Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 28 de abril de 2020

La nueva era de la globalización Ramón Escovar Alvarado

¿Significa el COVID-19 el fin de la globalización o, más bien, un reto para que la sociedad global profundice su sentido de cooperación y solidaridad? La respuesta a esta pregunta no sólo es objeto de un interesante debate intelectual, sino que será determinante para comprender los desafíos de la humanidad del siglo XXI.

La tesis del fin de la globalización se basa en la idea de que el mundo que se avecina no tendrá nuestro nivel de hiperconexión. Para su salvación será necesario que impere una sentido de solidaridad incompatible con el capitalismo. De acuerdo con esta posición, el coronavirus ha iluminado las profundas grietas del mercado global, el cual, además, no es sostenible en la práctica: expone a los países más pobres, cuyas economías carecen de “ventajas comparativas”, a una nueva forma de esclavitud. Según está visión, la globalización sólo ha sido rentable para Wall Street.

Estas críticas son acompañadas por el discurso ideológico. En este sentido, el filósofo Slavoj Žižek señala que el coronavirus podría conducir a la reinvención del comunismo. Esta amenaza atribuye al capitalismo la obsesión moderna por la producción y el crecimiento. Olvida, por tanto, que se trata de un rasgo de la época moderna, es decir, común tanto al capitalismo como al socialismo. La diferencia entre ambos es que la fórmula socialista consiste en la centralización estatal de los medios de producción.

Globalización y COVID-19

A pesar de las críticas a la globalización, la hiperconexión de nuestro mundo más bien facilita una eventual solución de la pandemia. La relación entre globalización y COVID-19 es bidireccional: la globalización facilitó la propagación del virus, pero también facilitará la implementación de su cura. A lo anterior se le debe añadir que la cooperación y solidaridad no son monopolio del socialismo. Han sido pensadores liberales contemporáneos quienes, a través de la creación de la doctrina del liberalismo igualitario, han contribuido a destacar que que estos valores son indispensables para la la vida en sociedad.

El COVID-19 ha desempolvado una vieja discusión sobre la lógica de la interpretación histórica. Parece haberle dado la razón a aquellos que, como Hannah Arendt, refutan la visión marxista según la cual la historia es una cadena lineal de sucesos regidos por la ley causa-efecto. De acuerdo con Arendt, la historia es un proceso que cada cierto tiempo es irrumpido por acontecimientos transcendentales e inexplicables que transforman de forma disruptiva el pasado y el futuro. El COVID-19 será un acontecimiento siempre y cuando sus efectos transformen nuestras vidas y no se limite a una mera interrupción parcial. Todo acontecimiento se traduce en un “reseteo”, en la fundación de un nuevo orden. La humanidad tiene el reto de utilizar la globalización para profundizar el sentido de cooperación y solidaridad. Lograr que su nuevo comienzo sea el de en un mundo más justo y más libre.
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1 comentario:

  1. El COVID-19 será un acontecimiento siempre y cuando sus efectos transformen nuestras vidas y no se limite a una mera interrupción parcial. Todo acontecimiento se traduce en un “reseteo”, en la fundación de un nuevo orden. La humanidad tiene el reto de utilizar la globalización para profundizar el sentido de cooperación y solidaridad. Lograr que su nuevo comienzo sea el de en un mundo más justo y más libre.

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