Siguiendo su estilo de negar lo que es evidente, "los jefes de la revolución chavista", han desmentido el carácter estalinista de su régimen. Sin embargo, la historia, que es terca, nos demuestra exactamente lo contrario. Cuando observamos la fusión entre el Partido y el Estado; el centralismo político y el control total de los Poderes Públicos; el terrorismo judicial; los asesinatos, el encarcelamiento y el exilio, considerados necesarios para destruir a los que acusan de enemigos, utilizando la amenaza del golpe de estado como excusa; además de la alianza del gobierno con las derechas boliburguesas; nos damos cuenta que el chavismo es un modelo de stalinismo endógeno.
El régimen chavista, en Venezuela, tal como lo hiciera Stalin en la URSS a través de los soviets, utiliza los Consejos Comunales y otras organizaciones sociales controladas por los partidos oficialistas, para espiar y controlar a ciudadanos opositores y a sus propios camaradas que puedan expresar descontento frente al régimen. Si bien es cierto que el chavismo no ha creado campos de concentración al estilo de los Gulah de Stalin, en los que murieron millones de personas, si podemos decir que ha creado una especie de campos de concentración legaloide en el que mantiene, bajo régimen de presentación, privándoles de sus derechos políticos, a miles de ciudadanos que se han atrevido a reclamar sus derechos
Otra similitud que podemos observar es la creencia de la inevitabilidad de la guerra con el imperialismo norteamericano y su coincidencia en la preparación del pueblo para el combate, así como la realización de grandes inversiones en armas y equipos bélicos. Pero el rasgo común más nefasto, que existió entre Josif Stalin y Hugo Chávez, fue la falta de escrúpulos, en el uso y abuso de los medios de comunicación, para falsificar la historia y fabricar el culto a sus personalidades, lo que provocó una división profunda, en las sociedades que gobernaron.
Lo que si encontramos diferente fue el comportamiento de sus respectivos sucesores. Mientras que el soviético Nikita Khrushchev denunció severamente el estalinismo, en Venezuela, Maduro y el chavismo pretenden mantenerse indefinidamente en el poder traficando con la memoria de Chávez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario