Luces brillantes y de colores ya no se encuentran tan presentes en puertas, tejados y ventanas para celebrar la navidad en el estado marabino ante los altos precios, dejando este diciembre, como uno de los años más apagados y descoloridos en la entidad que hasta hace no mucho, era caracterizada por sus pintorescas celebraciones decembrina.
El verde y rojo no llegó a muchos hogares en la ciudad, ni siquiera se suelen ver pesebres o arbolitos como en otras épocas, pues la mayor parte de los ciudadanos, ha dejado a un lado está costumbre para poder llevar alimento a sus hogares.
Un vendedor de flores en la Plaza Baralt, aseguró que la celebración quedó desplazada porque en la actualidad hay otras urgencias en los hogares venezolanos.
“La gente no compra nada de Navidad y no se preocupa por otra cosa que no sea lo que va a llevarse a la boca en el día”, sentenció.
A pesar de la situación, personas como María de Silva, ama de casa, intentan mantener el espíritu navideño a flote. “Yo si me siento feliz y me siento en Navidad a pesar de esta situación tan mala. Y sí voy a comer el día de la Navidad, así sea una arepa con mantequilla, pero como”, aseguró la mujer.
Rodulfo Gutiérrez, comerciante de la Plaza Baralt, explicó que las ventas de adornos navideños bajó un 90% este año. “En la calle no hay ambiente de Navidad. Y nadie compra nada porque todo está por las nubes”, explicó.
El precio de un árbol nuevo oscila entre los 40 mil y 100 mil bolívares soberanos; un paquete de cuatro bambalinas, doradas o de colores, puede salir en 400 bolívares y el de ocho 800, mientras que las guirnaldas para decorarlo se encuentran en 300 bolívares, según lo reseñado por el diario La Verdad.
El juego de luces normales, es decir, sin música o alguna función especial además de prender y apagar, puede alcanzar 800 y mil bolívares, dinero que muchos prefieren invertir en alimentos y productos no perecederos.
Un pesebre puede costar entre 1.800 y 5.000 bolívares según el material y el tamaño como pasa en muchos casos. Sus adornos como pastores y pozo, casas pueden costar 350, 160 y 600 bolívares respectivamente.
El verde y rojo no llegó a muchos hogares en la ciudad, ni siquiera se suelen ver pesebres o arbolitos como en otras épocas, pues la mayor parte de los ciudadanos, ha dejado a un lado está costumbre para poder llevar alimento a sus hogares.
Un vendedor de flores en la Plaza Baralt, aseguró que la celebración quedó desplazada porque en la actualidad hay otras urgencias en los hogares venezolanos.
“La gente no compra nada de Navidad y no se preocupa por otra cosa que no sea lo que va a llevarse a la boca en el día”, sentenció.
A pesar de la situación, personas como María de Silva, ama de casa, intentan mantener el espíritu navideño a flote. “Yo si me siento feliz y me siento en Navidad a pesar de esta situación tan mala. Y sí voy a comer el día de la Navidad, así sea una arepa con mantequilla, pero como”, aseguró la mujer.
Rodulfo Gutiérrez, comerciante de la Plaza Baralt, explicó que las ventas de adornos navideños bajó un 90% este año. “En la calle no hay ambiente de Navidad. Y nadie compra nada porque todo está por las nubes”, explicó.
El precio de un árbol nuevo oscila entre los 40 mil y 100 mil bolívares soberanos; un paquete de cuatro bambalinas, doradas o de colores, puede salir en 400 bolívares y el de ocho 800, mientras que las guirnaldas para decorarlo se encuentran en 300 bolívares, según lo reseñado por el diario La Verdad.
El juego de luces normales, es decir, sin música o alguna función especial además de prender y apagar, puede alcanzar 800 y mil bolívares, dinero que muchos prefieren invertir en alimentos y productos no perecederos.
Un pesebre puede costar entre 1.800 y 5.000 bolívares según el material y el tamaño como pasa en muchos casos. Sus adornos como pastores y pozo, casas pueden costar 350, 160 y 600 bolívares respectivamente.
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