Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 21 de agosto de 2025

Jorge Castañeda: Sheinbaum y AMLO, un sólo corazón



Sigue la mata dando. Los escándalos persisten y se amplifican, la especulación continúa desatada y los consejos no solicitados y los piadosos deseos se multiplican. Como si no hubiera temas más importantes que discutir —si disminuyó la pobreza, si es viable el esquema de reducirla vía aumentos al salario mínimo y promedio, sin crecimiento, o si las empresas que se van de México constituyen señales premonitorias, o simplemente una rotación normal— ni asuntos pendientes más trascendentes para México —Trump, la violencia, la reforma electoral. ¡Pobre país!

Mucho se reduce al debate sobre la supuesta, posible o deseable ruptura entre ambos pisos de la 4T. Es obvio que la conducta de los familiares de López Obrador no le ayuda en nada a la nueva Presidenta. Ya si las revelaciones de las facturas en Tokio y en La Moraleja provienen de fuego amigo, incluso de Palacio (o del Centro de Inteligencia, es lo mismo), o de los adversarios del hijo de AMLO y los agraviados por su esposa, es buen chisme, pero nada más. Sobran mexicanos en España —expresidentes, exgobernadores, exembajadores, exempresarios— y turistas de México en Japón para obtener y divulgar datos más o menos confiables sobre hoteles, cenas, residencias y gestiones. Asimismo, abundan los malquerientes de la 4T en España, tanto en los medios como en La Zarzuela o La Moncloa; pensar que se podían realizar los viajes, de vacaciones o de emigración temporal, sin que nadie se percatara de ellos resulta de una ingenuidad enternecedora. Ya ni hablemos si el pobre Andy metió las notas del Hotel Okura a alguna cuenta de viáticos, de donde se habría filtrado.

Que todo esto debiera provocar un extrañamiento de parte de Claudia Sheinbaum suena lógico y conforme a las tradiciones mexicanas. Aún suponiendo buena voluntad de parte del predecesor y de su gente, en ocasiones el mandatario en funciones requiere de un alejamiento de su mentor o amigo para evitar incomodidades. Siempre tuve la impresión, por ejemplo, que la partida de Luis Echeverría a la Unesco en París y luego a Australia fue mucho más producto de un entendimiento mutuo entre él y López Portillo que un destierro impuesto por el segundo al primero (a diferencia, obviamente, que la relación entre Ernesto Zedillo y Carlos Salinas).

Uno pensaría que el alejamiento de Gutiérrez Müller, de Andy, de Monreal y de Adán Augusto, por lo menos, o en todo caso su ceñimiento a ciertas normas de conducta, podría ser pactado con López Obrador. Se antoja inverosímil que AMLO no perciba el daño que todo esto le hace a su sucesora. Al grado que Monreal evidentemente va a pugnar por una reforma electoral distinta de la que proponga la Presidencia.

Por otro lado, parece obvio que las versiones más o menos fantasiosas de distintos medios y columnistas van a persistir, mientras los interesados sigan figurando. No cesarán los editoriales —ciertos o falsos— sobre el precio de las casas en la zona “exclusiva” de Madrid, sobre el congelamiento de las cuentas de la familia de Bartlett, sobre el precio de las cenas y la tintorería en Japón, sobre las supuestas investigaciones a los hijos de López Obrador y a los dirigentes de Morena en Estados Unidos, sobre las visas canceladas, más lo que se acumule. Todos aquellos que le recomiendan —yo no— a Claudia Sheinbaum que detenga la hemorragia y corte por lo sano tienen razón en cuanto a que de lo contrario la sangría se perpetuará.

Pero no contemplan las restricciones políticas, emocionales, de equipo y “soberanistas” a las cuales se ve obligada a plegarse la Presidenta. Se puede enojar, irritar, exasperar, desesperar con las andanzas de la exfamilia presidencial, pero con pocas cosas se arde tanto López Obrador como con cualquier crítica a propósito de estos temas. Sheinbaum puede molestarse sobremanera con los vínculos peculiares de López Hernández, Bartlett, Rubén Rocha, el gobernador de Tamaulipas y muchos más. Pero por el momento carece de sustitutos, y de margen con su mentor para liberarse de ellos.

Peor aún, quienes anhelan una ruptura de personajes no entienden que sería gatopardiana: para que todo lo demás siga igual. Una prueba de ácido consistirá en el famoso fracking para extraer del subsuelo el gas natural que importamos de Texas. Algunos analistas sostienen que ya se anunció una autorización generalizada para recurrir a dicha técnica. Los responsables se han hecho unas bolas terribles explicando que sí pero no, recurriendo a todos los eufemismos habidos y por haber. Veremos sí en efecto se permite. Lo dudo, así como dudo que la muy hipotética rotación de personal traiga consigo cambios de política o estrategia. Sheinbaum tiene razón: ella y AMLO un sólo corazón.

https://www.costadelsolfm.org/

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