Si habría que buscar algún culpable, responsable de las largas colas en los supermercados y abastos, es evidente que no son los indígenas y mucho menos nuestras "acaparadoras" amas de casas. Necesario es recordarle a todo los que de alguna forma, en lo que respecta al Zulia, han metido las manos en los proyectos para garantizar el autoabastecimiento alimentario, que en esta tierra otrora productiva por excelencia, se inauguró pomposamente, desde el "Aló Presidente" Nº 301, la Planta Láctea Socialista de Machiques, y por supuesto lo primero que desapareció de los anaqueles, fue la leche, considerada por la FAO (Organización Mundial para La Agricultura y La Alimentación de las Naciones Unidas) como un alimento imprescindible para la seguridad alimentaria de los hogares.
También nuestro Presidente anti chip, debe evitar que se le chipoteé la memoria y acordarse que al Proyecto Agrario Socialista Planicie de Maracaibo, desde la primera visita que le hiciera junto a Lula, el fallecido Comandante, hasta el sol de estos días, se le ha invertido tantos dólares, que si por eficiencia y productividad fuese, ya desde el Zulia no sólo estuviésemos garantizando nuestras necesidades alimentarias, sino de toda Venezuela y parte del continente. Aquí está la Planta de Procesamiento de Alimentos, recién inaugurada, pero funcionando con menos del 10% de su capacidad productiva y también está listo desde el 2008 un canal de riego principal de 48 kilómetros, ubicado a lo largo del sector El Laberinto, y que serviría de riego a las miles de toneladas de productos que allí se cosecharían y que hoy la ineficacia y la corrupción, la mantienen en estado de casi total improductividad.
El propio Gobernador del Zulia, debería revisar más a fondo las causas que han originado todo este embrollo del racionamiento alimentario electrónico, propuesto, rechazado y ahora negado por él mismo; ya que los expertos, han venido señalando que el origen de estas calamitosas colas y falta de productos en la dieta diaria, radica en la incapacidad que ha tenido el Estado, de promover el aumento de la producción interna, al declarar como enemigos del pueblo y del gobierno, al empresariado y demás sectores productivos del país. No es casual que el nivel de importaciones en Venezuela durante el pasado 2012 resultó la cifra más alta del histórico del país, y que de acuerdo al informe del Banco Central de Venezuela (BCV) alcanzó los 56.357 millones de dólares.
Así las cosas, es evidente que si a cualquiera de los asesores o funcionarios de alto rango y masca chicles, de esos que no salen de su aposento, del cual fueron investido por el gobernador, se le hubiese ocurrido sólo por unos minutos meterse en las colas, donde las maldiciones, rayos y centellas se estrellaban contra los anaqueles vacíos de los supermercados, quizás le habrían recomendado a Pancho Arias, que entrara en razón y le hiciera caso a los razonamientos
del pueblo, quien si tiene claro las causas del mal que lo aqueja, para así evitar que Maduro lo aplastara, como en efecto lo hizo, con lo del racionamiento.
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