Con centros electorales casi vacíos como telón de fondo, el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Nicolás Maduro, comunicó el pasado 25 de mayo que la propuesta de reforma constitucional no será presentada este año ante la Asamblea Nacional (AN).
Pero no lo dejó solo hasta allí. Al planteamiento de un impulso del “Estado comunal”, ya anunciado previamente, le añadió otro elemento: la creación de un “sistema electoral de los circuitos comunales”, que, según asomó, implicará una “reingeniería” de cómo los venezolanos han votado hasta ahora.
Algunos analistas y políticos atribuyeron el “frenazo” a los cambios a la Carta Magna, y el anuncio sobre el tema electoral de Maduro, a los efectos de la importante abstención registrada durante los comicios regionales y parlamentarios. Otros a la “mirada vigilante” de la comunidad internacional sobre las pretensiones de Miraflores de consolidar “un sistema autoritario”.
Reacomodo
“Maduro está ganando tiempo para acumular fuerzas y tratar de obtener legitimidad, no lo logró con las elecciones del 25 de mayo y quizás no quiere arriesgarse a que esa reforma constitucional quede reducida a un simple plebiscito, sin apoyo. El sabe que perdió la estructura electoral del Psuv, quedó reducida a su mínima expresión; lo saben quienes estuvieron en las mesas electorales el 28 de julio y el 25 de mayo”, sostuvo el secretario general de Patria Para Todos (PPT), Rafael Uzcátegui, del ala disidente del Gran Polo Patriótico (GPP).
Desde el análisis del antiguo aliado del chavismo, para Maduro no sería problema someter la evaluación y aprobación de la reforma a la Carta Magna y otros cambios como los electorales al Parlamento nacional que se instalará el 5 de enero de 2026, puesto que conserva una “supermayoría” de 253 diputados del GPP. Pero ahora, intuye, prefiere “reacomodar” fuerzas con elecciones municipales en puertas. De un momento a otro el Poder Electoral debe convocar las votaciones para elegir alcaldes y concejos municipales.
“Aunque no resulte tan claro de ver, la comunidad internacional está atenta a la profundización del modelo autoritario en Venezuela que pasa por la derogación de la actual Constitución, del estado federal y descentralizado para imponer un modelo comunal. Aunque le resulte muy fácil convocar a una consulta para aprobar los cambios y alterar los números, prefiere evadir un referendo ahora ante el rechazo expresado por los venezolanos el 28 de julio y ahora el 25 de mayo”, opinó el exparlamentario Pedro Pablo Alcántara.
El pasado 15 de mayo venció un plazo de 90 días dado por Maduro a la comisión especial, presidida por el fiscal Tarek William Saab, para presentar a la Asamblea Nacional (AN) el proyecto de reforma constitucional “luego de una amplia consulta”. Pero esto no ocurrió y los “avances” del trabajo que realiza dicha comisión especial no son públicos. Solo se conocen las “ideas generales” esbozadas por Maduro, entre ellas la consolidación del Estado comunal y ahora la intención de cambiar el sistema electoral venezolano.
¿Cambiará la forma de votar?
Para una experta ligada al sistema electoral venezolano, que prefirió omitir su nombre para esta nota, es preocupante la idea de modificar el sistema electoral venezolano como lo conocemos hasta ahora, que plantea Maduro. Al respecto considera que la intención es “centralizar” las elecciones del país a partir de la estructura de “Estado comunal”.
“Es importante insistir que el Estado Comunal, que no tiene ninguna base constitucional, se caracteriza por la creación de supuestos órganos que dependen directamente del presidente de la República, a fin de ejercer a través de ellos la soberanía popular, en sustitución de las estructuras territoriales consagradas en la Constitución -estados, municipios y parroquias- donde se descentraliza el ejercicio del poder”, apuntó la abogada.
A su juicio, las modificaciones asomadas al sistema electoral significarán una mayor “expansión” de ese Estado Comunal y un “cambio de raíz” a las reglas de la democracia representativa. El objetivo: hacer “sostenibles” la centralización y concentración del poder que ya han venido ejerciendo “por vía de facto” durante los últimos años.
“El elector o el ciudadano en general quedaría confinado a los ámbitos geográficos dominados por las organizaciones comunales, controladas por el Ejecutivo Nacional. La finalidad y el propósito, ahora, es vaciar absolutamente cualquier abertura democrática y, en fin, adormecer las normas, principios y valores democráticos establecidos en la Constitución, incluyendo los del sistema democrático representativo”, alertó la también profesora universitaria.
¿Pero cómo se votaría a partir de la propuesta de Maduro? Uzcátegui esperaría la implementación de elecciones de segundo grado, en las cuales la elección de cargos de representación popular, recaiga sobre un grupo de “delegados” y no sobre los electores en general, “sin ningún tipo de control”.
Un sistema similar a la escogencia de la representación indígena ante la AN, creada para las parlamentarias de 2020 y que se repetirá con la elección de este 1 de junio, en la que unos delegados, previamente designados por las comunidades indígenas en asambleas -de las que el Poder Electoral no dio ningún balance, a diferencia de hace cinco años-, elegirán a los diputados.
“Liquidar el sistema electoral”
El artículo 63 de la Constitución establece que el sufragio es un derecho y se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. Esto podría quedar atrás con la nueva visión del chavismo.
“Por ahora la propuesta (de Maduro) es ambigua, se hace bastante impreciso como verlo materializado, pero en todo caso obviamente las elecciones se harían a través de los voceros de los Consejos Comunales o Comunas, no sería una votación de primer grado, elecciones directas, sino de segundo grado. En resumen una elección que no reuniría los principios democráticos de directa, secreta e incluso universal porque no sabemos quiénes podrían ser los votantes en ese proceso. Reuniría los extremos de las elecciones que se llevan a cabo en el poder comunal”, alertó la experta.
“Es un movimiento estratégico acorde a su proyecto de permanecer en el poder indefinidamente, solo mide (Maduro) cuando lanzarlo. Necesita un sistema electoral a la medida para sostenerse y mientras tanto acumula fuerzas a la vez que mantiene el tema en la opinión pública para distraer de otros asuntos esenciales como la corrupción y los bajos salarios”, apuntó el dirigente pepetista.
Alcántara coincide. Cree que Miraflores busca crear un mapa de circuitos comunales, con grupos de electores que solo beneficien al chavismo madurismo y sus intereses.
“Se violenta el principio de la democracia. La Constitución es clara en su artículo 5, con el derecho al voto se ejerce la soberanía popular. Todos los mandatos deben derivar de la soberanía popular. Claro que esto ya se violentó el 28 de julio y ahora quieren plasmarlo en la Constitución y las leyes para impedir impugnaciones de elecciones, liberarse de futuras acusaciones. Pretenden consolidar un sistema autoritario mediante la liquidación del sistema electoral”, advirtió.
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