Noruega, el mediador para el Acuerdo de Barbados que recalibra posición sobre Venezuela: cuál es la lectura, según politólogas
Mediación de Noruega condujo al Acuerdo de Barbados de 2023. Hoy condena violaciones de DDHH

El gobierno de Noruega sorprendió recientemente con un comunicado en el que manifestó su “alarma” por el incremento en el uso de las desapariciones forzadas en Venezuela y en general por el “uso excesivo de la fuerza” contra la disidencia por parte de los organismos de seguridad del Estado. 

El pronunciamiento viene de un país que cumplió un rol muy importante como mediador en el conflicto político venezolano desde 2019 e hizo posible que el gobierno de Nicolás Maduro se sentara en una mesa con la oposición mayoritaria para lograr algunas condiciones (Acuerdo de Barbados) que hicieron de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 unos comicios medianamente competitivos. 

Ahora, el país escandinavo dejó a un lado su neutralidad pública para reconocer abiertamente y denunciar que en Venezuela se cometen violaciones de derechos humanos. Analistas consultadas por Efecto Cocuyo señalan que el recrudecimiento de la represión a través de los órganos de seguridad del Estado y el sistema de justicia no dan lugar a posiciones “tibias” y por el contrario demandan un amplio rechazo por parte de las naciones que defienden los derechos humanos y las libertades civiles. 

Países ya no pueden mirar a un lado

“Las condiciones que se están dando en Venezuela -que vienen de antes pero se profundizaron el 28 de julio de 2024- es que el gobierno no tiene ningún tipo de contención o de temor a las sanciones públicas y eso ha cambiado radicalmente y lleva a que los demás Estados no puedan hacer como una negación tácita de la situación en Venezuela”, señaló la internacionalista Nastassja Rojas.

Para la profesora en derechos humanos, Noruega tiene plena conciencia de que ante el atrincheramiento del chavismo en el poder, luego de perder las elecciones del 28 de julio de 2024, la neutralidad y la mediación ya no estarían funcionando y por ello se vio “obligado” a fijar una posición clara y contundente.

“Esas posiciones se deben no sólo al hecho de tener un enfoque de derechos humanos en sus relaciones y su política exterior, sino que también las posiciones que pueden tomar los Estados les pueden pasar factura y traer consecuencias, como, por ejemplo, está pasando con Colombia al alinearse mucho más con la narrativa oficial venezolana”, apuntó. 

Las declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, han estado plagadas de contradicciones, pero finalmente se ha alineado con el gobierno de Maduro en lo que consideran es una “amenaza” de invasión del gobierno de Estados Unidos, que actualmente despliega un operativo militar en el Caribe para combatir el narcotráfico, al cual vincula con la administración de Maduro. La postura le ha valido fuertes críticas a lo interno de su país. 

La también politóloga advirtió que en estos momentos al tratar de validar lo que ocurre en Venezuela y negar el estado de violación de DDHH puede ocasionar que otros gobiernos corran el riesgo de ser señalados de complicidad ante la comisión de crímenes de lesa humanidad que investiga la Corte Penal Internacional (CPI) y que resalta Noruega, al señalar específicamente las desapariciones forzadas. 

¿Qué dijo Noruega? 

En el comunicado suscrito por el ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide, y publicado en la web de dicho despacho, Noruega se “solidariza” con los “familiares de las personas desaparecidas, así como con las organizaciones, los defensores de los derechos humanos y los abogados que apoyan a estas víctimas”. Esto, a propósito del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas que se conmemora cada 30 de agosto. 

El ministro también expresó que se hacen eco de la preocupación de Naciones Unidas (ONU) a través del “Grupo de Trabajo” sobre el aumento de las desapariciones forzadas en Venezuela, “incluidas las llamadas desapariciones de corta duración cometidas durante y en torno a las elecciones presidenciales de julio de 2024”. 

“Esa posición (de Noruega) que se da es un escenario que empieza a marcarse con más fuerza este año, donde los Estados empiezan a asumir posiciones más claras y mucho más fuertes ante una situación que ya es innegable en el escenario internacional: no fijar una posición clara puede traer consecuencias”, reitero Rojas. 

El canciller noruego manifestó su alarma por la duplicación de los casos de desapariciones forzadas documentados en los últimos informes de la ONU, así como de “los presuntos casos de uso excesivo de la fuerza contra manifestantes por parte de agentes del Estado y los homicidios ilegítimos, entre otras violaciones”.

Instamos al gobierno venezolano a cumplir con el derecho internacional para prevenir daños irreparables a las víctimas, en particular en casos de desaparición forzada. El creciente uso de la desaparición forzada como arma para silenciar a miembros de la oposición, a quienes se perciben como tales, a activistas prodemocráticos y a defensores de derechos humanos, es inaceptable. La violencia política debe cesar de inmediato y debe respetarse el derecho del pueblo venezolano a la libertad de expresión y a la participación política pacífica”, concluyó el comunicado.

El canciller noruego manifestó su alarma por la duplicación de los casos de desapariciones forzadas en Venezuela. Foto: EFE

Mediación noruega concluyó en las presidenciales 

La politóloga Paola Molina Noguera coincide en que el recrudecimiento de las violaciones de DDHH en Venezuela, alertado por organismos internacionales como la ONU, llevan a países y especialmente a Noruega, que estuvo involucrado en un proceso de negociación, a no poder mantenerse al margen, al ser gobiernos que abogan por la justicia, la paz, la defensa de las libertades y derechos fundamentales. 

“Más que un cambio de posición Noruega ha recalibrado su postura adaptándola al rol actual que lleva respecto del caso venezolano. Su ciclo como mediador a través del Acuerdo de Barbados prácticamente concluyó hace un año con la elección del 28 de julio. Para el gobierno de Maduro, ya Noruega no se percibe como un actor objetivo o neutral según las declaraciones de los propios voceros  gubernamentales, lo que lo mantendrá fuera de cualquier mesa de negociación, por el momento”, señaló. 

Tras esfuerzos porque Miraflores reconociera a la oposición mayoritaria, se sentara en una mesa y otorgara ciertas concesiones para que los comicios presidenciales de 2024 ganaran legitimidad ante el mundo, se firmó el Acuerdo de Barbados el 17 de octubre de 2023. El primer hecho importante que facilitó dicho acuerdo fueron las primarias presidenciales  opositoras de 2023, aunque el mandato de 2,4 millones de venezolanos que participaron a favor de que María Corina Machado debía ser la candidata presidencial no fue respetado, como tantos otros puntos del documento.

Otras garantía lograda para las presidenciales de 2024 fue que se permitiera la observación nacional e internacional (Centro Carter, Panel de expertos de la ONU) calificada e independiente. Ambos avalaron las denuncias de fraude electoral de la oposición.  

El 29 de julio de 2024, Noruega, como otros países y organismos, instó al Consejo Nacional Electoral (CNE) a publicar las actas de votación para verificar los resultados electorales que anunció a favor de Maduro, una deuda que el ente comicial todavía mantiene.

«Hubo una amplia participación en las elecciones presidenciales de ayer en Venezuela. La transparencia total es crucial para la credibilidad y legitimidad de las elecciones. Alentamos la publicación y verificación independiente de los resultados electorales en todos los niveles», expresó entonces el viceministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Andreas Motzfeldt Kravik. 

Para Molina Noguera, en las actuales circunstancias es más factible que otros actores entren en juego para facilitar, como mediadores, un eventual proceso de negociación. Es el caso de Colombia, Brasil y México, que de momento aparecen alineados con Miraflores frente al despliegue militar de EEUU en el Caribe, pero antes también pidieron las actas y siguen sin reconocer plenamente a Maduro como Jefe de Estado. 

A la par, recordó, está la negociación directa entre Miraflores y EEUU sobre la que más expectativas hay en estos momentos por el operativo aeronaval en el Caribe para combatir el narcotráfico, pero que ha sido interpretado como una escalada en las presiones de Washington para que Maduro – por cuya captura ofrece una recompensa de 50 millones de dólares- acepte una transición democrática. 

“La actual situación del país, la tensión, puede conducir a espacios de diálogo o negociación por la presión que hay sobre el gobierno, pero también a la radicalización. El gobierno puede prescindir en su estrategia de buscar el camino del diálogo y continuar por el camino de la profundización de la persecución y el silenciamiento de la oposición, para ello cuentan con la fuerza y el poder interno, para evadir y subestimar la presión de la comunidad internacional”, advirtió la también consultora política.

María Corina agradece y Cancillería protesta 

Miraflores, a través de su canciller Yvan Gil, rechazó la postura de Noruega y la  tildó de “intervencionista” e “inmoral”. 

«Desde Venezuela rechazamos de manera firme la declaración de la Cancillería de Noruega que, contra la opinión de su propio pueblo, se suma a la amenaza contra nuestra soberanía (…) Es un intento mudo de justificar la agresión militar del imperio estadounidense contra Venezuela con argumentos absolutamente cobardes», fustigó Gil, en un mensaje difundido a través de su canal de Telegram. 

Pero el liderazgo opositor, encabezado por Machado, sí agradeció el pronunciamiento de Noruega porque reivindica a las víctimas de crímenes de lesa humanidad en Venezuela. 

«El mundo democrático avanza con firmeza frente a las atrocidades del régimen criminal de Maduro. La comunidad internacional sabe que no solo se trata de un régimen que comete crímenes de lesa humanidad y prácticas de terrorismo de Estado, también que es ilegítimo y usurpador porque se robaron la elección presidencial del 28 de julio de 2024. Maduro y su régimen se creyeron intocables, que podrían seguir actuando con impunidad. Pero se acabó», expresó la exdiputada en su cuenta de la red X.

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