Por primera vez en casi medio siglo la economía china dejó de crecer durante todo un trimestre, con lo que la epidemia de coronavirus asestó a la segunda economía del planeta un brutal golpe con el peor resultado desde el final de la era maoísta.
Según datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadística, el PBI chino, que venía creciendo a un promedio del 9% anual en los últimos 20 años, perdió un 6,8% entre enero y marzo, en el primer retroceso desde 1976. Aquel año China vivía los estertores de la Revolución Cultural, falleció Mao Tsé-tung y también su primer ministro Zhou Enlai. Además, por lo menos 250.000 personas murieron a causa del devastador terremoto de Tangshan. Sin embargo, la economía se contrajo entonces en todo el año un 1,6%, cuatro veces menos que el actual cimbronazo por el coronavirus en el primer trimestre.
La caída de la economía china despierta preocupación debido al peso del país en la economía global. "La contracción real en el primer trimestre es sin duda incluso bastante mayor de lo que sugieren las cifras [oficiales]", estima el economista Ting Lu, del banco de inversión Nomura.
El resultado del primer trimestre era muy esperado, porque China fue el primer país en ser golpeado por el nuevo coronavirus, a finales del año pasado. En un esfuerzo por frenar la propagación del virus, que causó oficialmente más de 4600 muertos en el país, China adoptó medidas de confinamiento sin precedente a finales de enero que paralizaron la actividad. Actualmente, la industria se reanuda progresivamente.
Pero en plena propagación del virus en todo el mundo China "se enfrenta a nuevas dificultades y desafíos para reiniciar la actividad y la producción", reconoció ante la prensa un vocero de la Oficina Nacional de Estadísticas, Mao Shengyong.
Pese a la mejora de las condiciones sanitarias en las últimas semanas, cientos de millones de chinos siguen limitando sus desplazamientos por miedo a contraer el nuevo coronavirus. Este contexto afectó al consumo. Las ventas minoristas se desplomaron de nuevo en marzo un 15,8% interanual. En los dos meses anteriores (única estadística disponible) disminuyeron 20,5%.
La producción industrial, sin embargo, solo cayó el 1,1% (en comparación con -13,5% en enero y febrero), lo que deja entrever una reactivación de la actividad en el país.
Por su parte, la inversión en activos fijos en la segunda economía mundial cayó un 16,1% en los tres primeros meses del año (frente al -24,5% en la última publicación).
Entre abril y junio se prevé que China vuelva al crecimiento, consideró el analista Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics. Esto no significa que sus problemas vayan a terminarse. Las dificultades incluso se intensificarán, apunta Evans-Pritchard: aumento del desempleo, demanda interna débil y condiciones económicas difíciles en el extranjero, que conducirán a una caída de las exportaciones, un motor de la economía china.
Como los principales socios comerciales de Pekín sufren de lleno la epidemia, las ventas de China al extranjero cayeron de nuevo en marzo un 6,6% en ritmo anual, según las cifras publicadas. Sin embargo, esta contracción es menos pronunciada que la de enero-febrero acumulados (-17,2%).
Las cifras de marzo parecen indicar que para la economía china "lo peor ya pasó", pero la recuperación será larga, advierte Evans-Pritchard. Sobre todo porque la pandemia debilitó a las pequeñas y medianas empresas privadas, las más dinámicas en términos de empleo. Al menos 460.000 de ellas cerraron en el primer trimestre, señala la consultora Trivium China.
Agencias AFP y ANSA - https://www.lanacion.com.ar/
Las cifras de marzo parecen indicar que para la economía china "lo peor ya pasó", pero la recuperación será larga, advierte Evans-Pritchard. Sobre todo porque la pandemia debilitó a las pequeñas y medianas empresas privadas, las más dinámicas en términos de empleo. Al menos 460.000 de ellas cerraron en el primer trimestre, señala la consultora Trivium China.
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