Hacia dónde se mueve el tablero con la “amenaza creíble” de EEUU, según analistas 
Tanto el presidente Trump como Rubio se han dirigido a Maduro con severos señalamientos, tras destrucción de una lancha en el Caribe Credit: EFE

Cuando el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe parecía limitarse a la presencia de los buques destructores y de un submarino con tecnología nuclear, con incautaciones de droga en alta mar, la Casa Blanca da un paso más allá en la guerra declarada al narcotráfico y con ello las presiones contra la administración de Nicolás Maduro.

El pasado 2 de septiembre, el  propio presidente Donald Trump anunció que dispararon a una embarcación que supuestamente traficaba con drogas en aguas internacionales, procedente de Venezuela. En una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, recalcó que él mismo dio la orden y responsabilizó directamente a Maduro de las operaciones ilegales. 

Un día después, al seguir justificando, el “ataque letal” a la lancha con tripulación supuestamente venezolana y vinculada con el Tren de Aragua, Trump advirtió que Venezuela les está creando «un tremendo problema» con el narcotráfico y la inmigración en condiciones irregulares y que no van a “consentirlo más”.

Independientemente de los resultados, analistas consultados por Efecto Cocuyo consideran que las acciones de EEUU representan “una amenaza creíble” para la administración de Maduro, la cual, advierten, ha manejado “muy mal” el tema: desde negar hechos hasta la pretensión de armar a una población civil que no está preparada. Este 4 de septiembre también ordenó que dos aviones F16 sobrevolaran un buque norteamericano desplegado en el Caribe, lo que fue interpretado por el Departamento de Defensa como una «provocación» de Caracas y una «interferencia» contra el operativo antinarcóticos.

El mensaje de Trump    

“El argumento principal esgrimido por la administración Trump es que al frente del gobierno y las instituciones de Venezuela está una organización terrorista que utiliza el tráfico de narcóticos como arma de ataque hacia EEUU, razón por lo cual son una amenaza a la seguridad de su país. Con semejante razón cualquier acción estaría justificada de acuerdo con lo expuesto por el gobierno norteamericano. ¿Hasta dónde llegarán ese tipo de acciones? Es difícil de anticipar, lo que está más que evidente es que vendrán nuevos episodios”, no duda en afirmar el consultor político Luis Toty Medina Gil.

A su juicio, la destrucción, en movimiento, de la embarcación civil en aguas caribeñas, que el Pentágono confirmó como un “ataque de precisión”,  es un “claro mensaje” sobre las capacidades de alcance y ataque de las fuerzas emplazadas en la zona marítima y una especie de “preaviso” de lo que podría ocurrir con otro tipo de naves. 

De acuerdo con Trump, 11 personas resultaron muertas y, sin importar las críticas por lo “desproporcionado” de la acción armada, soltó: «No lo van a volver a hacer». Este 4 de septiembre, la ONG Amnistía Internacional advirtió que si EEUU no justifica que la decisión de destruir el bote era “estrictamente inevitable para proteger la vida”, constituiría una clara violación del derecho a la vida conforme al derecho internacional y sentaría un «precedente peligroso». 

El mensaje que intenta transmitir Trump es que van en serio y que le están dando la oportunidad a Maduro para que negocie su salida del poder, pero hasta ahora no lo ha logrado. Lo esperable es que esta presión escale y pueda sostenerse hasta cierto punto, porque si esta operación se prolonga por muchos meses, sin resultados, puede tener repercusiones negativas para la administración Trump, de cara a las elecciones de medio término que corresponden al año que viene”, señaló la internacionalista María Teresa Romero. 

Durante su visita a Ecuador este jueves 4 de septiembre, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, reforzó el mensaje de Trump con severas palabras hacia el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Nicolás Maduro, tildándolo de “narcotraficante” y “terrorista”. Reiteró que no reconocen a la administración de Maduro como un gobierno, sino como “una organización terrorista de crimen organizado” que controla Venezuela. 

¿Hacia dónde apunta Miraflores? 

Ante el incidente con la presunta “narcolancha”, la primera respuesta de la administración de Maduro fue que el video en el que se mostró la destrucción de la embarcación había sido realizado con inteligencia artificial y, por lo tanto, no era real. 

«Hoy el imperialismo lanza una embestida nueva, no es la primera ni la última; solo otra embestida, y Venezuela está de pie, y les digo (que) Venezuela va a seguir de pie, con serenidad, con firmeza, con fe inquebrantable en la victoria y en paz», dijo Maduro en cadena nacional de radio y televisión, durante un acto por el 80° Aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra Japón. 

Miraflores ha activado un proceso de alistamiento de ciudadanos en la Milicia Bolivariana – que se erige como otro componente de la Fuerza Armada Nacional no previsto en la Constitución – de organización de milicianos en más de 5.000 circuitos comunales del país, para el control territorial y de “entrenamiento” para un eventual conflicto armado, como consecuencia de una improbable intervención extranjera. La líder opositora, María Corina Machado, denunció que Maduro pretende armar a civiles porque no confía en los militares.

“Maduro ha gestionado esta situación como es usual, activando y movilizando internamente a su cada vez más escasa base de apoyo con un discurso de nacionalismo que no toma en cuenta que Venezuela desde hace rato tiene involucradas en sus centros de poder y tomas de decisiones a potencias extranjeras como Rusia y China, además de Irán y Cuba”, opinó Medina Gil. 

«Mal manejo» 

Hacia el plano internacional, acotó Medina Gil, Miraflores intenta generar “una épica de heroísmo victimista” con rogatorias a organismos multilaterales como Naciones Unidas (ONU) para que se ponga de su lado, pese a que constantemente los ataca por sus pronunciamientos sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela. 

Sabe que la amenaza en esta ocasión es real y que su capacidad de respuesta no resiste un día de combate. No es igual reprimir protestas de población civil desarmada que enfrentar a la fuerza armada más poderosa del mundo”, añadió el consultor político.

La reacción del ministro del Interior y Justicia y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, fue amenazar directamente a Machado. Le advirtió que ante una eventual agresión de EEUU en el territorio, ella también sufriría las consecuencias.

Lo ha manejado muy mal (Miraflores), intentando mostrar a un ejército de civiles que no tiene, con cuadros de jóvenes y personas de la tercera edad sin preparación militar alguna, haciendo creer que el chavismo está más unificado que nunca, cuando la mayoría popular no lo acompaña y no compra el discurso de que hay que alinearse contra EEUU sin importar las diferencias. Esa retórica no le funciona. Esto en lugar de aceptar una negociación que podría librarlo de consecuencias penales”, sostuvo Romero.

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