A 195 AÑOS DEL CONGRESO CONSTITUYENTE
El 6 de mayo de 1830, la ciudad de Valencia fue escenario de un evento que marcaría el rumbo político de Venezuela: la instalación del Congreso Constituyente. Este encuentro selló la separación definitiva de la nación respecto a la Gran Colombia, dando lugar a la promulgación de una Constitución que rigió los destinos del país por 27 años.
En medio de un contexto de incertidumbre y debate sobre el futuro del proyecto de Bolívar, Antonio José de Sucre defendía la visión unificadora del Libertador, mientras que José Antonio Páez impulsaba la necesidad de una Venezuela independiente.
La Constitución de 1830 sentó las bases de un modelo político que perduró hasta la reforma constitucional de 1999. Entre sus principios fundamentales, estableció la figura del Congreso Bicameral, con Cámaras de diputados y senadores que debían reunirse anualmente cada 20 de enero por períodos de 90 días, prorrogables si era necesario.
También introdujo el concepto de inmunidad parlamentaria, aunque limitada exclusivamente al período de sesiones. En el ámbito presidencial, consolidó un sistema de gobierno unipersonal con un presidente a la cabeza y un vicepresidente encargado de presidir el Consejo de Gobierno.
A pesar de los desafíos políticos y sociales que enfrentó Venezuela en aquella época, la Constitución de 1830 logró sostenerse por casi tres décadas, siendo superada en estabilidad únicamente por la Constitución de 1961.
En un país donde la confianza en los procesos electorales ha sido golpeada por resultados cuestionados en los comicios del 28 de julio de 2024, surge la necesidad urgente de recuperar la fe en la democracia.
La historia nos recuerda que Venezuela ha superado momentos de incertidumbre, fortaleciendo sus instituciones y luchando por la autodeterminación. Tal como ocurrió en 1830, es hora de abrir paso a un sistema transparente, participativo y justo.
Hoy, el venezolano está convocado a renovar la esperanza porque al final nuestra lucha es por el regreso de todos a nuestra patria y por más libertad.
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