Foto ilustrada del registro de nuevos votantes y de la atención a ciudadanos en una oficina del CNE en Maracaibo, capital del estado Zulia.
Los partidos opositores y organizaciones civiles que alientan la participación electoral estiman que existen 3,5 millones de nuevos votantes no inscritos en Venezuela. Sin embargo, están solo disponibles una oficina del Consejo Nacional Electoral por estado y en la capital del país lo que “evidentemente dificulta” la inscripción masiva de votantes.
“El CNE debe cumplir su palabra dada en 2021 y ‘municipalizar’ el registro de votantes; es decir, instalar un punto de inscripción y actualización de datos en los 335 municipios de Venezuela”
Jesús Castellanos, politólogo
Esa misión, dice Cedeño, es “compleja” en un país colmado de deficiencias en los servicios públicos y crisis económica, y se hace particularmente difícil en los otros 300 municipios donde no está activo ni un solo punto de inscripción de votantes.
Una sola oficina para muchos
Los trámites para actualizar datos o inscribirse como elector no parecían penosos ni rezagados esta semana en la oficina del CNE en Maracaibo, capital del estado Zulia y una de las ciudades con más electores de Venezuela. Un solo técnico opera una computadora portátil, una máquina captahuellas y una pequeña impresora para atender las solicitudes e imprimir los comprobantes respectivos en esa sede, inaugurada tras el incendio de la antigua oficina por presuntos manifestantes en 2014. Apenas 5 personas esperaban por su turno, sentadas entre 12 sillas acolchadas color negro. El operador atendía peticiones “de todo” tipo de gestiones civiles, como registros sobre la residencia, nacimientos, separación de cuerpos, adopciones y defunciones.
El proceso de actualizar datos o registrarse como votante no toma muchos minutos, pero la principal inquietud de organizaciones como Voto Joven es que esa oficina, por ejemplo, es el único punto de atención a los electores en una región de 3 millones de habitantes.
Movilizarse a Maracaibo desde los otros 20 municipios del Zulia para gestiones del padrón electoral significa invertir horas, pedir permisos en el trabajo o la universidad y “hacer frente a los retos del transporte público”, generalmente escaso y costoso en los poblados, subrayó Cedeño.
Voto Joven ha recibido reportes de ciudadanos en cuanto a que las computadoras se recalientan y su rendimiento se aletarga. La organización calcula que solo pueden inscribirse un promedio máximo de 40 votantes al día en cada oficina del CNE, de acuerdo con el tiempo de atención y las dificultades técnicas.
Fuentes del CNE consultadas por la VOA, que declararon bajo condición de anonimato por no estar autorizadas para declarar, indican que esos equipos están “obsoletos”, si bien se prevé “introducir pronto cambios” en la plataforma.
Proceso difícil
Las sedes del CNE en toda Venezuela están técnicamente abiertas y es “permanente” por ley la posibilidad de modificar en ellas los datos de electores, confirmó a VOARafael Simón Jiménez, quien ejerció como vicepresidente del organismo electoral en 2020. Ratificó, sin embargo, que la existencia de solo una oficina del CNE por estado y en la capital del país “evidentemente dificulta” la inscripción masiva de votantes.
Jiménez, un antiguo simpatizante del chavismo que ahora critica las políticas del gobierno de Nicolás Maduro, advierte que el poder electoral puede mostrar “desinterés y desatención” del registro de votantes porque no está prevista votación alguna este año. El órgano comicial informó en un comunicado en abril que planifica un “proceso integral de catastro de centros de votación y jornada de Registro Electoral para cubrir las demandas de todos los venezolanos” y de los partidos políticos con respecto a ese padrón. El directorio del Consejo Nacional Electoral lo integran desde hace un par de años tres rectores con trayectoria política en el chavismo y dos cercanos a la oposición.
Un problema estructural
Hasta la primera década del siglo XXI, era común ver puntos de inscripción del registro electoral en estaciones del Metro, universidades o centros comerciales. La actualización del registro electoral en Venezuela es “un problema estructural y de vieja data”, tanto dentro del país como en el extranjero, expresó a VOA el politólogo especialista en material comicial Jesús Castellanos.
Según Castellanos, la inscripción de nuevos votantes se desaceleró hace una década. Subrayó que 2023 es un año “no electoral”, sin votaciones previstas, más allá de la “asistencia técnica” del CNE que se prevé para las primarias opositoras de octubre. “La inscripción en un momento no electoral ha sido exigua”, concluye, citando un informe del Observatorio Global de Comunicación y Democracia.
El registro electoral supone una tarea más “compleja” que actualizar datos o inscribir a nuevos votantes, advierte el profesor e investigador Gustavo Soto. Se debe depurar el padrón de electores fallecidos y fomentar la habilitación de votantes en el exterior en un contexto de cierres de embajadas y consulados en el extranjero por razones políticas, migratorias e incluso por la pandemia, explicó.
Soto, profesor de la cátedra de comportamiento político y electoral de la Universidad del Zulia (LUZ), cree que el registro de votantes debe ser parte de una “agenda” acordada entre los actores políticos y sociales y que, además, tiene que adaptarse a una Venezuela de la que han emigrado 7,2 millones de ciudadanos.
El escenario ideal
Soto también recuerda que Venezuela no vive un año electoral, a pesar de estar en las vísperas de una elección presidencial dentro de aproximadamente 18 meses. Es una votación que hasta la comunidad internacional ha revestido como una potencial solución a una prolongada crisis política y de gobernabilidad. “El escenario ideal es colocar puntos donde existan grandes concentraciones de jóvenes, como universidades, centros comerciales, comunidades, plazas públicas”, dijo a VOA el coordinador del programa de Doctorado en Ciencia Política de LUZ.
Gustavo Soto considera que la inscripción de los venezolanos en el padrón electoral automáticamente cuando cumplan 18 años puede ser una solución viable. Su idea sería posible con una reforma de la Ley de Procesos Electorales en Venezuela, una tarea legislativa que estaría en manos del chavismo, un movimiento político con amplia mayoría en el Parlamento hasta 2025. “Los jóvenes solo tendrían que hacer una actualización de domicilio (luego de su inscripción). Es una reforma más económica” para el Estado, argumentó.
Presionar y promover
Castellanos, por su lado, opina que el CNE debe cumplir su palabra dada en 2021 y “municipalizar” el registro de votantes; es decir, instalar un punto de inscripción y actualización de datos en los 335 municipios de Venezuela.
La Plataforma Unitaria de la oposición aspira a pactar reglas como esa con el chavismo en las negociaciones facilitadas por Noruega en México. Ese proceso cumple en agosto dos años sin avances en la materia político electoral. Tampoco ha tenido nuevas reuniones formales desde noviembre del año pasado.
El CNE debe cumplir su palabra dada en 2021 y ‘municipalizar’ el registro de votantes; es decir, instalar un punto de inscripción y actualización de datos en los 335 municipios de Venezuela”
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