Venezuela podría culminar el año 2024 con un significativo déficit fiscal del 13% del Producto Interno Bruto (PIB), el más elevado de los últimos seis años, y con una deuda externa que alcanzaría un 918,8% del valor de las exportaciones al cierre del año, según el más reciente Informe de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (Iies) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
El informe prevé que la deuda externa del país llegará a los 170.897 millones de dólares (USD) para finales de 2024. Este pasivo, que permanece en default, no puede ser renegociado debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, que mantienen cerradas las vías de financiamiento externo para Venezuela.
De acuerdo con el histórico del Iies de la Ucab, Venezuela ha registrado un déficit fiscal continuo desde 2014, un indicador que solo se redujo a un solo dígito en 2019, cuando se ubicó en -9,5% del PIB, y en 2021 con -8,9%. Para 2023, el déficit proyectado es del 13,5% del PIB, ligeramente superior al estimado para 2024.
La deuda externa del país, expresada como porcentaje de las exportaciones, ha crecido de manera significativa, con un aumento del 497,40% en la última década, lo que refleja la magnitud de la crisis económica venezolana.
Déficit parcial
“Obviamente, este déficit es parcial, puesto que en una consolidación comprensiva de las finanzas del sector público habría que considerar por el lado de los ingresos los resultados operacionales de Pdvsa, de las empresas no financieras del sector público, del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y de los fondos parafiscales”, explica el informe.
El reporte también señala que, debido a la falta de información oficial detallada —ya que los presupuestos anuales no están disponibles públicamente—, no es posible contar con cifras precisas sobre los principales indicadores financieros del país caribeño. En este sentido, el Iies de la Ucab advierte que “en Venezuela, las estadísticas financieras del sector público se fueron haciendo precarias hasta prácticamente desaparecer a partir del 2016”. Así, las estimaciones actuales se basan en los ingresos fiscales provenientes de la recaudación tributaria interna del Seniat y en proyecciones de los ingresos petroleros.
Gasto público en aumento con ingresos limitados
El informe proyecta que el gasto público restringido para 2024 alcanzará el 29% del PIB, el nivel más alto desde 2017, cuando llegó al 37,7%. En los últimos tres años, el gasto ha mostrado una recuperación gradual, incrementándose en 5,2 puntos porcentuales desde 2022 hasta la proyección para 2024.
Sin embargo, en términos históricos, el gasto público restringido disminuyó de un 50,1% del PIB en 2014 a un 18,1% en 2021, lo que representa una reducción drástica que comenzó a revertirse de manera paulatina a partir de 2022, según las estimaciones del Iies.
En cuanto a los ingresos del sector público restringido, el crecimiento ha sido más modesto. Entre 2022 y 2023, el Iies de la Ucab calculó un incremento de 1 punto porcentual, pasando del 11,7% al 12,7% del PIB. Para 2024, se proyecta un aumento mayor, hasta alcanzar el 16% del PIB, impulsado principalmente por el incremento en la recaudación fiscal interna.
De acuerdo con el informe, “en 2024, la recaudación tributaria interna estimada equivale a 16% del PIB; esto es, 4,2 puntos porcentuales más que lo calculado en 2023 y 6 puntos más que el promedio histórico en el período 2015-2023, que representó aproximadamente 10% del PIB”.
El informe también señala que este aumento se debe, en gran parte, al repunte en la recaudación del impuesto sobre la renta (Islr), que “pasa a tener una participación en 2024 de casi 46,1% de la recaudación tributaria total que, a su vez, representa 24,4 puntos porcentuales más que el promedio anual en el período 2007-2023 (21,7%)”.
Con información de Banca y Negocios.
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