Las grandes maldades no la hacen personas que creen que hacen el mal. Actúan sobre el mundo con una concepción errada de éste. En su libro "Sobre La Tiranía", el profesor de la Universidad de Yale Timothy Snyder describe el rol que en esto juegan las "Grandes Mentiras". El auge del nazismo en Alemania estuvo basado en la Gran Mentira de lo que se llamó "La Puñalada en la Espalda", la idea de que Alemania no había perdido la Primera Guerra Mundial en el campo de batalla, sino que había sido traicionada por unos líderes políticos al servicio de una conspiración internacional donde los judíos jugaban un rol central. Para creer esta Gran Mentira había que dejar de creer en un gran conjunto de hechos reales y verificables que la contradecían. Para ello era necesario negar la realidad objetiva, negar lo que dijera la prensa libre y negar el derecho de los que disienten. De allí salió la justificación del antisemitismo que terminó en el Holocausto.
Acabamos de ver la lógica de la Gran Mentira en las elecciones recientes en Estados Unidos. La idea de que el presidente Trump ganó las elecciones de manera masiva pero que una conspiración le robó la victoria, es otra de estas Grandes Mentiras. Para creer en ella, es necesario dejar de creer en los gobernadores y asambleas legislativas controladas por el Partido Republicano que certificaron la elección, en el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional que no encontraron evidencia de fraude, en la Corte Suprema de Justicia y los más de 50 jueces que decidieron en contra de las demandas de Trump, y en los medios de comunicación, los enemigos del pueblo – según ha venido repitiendo el presidente durante 4 años. Ante la creencia en una masiva conspiración inventada por el líder, sus seguidores cometen crímenes con lo que creen ser sus mejores intenciones; por ejemplo, tomar el Capitolio en Washington, DC. el pasado 6 de enero.
En este momento, está circulando una mentira equivalente que tiene que ver con una supuesta conspiración mundial perversa dirigida por George Soros, a través de su fundación Open Society Foundation (OSF).
Como la organización que fundé en el año 2006 y que aún dirijo - el Harvard Growth Lab - ha recibido subvenciones de OSF, se me quiere hacer parte de esa falsa conspiración. Me consta que esta conspiración es una de esas Grandes Mentiras. El que quiera enterarse sobre los que hace OSF puede comenzar por revisar su sitio de internet. El nombre de la organización sale del título de uno de los libros de Karl Popper - La Sociedad Abierta y Sus Enemigos. Popper fue profesor de Soros en la década de los cincuenta en el London School of Economics. Su libro argumenta que la verdad es algo que emerge de la confrontación de ideas en la sociedad y que, por ello, es importante que las sociedades sean abiertas y tengan la capacidad de debatir distintos puntos de vista. OSF se estrenó en Sur África ayudando a grupos que se organizaban contra el Apartheid y se concentró luego en Europa Oriental, ayudando a las organizaciones de la sociedad civil que intentaban organizarse frente al totalitarismo. En la actualidad, la organización otorga subvenciones equivalentes a 1.2 millardos de dólares al año principalmente a organizaciones de la sociedad civil a través del mundo. A lo largo de su historia ha otorgado más de 50.000 subvenciones.
La relación entre OSF y el Growth Lab data del año 2013. En julio de ese año, Edi Rama ganó las elecciones parlamentarias y fue nombrado primer ministro de Albania, en una campaña en la que asoció a su oponente en el poder - Sali Berisha - con el autoritarismo de Hugo Chávez. Rama, artista plástico y líder del movimiento estudiantil que sufrió un intento de asesinato que lo dejó con una fractura en el cráneo durante su lucha contra el comunismo, se había vuelto famoso luego como alcalde de Tirana, la capital de Albania, por su forma artística de reimaginar y transformar la ciudad. Por su éxito, Rama fue invitado a presentar su visión en las prestigiosas conferencias TED. Su gestión de la ciudad lo llevó a convertirse en el líder de la oposición y a derrotar a Berisha en las elecciones del 2013.
Pocos días después de la elección, Christopher Stone - presidente del Open Society Foundations (OSF) en ese momento - fue a hablar con Rama para preguntarle como podían ayudarlo. En la reunión con Stone, Edi Rama le pidió que me involucrara en ayudar a su gobierno en su recuperación económica. Yo no conocía a Rama, pero algunos de sus colaboradores me habían visto en una conferencia en Atenas en el 2010 y habían pensado que yo podría ayudar a su país. Manejando al aeropuerto luego de la reunión con Rama en la cual evaluaron la forma como Open Society podría ayudarlo, Stone me llamó para pedirme que fuera a Albania a explorar las opciones. Christopher Stone me conocía bien, no solo porque ambos fuimos colegas en la Escuela Kennedy de Harvard por muchos años, sino también porque trabajamos juntos en dos proyectos del Growth Lab. El primero fue en Sur África, donde dirigí un proyecto sobre el tema de crimen y seguridad entre 2004 y 2009. El segundo fue un proyecto pequeño para ayudar en temas de seguridad a los nuevos gobiernos del Distrito Capital y Estado Miranda y a los gobiernos municipales de Sucre, Baruta y El Hatillo en Caracas, electos en el 2010. Por ello, Stone conocía bien la forma de trabajar del Growth Lab.
Junto con un equipo del Growth Lab, visité Albania en agosto de 2013 por un par de semanas en las que hicimos un diagnóstico de la situación. El país enfrentaba 3 potenciales crisis: primero, una macro-fiscal donde el gobierno tenía un déficit grande y creciente que estaba siendo financiado con demoras en los pagos. Segundo, el país enfrentaba una potencial crisis bancaria con una cartera de préstamos bancarios vencida muy alta y creciente. Tercero, el país enfrentaba una crisis energética, dado el catastrófico desempeño operativo y financiero de la empresa de distribución eléctrica. Definimos un programa de asistencia técnica para ser financiado por OSF. Me siento muy orgulloso por los logros de este proyecto, ampliamente documentado. Logramos resolver esos tres problemas y pusimos a la economía a crecer, a pesar de las dificultades que estaba pasando Europa en ese momento.
En el 2015, la sensación en OSF era que el proyecto de Albania estaba siendo muy exitoso. Sorpresivamente y en paralelo, Ranil Wickremesinghe fue electo Primer Ministro de Sri Lanka, luego de la derrota que sufriera Mahinda Rajapaksa, el lider nacionalista singalés, con fuertes tendencias autoritarias y con gran intolerancia hacia la minoría tamil. OSF nos contactó nuevamente y le pidió al Growth Lab un proyecto para el nuevo gobierno de Sri Lanka similar al de Albania. Era finales de 2015 y venían elecciones parlamentarias en Venezuela, en las cuales la oposición tenía opciones de ganar, como efectivamente ocurrió. Le dije a la Fundación que el Growth Lab aceptaría el proyecto de Sri Lanka siempre y cuando financiaran un proyecto similar para Venezuela. La OSF aceptó esta condición. As comenzó el proyecto sobre Venezuela en Harvard.
Este financiamiento para Venezuela permitió que el Growth Lab creara un equipo que trabajó desde principios del 2016 en analizar la economía venezolana y diseñar una estrategia de recuperación. Nos permitió también contratar un conjunto de estudios con los mejores economistas venezolanos en Venezuela y el mundo. Organizamos varios seminarios en Harvard, incluyendo una conferencia de 4 días a finales de septiembre del 2018, la cual dio origen al Plan País, el plan eventualmente aceptado por la Asamblea Nacional y el Presidente Juan Guaidó en el 2019.
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Este financiamiento para Venezuela permitió que el Growth Lab creara un equipo que trabajó desde principios del 2016 en analizar la economía venezolana y diseñar una estrategia de recuperación. Nos permitió también contratar un conjunto de estudios con los mejores economistas venezolanos en Venezuela y el mundo. Organizamos varios seminarios en Harvard, incluyendo una conferencia de 4 días a finales de septiembre del 2018, la cual dio origen al Plan País, el plan eventualmente aceptado por la Asamblea Nacional y el Presidente Juan Guaidó en el 2019.
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