El Secretario General de la ONU, António Guterres, condenó este miércoles el ataque con misiles y drones que Rusia ejecutó esta madrugada en la ciudad ucraniana de Ternópil y que dejó al menos 25 muertos, entre ellos tres niños.
EFE
Guterres, mediante su portavoz, Stéphane Dujarric, condenó «enérgicamente» los últimos ataques de la Federación de Rusia en varias regiones ucranianas, donde lanzó más de cuatrocientos drones y cerca de cincuenta misiles, según el balance ofrecido por la Fuerza Aérea ucraniana.
La ofensiva dejó un balance de 25 personas muertas, de las cuales tres niños, y una setentena de heridos en dos edificios residenciales en Ternópil, en el oeste de Ucrania, según informó el Servicio de Emergencias ucraniano en un comunicado.
«Los ataques contra civiles e infraestructuras civiles violan el derecho internacional humanitario. Son inaceptables, dondequiera que ocurran, y deben cesar de inmediato», subrayó el portavoz de Guterres en una rueda de prensa.
Guterres señaló que este ataque es «uno de los más mortíferos contra civiles desde la invasión a gran escala de Rusia hace casi cuatro años».
En este sentido, puso de manifiesto «la urgencia de un alto el fuego total, inmediato e incondicional que respete plenamente la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de la ONU”.
Los ministros de Exteriores de Países Bajos, Noruega, República Checa, Estonia y Letonia han transmitido a su homólogo ucraniano sus condolencias por esta matanza y también han condenado el ataque ruso.
En su mensaje de condena del ataque, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, insistió en pedir a la comunidad internacional más presión sobre Rusia y apoyo adicional a Ucrania.

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