Alemania se prepara para un rearme sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial con el probable futuro gobierno de Friedrich Merz, que planea un fuerte aumento del gasto en Defensa para compensar la incipiente desvinculación de Estados Unidos de Europa.
En plenas negociaciones para formar gobierno tras su victoria en las legislativas de hace diez días, el líder conservador de la principal economía europea presentó el martes por la noche su plan para impulsar el gasto militar ante el previsible debilitamiento del paraguas de seguridad de Washington.
Negociada con sus presumibles socios socialdemócratas, la propuesta implicará saltarse el «freno a la deuda» consagrado en la Constitución y permitirá a la principal economía europea gastar al menos 100.000 millones de euros anuales (casi 107.000 millones de dólares).
«Hay momento en que la historia de un país toma un giro inesperado», afirmó el miércoles el diario Zeit. Los planes de Merz «pueden ser uno de estos momentos», agregó.
Las negociaciones entre la alianza conservadora CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD del jefe de gobierno saliente Olaf Scholz se aceleraron ante la rápida evolución de los acontecimientos en el tema ucraniano.
Los socios europeos de Alemania, que se reúnen el jueves en una cumbre sobre Ucrania y la defensa del bloque, llevaban tiempo esperando un gesto firme de Berlín, pieza fundamental de la UE que, no obstante, llevaba desaparecida tras el colapso de la coalición de Scholz en noviembre.
Atlantista convencido y antes contrario a financiar el gasto público con deuda, Merz ha cambiado el tono desde la misma noche electoral, en la que reclamó «unas capacidades defensivas europeas independientes» como posible alternativa a la «OTAN en su estado actual».
«Merz está expandiendo la economía de Alemania y asumiendo responsabilidad por la seguridad de la región», afirmó Kathleen Brooks, directora de investigación en la firma XTB.
Si su plan funciona, podría «cambiar realmente las reglas del juego» y también «dejar atrás rápidamente el estancamiento político de Alemania», dijo de su parte Sebastian Dullien, director del instituto de investigación económica IMK.
Además del fuerte aumento en gasto militar, Merz anunció que iba a proponer un fondo especial de 500.000 millones de euros para modernizar las anticuadas infraestructuras alemanas y ayudar a terminar con dos años de recesión.
El «deber» de Alemania
El actual ministro de Defensa, Boris Pistorius, calificó los planes como «un día histórico para el ejército y para Alemania», un país que se ha cuidado de proyectar una imagen de poderío militar desde la capitulación del régimen nazi.
El Spiegel destacó que lo anunciado se aleja además de la ortodoxia fiscal asociada a la CDU.
«Es bueno que Merz esté rompiendo sus promesas de campaña», dijo la publicación a propósito.
Y es que dada la posibilidad de que Estados Unidos se vuelva «abiertamente hostil» hacia Europa, Alemania «tiene el deber, en tanto que país con mayor población y la economía más fuerte en el continente (…) de unir a los europeos, liderarlso y animarlos a garantizar su propia seguridad», añadió el Spiegel.
Jacob Ross, del German Council on Foreign Relations, dijo que la importancia del anuncio del martes «tiene mucho que ver con la psicología y las señales que dichos anuncios envían».
En cuanto a las cantidades que podrán gastarse en la práctica, Ross dijo a AFP que hay muchas preguntas por responder.
«¿Quién va a fabricar las armas necesarias? ¿Tendrá acceso Europa a las materias primas necesarias? ¿Qué ocurrirá con la inflación cuando se inyecten semejantes sumas en la economía?», se pregunta.
AFP
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