El Editorial
Cada día se vuelve más complicado prever lo que ocurrirá en las próximas semanas en Venezuela. Con la llegada de Trump al poder, hemos visto un aumento notable en la emisión de decisiones ejecutivas. La mayoría de estas decisiones eran anticipables, ya que formaban parte fundamental de su campaña electoral. No nos detendremos a analizarlas, dado que ninguna se refiere específicamente a la situación venezolana.
En lo que respecta a nuestro contexto, existe incertidumbre sobre la política que adoptará Trump. ¿Seguirá la línea marcada por su Secretario de Estado, su asesor de seguridad nacional y destacados miembros del Senado y la Cámara de Representantes de ambos partidos? O, por el contrario, ¿se inclinará hacia otros intereses que proponen reabrir negociaciones para abordar el tema de la repatriación de emigrantes y la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos?
El rumbo que elija tendrá un impacto significativo en la estrategia que deberá seguir el liderazgo opositor venezolano. Es crucial subrayar que, al final, lo que ocurra en Venezuela está en manos de los venezolanos. Todo dependerá de la determinación que muestren para actuar y lograr una transición democrática que refleje la voluntad popular expresada el 28 de julio.
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