Una vez más, la expresidente argentina Cristina Fernández de Kirchner consiguió monopolizar la agenda. A primera hora del sábado, la referente de Unidad Ciudadana confirmó que será candidata. Hasta hoy las únicas especulaciones alrededor de su figura eran si sería candidata o no a la Presidencia de la Nación. Pero CFK pateó el tablero y salió con una jugada inesperada: será candidata, pero a vicepresidente.
El elegido para encabezar la lista será Alberto Fernández, exjefe de Gabinete, que en los últimos días se había mostrado como vocero de la exmandataria.
Sin dudas que se trata de una jugada audaz. Fernández tiene un perfil más moderado y se fue del kirchnerismo en el momento de la más cruda radicalización. Incluso ha criticado públicamente a Cristina por haber equivocado el rumbo en varias oportunidades. En los últimos días, luego de la presentación del libro de la exmandataria en La Rural, el flamante candidato a presidente se paseó por los medios con un discurso concreto: “Cristina se equivocó. Cristina cambió”.
¿Cambió Cristina?
La misma confirmación de la candidatura hace poner en duda la afirmación de Alberto Fernández. CFK dio la noticia inesperada, pero no pudo con su genio. Ya dejó en claro, antes de empezar la campaña, quien es la jefa: “Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula a presidente que integraremos juntos. Él como candidato a presidente y yo como candidata a vice en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias).
De esta manera, la expresidente confirmó que hay una sola autoridad. Ella elige, ella pide, ella dispone. Es decir, la Cristina de siempre. La que no comparte el poder con nadie.
Con esta fórmula, el kirchnerismo se vestirá de moderado y dialoguista. Cristina eligió el mejor hombre que tenía disponible para esta tarea. Alberto Fernández no tiene problemas en vestirse de encantador de serpientes y convencer a sus interlocutores, que suelen caer rendidos a su seducción retórica. Se trata de un muy hábil político, muchas veces por encima del promedio argentino.
Un riesgo que no vale la pena asumir
Aunque en las últimas horas, evidentemente con la fórmula ya “cocinada” y guardada como el máximo de los secretos, la expresidente y su candidato han dado un giro importante en el discurso. Desaparecieron las ideas alocadas de una nueva Constitución sin Poder Judicial y se incrementó la moderación. Pero aunque se vista de cordero, o cordera, como le gustaría decir a Cristina, el lobo está allí. Aunque el peronismo, en todas sus versiones, se ha caracterizado por el doble discurso, el riesgo de volver al populismo más duro es siempre una posibilidad de la mano de CFK.
La gestión de Mauricio Macri ha sido un fracaso y eso es indiscutible. Hay que esperar por el resto de las candidaturas, pero definitivamente, una fórmula donde Cristina maneje los hilos es sinónimo de un considerable riesgo de suicidio.
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Sin dudas que se trata de una jugada audaz. Fernández tiene un perfil más moderado y se fue del kirchnerismo en el momento de la más cruda radicalización. Incluso ha criticado públicamente a Cristina por haber equivocado el rumbo en varias oportunidades. En los últimos días, luego de la presentación del libro de la exmandataria en La Rural, el flamante candidato a presidente se paseó por los medios con un discurso concreto: “Cristina se equivocó. Cristina cambió”.
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