Volver a la democracia Jesús Salom C. / Vicerrector Administrativo de LUZ

La inusitada violencia con que se reprime las protestas de una población que se siente estafada por un Gobierno que no da respuestas a sus exigencias y demandas por mejores condiciones laborales, profesionales y de vida, tiene su mayor expresión en la sevicia con que se reprime a los profesionales de la salud del país, en particular del Hospital Adolfo Pons de Maracaibo en días recientes, a los comunicadores sociales en la AN, o a los presos políticos del Helicoide.

La utilización como ariete político del Poder Judicial y del CNE que condujo a un proceso electoral negador de los valores de la democracia; el discurso populista y el clientelismo son muestras de un Estado fallido e incapaz de construir democracia y equidad social al punto que la exclusión es una política de Estado contra la disidencia. No alcanza niveles mínimos aceptables de eficacia, efectividad y credibilidad.

La impunidad con que se manejan los delitos contra la cosa pública y una falta total de sindéresis del Gobierno, que se cierra a los cambios, erosionó la confianza en la institución presidencial. Este panorama sombrío puede dar lugar a un descontento en la democracia y la política de partidos. Ya en el pasado vivimos esta experiencia y no fueron nada agradables los resultados, pues dio pie a un lento proceso de destrucción del aparato productivo y a centrarnos en sobrevivir; a despreocuparnos por lo político.

En la actual coyuntura histórica, el conflicto de gobernabilidad se ha internacionalizado y un conjunto de países imponen sanciones al Gobierno que pierde de manera acelerada su ya debilitada posición en el mercado petrolero y en el terreno político. Son coadyuvantes de la agudización del caos económico y la acentuación de las crisis humanitarias y la huida del capital humano hacia la libertad, donde quiera que pueda encontrarla. En este momento crítico llamo a la calma, a pensar en lo que mejor podemos hacer para contribuir a salir del marasmo en que estamos insertos. Pensar en los objetivos transformadores pero actuar en nuestro entorno más próximo. Esos pequeños pasos que pueden hacer la diferencia. Hay que ser ciudadanos, mejores seres humanos y mejores vecinos. Esta reflexión va dirigida también al personal administrativo de la Universidad del Zulia que el martes 15 de mayo celebraron su día, invitándolos a no perder la fe en la institución. A trabajar en comunidad para vencer los obstáculos y cumplir con los objetivos institucionales.

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