Nicolás Maduro, gobernante venezolano, emitió un polémico discurso en el que aseguró que el palacio de Miraflores “no caerá en manos de un títere de la oligarquía ni del imperialismo”. Sus palabras no recibieron el aplauso que esperaba por parte de sus seguidores. No obstante, Maduro volvió a recurrir a la figura de Hugo Chávez para recordar la famosa frase de “por ahora” y sumarle el “para siempre”.
El discurso de Nicolás Maduro ocurrió el martes 10 de diciembre. El gobernante asistió a la convocatoria en honor a la batalla de Santa Inés y su alocución la dio rodeado de miembros de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).
Estas palabras llegan después de que Edmundo González Urrutia insistiera en que viajará a Venezuela para tomar posesión del cargo de la presidencia del país el 10 de enero de 2025.
Efecto Cocuyo consultó a dos fuentes expertas para comprender a quién va dirigido el mensaje de Nicolás Maduro y cómo se dimensiona en el contexto actual de Venezuela.
Las palabras de Nicolás Maduro, ¿a quiénes le está hablando?
“El sostenimiento de Maduro en el poder se hará, de manera progresiva, cada vez más costoso”, enfatiza Carmen Beatriz Fernández, experta en comunicación política. Esto se refiere a que, si efectivamente se juramenta el próximo 10 de enero, las relaciones de Venezuela con el resto del mundo se verán perjudicadas.
“El 10 de enero es un momento clave que complica a futuro todas las posibilidades. No solamente de Maduro sino de la nomenclatura y de los poderes fácticos que sostienen a Maduro”, analizó.
Añadió que hay dos posibilidades: que Edmundo González Urrutia asuma como presidente de la República, o que no. Cada una tiene un costo diferente. “Si asume González Urrutia, él lo haría en el marco de la Constitución y de las leyes. Eso implicaría un reconocimiento a la Asamblea Nacional. Eso permitiría que él asumiera el poder. Hoy por hoy, la oposición venezolana no reconoce a la Asamblea Nacional”, explicó Fernández. Ella pone esto en el terreno de las posibilidades e indica que observa que existe 60% de que haya una transición pacífica.
Para el internacionalista y asesor político, Luis Peche, el discurso de Nicolás Maduro “es una declaración de intenciones”. El líder chavista, básicamente, está avisando a propios y extraños que el 10 de enero asumirá la presidencia de la República a pesar de los señalamientos en su contra.
“Llueve, truene o relampaguee, él estará ahí en el Palacio Federal Legislativo juramentándose el 10 de enero ante todos los cuestionamientos y las dudas que hay sobre su triunfo. El desafío para la oposición es cómo hacer que eso no suceda”, aseguró Peche, quien agregó que las palabras de Maduro van para actores internos y externos.
¿A Nicolás Maduro le conviene hacerse a un lado?
Fernández explica que la estadía de Maduro en el poder complica todo en Venezuela, pero especialmente al propio chavismo.
“Que asuma González Urrutia el poder no solamente es el mejor escenario para la oposición venezolana y para el país, sino para el propio oficialismo. Ocultar los reales resultados electorales del 10 de enero en adelante representan un delito más grave. Es usurpar la silla que le pertenece a otro por mandato popular”, analizó Fernández.
Los costos de mantener a Nicolás Maduro se harían cada vez más complicados, especialmente porque a lo interno pareciera que el gobernante ya no tiene el mismo soporte en las bases populares y militares. Sin embargo, no ese el único problema. “Tras la victoria de Trumo se disipa esa esperanza que tenía el gobierno de Maduro de entrar en un proceso de negociación más benévolo”, indicó Carmen Beatriz Fernández. También mencionó que lo ocurrido en Siria no puede tomarse como un hecho tan aislado.
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