Los economistas José Guerra y Óscar Meza, y el sociólogo José Antonio Gil Yépez coincidieron en que los controles de precios aplicados en el pasado por el chavismo solo generaron escasez, más inflación y el surgimiento de bachaqueros
El regreso del país a un nuevo control de precio solo generaría escasez de alimentos y productos básicos, coincidieron los economistas José Guerra y Óscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) y el sociólogo José Antonio Gil Yépez, director de la firma Datanálisis.
Con esa afirmación los expertos responden a las recientes declaraciones del diputado Ramón Lobo, en las que cita a la vicepresidenta Ejecutiva de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, con respecto a los acuerdos anunciados con sectores productivos para la reducción de precios de algunos rubros como huevos y pollo, y aseguraba que en los próximos días se publicaría en Gaceta Oficial una lista de precios acordados de otros productos.
En una entrevista con el medio La Iguana TV, Lobo resaltó la calificación de «precios acordados», y aseguró que la apuesta de la administración de Maduro no es a que los empresarios vendan por debajo del costo de producción, sino que tenga un margen de ganancia razonable, con una estructura de costos ajustada a la tasa de cambio oficial publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV).
«El control de precios es sinónimo de escasez de bienes«, dijo en declaraciones a El Pitazo el economista José Guerra, quien no descartó que, de aplicarse la medida, regrese al país la figura conocida como «bachaqueros».
Para el director del Cendas-FVM, un nuevo control de precios generará encarecimiento de productos, escasez y mayor e, incluso, hiperinflación. «Vuelven a lo mismo y obtendrán los mismos resultados», dijo vía telefónica a El Pitazo.
José Antonio Gil Yépez coincide con los economistas. En su cuenta de X, antes Twitter, recordó que los controles de precios provocan escasez y un mercado negro «muy superior al precio que se quiere castigar». Cuestionó que una acción de este tipo pueda frenar el alza del dólar.
«Más eficaz sería incrementar la oferta de dólares permitiendo la libre circulación de cuentas en custodia y bajando su encaje«, apuntó.
Ya sabemos q el control de precios provoca escasez y un mercado negro muy superior al precio que se quiere castigar. Para q el dólar baje de precio, más eficaz sería incrementar la oferta de dólares permitiendo la libre circulación d cuentas en custodia y bajando su encaje.
— José A. Gil Yepes (@joseagilyepes) June 2, 2025
Al ser consultado sobre estas declaraciones en una entrevista con Unión Radio, el presidente de Consecomercio, José Gregorio Rodríguez, recordó que la Ley Orgánica de Precios sigue vigente, pero consideró que su aplicación implicaría «volver a situaciones muy críticas que nadie quiere».
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Una historia de control de precios
El control de precios se implementó en Venezuela desde el año 2003, cuando el fallecido Hugo Chávez declaró 45 productos como de primera necesidad y promovió la fijación de precios de 106 presentaciones de alimentos y 63 de productos de higiene personal. Los efectos de esta medida se vieron con más fuerza con Nicolás Maduro en la Presidencia.
Entre los años 2013 y 2021 se agudizó la crisis económica de Venezuela. En 2015 Maduro reformó la Ley de Costos y Precios Justos promulgada por Chávez en 2011. El nuevo instrumento legal establecía un margen máximo de ganancia de 30 %.
La nueva Ley también incluyó control de precios para medicinas y servicios de atención médica, materiales de construcción y repuestos de vehículos.
Tras la aplicación de la ley, largas colas comenzaron a surgir en todos los establecimientos comerciales que vendieran algún producto de la lista de regulados, pues el desabastecimiento fue una constante y la producción nacional no era suficiente para satisfacer la demanda. Luego se incorporaron medidas como venta por terminal de cédula de identidad.
En paralelo, surgió la figura del «bachaquero«. Así llamaban a las personas que adquirían productos a precios regulados para luego comercializarlos de manera informal a precios más altos.
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