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Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

viernes, 10 de agosto de 2018

Las redes sociales enloquecen a los políticos, Jesús Seguías

Las redes sociales electrónicas están generando un impacto descomunal en los empleados de los ciudadanos, es decir, en los políticos. Estamos en presencia de un caos comunicacional mundial de inmensas proporciones. Algunos estamentos de la sociedad se han ido acoplando a estos cambios generados por una revolución tecnológica que nos introdujo en una nueva era de la historia. Sin embargo, los políticos han sido el último estamento en acoplarse. Por eso están siendo castigados.

En materia política es inapropiado hablar de las “redes sociales” en abstracto como si fuese un fenómeno extraño. Lo que existe en realidad son los ciudadanos de siempre diciendo lo que piensan a través de canales de comunicación masivos que están a su alcance personal. Y hablan con su propio lenguaje, con sus propias ideas, con sus sabiduría y con su ignorancia, con su cordura y con su ira, hablando de paz o mentando la madre a todo el mundo.

Las redes sociales electrónicas son el canal perfecto y más económico para que la opinión de cada ciudadano tenga un peso específico, un valor tangible en la sociedad. Ahora sus criterios son expresados en un tiempo y un espacio infinitamente mayor al que existía hace 40 años.

Y gracias a ese poder pueden divulgarse políticas y estrategias, se perfeccionan los canales de comunicación entre los políticos y los ciudadanos, se fortalecen los mecanismos de convocatoria a actividades públicas, y se facilita la gobernanza.

Pero al mismo tiempo, las redes sociales comienzan a torcerle el pescuezo a muchos políticos de oficio que convirtieron a la política en una actividad subterránea, lúgubre, llena de manipulaciones, mentiras, triquiñuelas, maniobras oscuras, basada en relaciones utilitarias, y plagada de chapucerías y corruptelas. Hoy los ciudadanos, a través de las redes, evalúan y enjuician las acciones de quienes actúan en su nombre en los asuntos públicos. Lo hacen en tiempo real y sin contemplaciones.

Los ciudadanos toman el control

Antiguamente, los errores estratégicos de los políticos, o sus zanganerías permanecían ocultas. No había manera de saberlo rápidamente y que la gente pudiese convertir la denuncia en un factor de alto impacto colectivo.

Luego, con el surgimiento de los medios de difusión masiva de mensajes (prensa, radio y televisión), los dueños de estos medios establecían acuerdos con el estamento político para preservar la normalidad democrática, cierto, pero también se tejían negociados entre los dueños de medios y los políticos para promocionar determinadas fuerzas electorales, para no divulgar negociados oscuros del estado, y mantener silencios cómplices a cambio de prebendas. Hasta aquí, el estamento político aun tenia control de todo. A los dueños de los medios se les otorgaba un status especial en la sociedad. Muchos políticos y editores sinergizaban con natural fluidez. Ambos eran poderosos.

Pero eso ya cambió. Las redes sociales, es decir, los ciudadanos empoderados comunicacionalmente, toman el control. De hecho, el medio más utilizado por la gente para informarse hoy día a nivel mundial (incluyendo América Latina) son las redes sociales electrónicas y los portales de noticias. La prensa escrita en papel y la radio han quedado rezagados como medios informativos. Tienen que reinventarse. Y la televisión hoy está en batalla campal para impedir ser desplazados por las redes sociales y portales electrónicos.

Hoy, por primera vez en la historia de la humanidad, estamos frente a verdaderos medios comunicación social masivos. Antes lo que existía eran medios de difusión masiva de mensajes, no de comunicación, pues no había un feedback activo entre el emisor y el receptor de los mensajes. La retroalimentación era muy pasiva: cambio de canal, no leo tal periódico, no sintonizo tal emisora, en fin.

No hay duda que las redes sociales electrónicas son un nuevo fenómeno que trasciende el simple plano comunicacional. Son herramientas que hacen posible la concreción de la Sociedad Red y de la gobernanza. Y este nuevo fenómeno social genera retos colosales a los políticos clásicos. Ya nadie tiene el monopolio del mensaje. Las redes son un hecho histórico irreversible. Hay que aprender a convivir con ellas y saberlas dominar con proactividad.

Leer mas: http://revistasic.gumilla.org/2018/las-redes-sociales-enloquecen-a-los-politicos/

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