Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 30 de diciembre de 2017

Candidato unitario promete la MUD para 2018 - Xabier Coscojuela

Lograr un candidato unitario de cara a las elecciones presidenciales de 2018 es una de las promesas que hacen desde la Mesa de la Unidad Democrática

No hemos acompañado al pueblo en sus luchas de las últimas semanas, no supimos comunicar que la lucha electoral era la continuación de la lucha de la calle y la unidad es vital para lograr el cambio que Venezuela necesita. De esta manera se pudiera resumir, muy escuetamente, el comunicado emitido por la Mesa de la Unidad Democrática y en el que hace un balance de su actuación durante el año 2017.

No elude las derrotas sufridas en las elecciones de gobernadores, y el error que significó no participar en los comicios municipales, así como el no haber podido evitar la instalación de la ilegal Asamblea Constituyente, pero también señala aciertos, como el amplio apoyo que la comunidad internacional le da a la lucha de los sectores democráticos y el desconocimiento de la mayoría de los gobiernos a la referida Constituyente.

Prometen candidato unitario de cara a las elecciones presidenciales de 2018 y que trabajarán para recomponer la unidad, vital para poder afrontar con expectativas positivas los referidos comicios, curados de espanto como están después de ver el manejo que hizo el gobierno de las necesidades más elementales de muchos venezolanos para lograr su voto.

A continuación el comunicado de la MUD:

1. ¿Cómo termina 2017?

Nunca antes en su historia republicana, Venezuela había tenido un final de año tan triste y doloroso, y un comienzo de otro tan difícil y peligrosamente incierto.

Desde el punto de vista social, Venezuela se dirige aceleradamente al despeñadero. El escenario cotidiano de los venezolanos se agrava con el paso de los días, en una desesperante lucha por niveles mínimos de supervivencia. Nuestro país tiene hoy la mayor inflación del mundo y la única hiperinflación del planeta, el decrecimiento económico más severo de la región, la escasez de alimentos y medicinas más aguda de América Latina, la tasa de homicidios más alta del mundo, y es la nación más pobre en términos de ingreso de todo el continente, con un escandaloso 82% de familias por debajo de la línea de pobreza.

Pero mientras esta tragedia humanitaria se desarrolla y los venezolanos se empobrecen, del cogollo gubernamental brotan los más escandalosos casos de corrupción. Quebraron nuestra principal industria, Pdvsa, y los jerarcas del régimen pelean como pranes para decantar sus pugnas entre denuncias mutuas de narcotráfico, corrupción, malversación de fondos y negocios astronómicos. El cuento de la “guerra económica” era en realidad, según ellos mismos, una pandilla de corruptos que asaltaron a Pdvsa y saquearon al país. La consecuencia es un país empobrecido a niveles de mendicidad, con los niveles de desigualdad social más altos de los últimos 20 años, y un cogollo de privilegiados enriquecidos que andan en carros blindados, escoltas y aviones privados y con acceso a comida y medicamentos comprados en el extranjero con divisas obtenidas a través del mecanismo de desfalco más perverso, la asignación de dólares preferenciales con discrecionalidad y privilegios.

En lo político, el régimen cada vez muestra su rostro más cruel y autoritario. Al robo descarado del referéndum revocatorio en 2016 y los golpes de estado continuados para desconocer la voluntad popular, alterar la Constitución y desmantelar lo poco que quedaba de institucionalidad democrática, siguió una sangrienta represión que costó la vida a más de un centenar de venezolanos, sin contar los heridos y detenidos, y sembró de dolor y luto a la familia venezolana. No contento con ello, el régimen decidió imponer, de manera ilegítima y fraudulenta, un nuevo mecanismos de control y represión al que denominan “asamblea constituyente”, que sólo ha servido para derogar de espaldas al pueblo la Constitución de 1999, perseguir a dirigentes de la Oposición, inhabilitar a partidos políticos, y agravar con sus decisiones la ya crítica situación económica y las cada vez peores condiciones de vida de la población.

El drama, sin embargo, y a pesar de su gravedad, no termina aquí. La verdadera tragedia es que los responsables de esta catástrofe social quieren convertirla en permanente e irreversible a partir de 2018.

Leer mas: http://talcualdigital.com/index.php/2017/12/29/13274/

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