El alcalde de Nueva York, Eric Adams, y el presidente electo, Donald Trump, conversaron este viernes sobre crear puestos de trabajo en la industria manufacturera de la ciudad, especialmente en el Bronx, y llevar a cabo inversiones federales en infraestructura en la Gran Manzana.
«El presidente Trump y yo tuvimos una conversación productiva sobre las necesidades de Nueva York y lo que es mejor para nuestra ciudad, y cómo el Gobierno federal puede desempeñar un papel más útil en la mejora de las vidas de los neoyorquinos», anotó Adams en un comunicado.
Ambos políticos se reunieron hoy en la residencia del republicano en Mar-a-Lago (Florida), donde, según el alcalde, centraron su conversación en el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás y en su «impacto positivo en la seguridad pública» de Estados Unidos.
Adams, que está imputado por cargos federales de corrupción, negó haber hablado con el futuro mandatario sobre su caso legal y arremetió contra aquellos que lo han criticado por reunirse con él, puesto que el neoyorquino forma parte del Partido Demócrata.
«Quienes sugieren que el alcalde de la ciudad más grande del país no debería reunirse con el presidente entrante debido a especulaciones inexactas o porque somos de partidos diferentes claramente se preocupan más por la política que por las personas», incidió.
El alcalde afirmó que, tras su conversación con Trump, cree «firmemente que hay mucho en lo que nuestra ciudad y el gobierno federal pueden asociarse para hacer que Nueva York sea más segura, fuerte y asequible».
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