reportería desde Moscú y Tomas Dapkus desde Vilna, Lituania.
Andrew Higgins es el jefe del buró de Europa Central y Oriental del Times con sede en Varsovia. Cubre una región que se extiende desde las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania hasta Kosovo, Serbia y otras partes de la antigua Yugoslavia.