El gobierno tiene que entender que Venezuela puede autoabastecerse fortaleciendo sectores que hace 14 años producían para cubrir el mercado local e incluso para exportar
A partir de 1949, bajo la influencia de la CEPAL, dirigida por el economista Raúl Prebisch, comenzó a implementarse en América Latina una política de industrialización, basada en gran parte en lo que se conoció como de "sustitución de importaciones". Era una época en la que muchos países hispanoamericanos tenían una pobre planta industrial. Muchas naciones eran exportadoras de materia prima mineral y/o de lo que se conoce como "commodities".
Venezuela fue uno de los países que acogió con más beneplácito las teorías de Prebisch, con el apoyo de economistas criollos que venían trabajando con él en la CEPAL. El gobierno nacional creó una serie de incentivos para la implantación de plantas industriales que produjeran toda clase de bienes de consumo, concediendo financiamiento en muy buenas condiciones.
Se crearon muchas industrias. Muchas fracasaron pero otras lograron crecer y llegaron incluso a convertirse en exportadoras. El fracaso de algunas -y no pocas- se debió a deficientes análisis de viabilidad de los proyectos y, en algunos casos, a oportunismo y corrupción. Hubo empresarios que recibieron financiamiento para montar sus plantas bajo el beneficio de que mientras no estuvieran produciendo ellos eran los únicos que podían importar lo que iban a producir. Se hicieron ricos vendiendo lo que importaban y luego su planta quebró.
Con o sin plan de CEPAL, hasta fines del siglo XX Venezuela llegó a tener una buena planta industrial. Desgraciadamente, a partir de 1999, por pésima política económica del gobierno, ha venido desapareciendo esa planta industrial y ahora no hay producción para satisfacer la demanda nacional y todo se importa. Con la crisis económica que estamos viviendo aunado a las devaluaciones, ya no se puede importar lo suficiente para abastecer las necesidades del pueblo.
Hay que volver a sustituir las importaciones pero ya no bajo el esquema de los años 50, sino rescatando las industrias que fueron expropiadas y poniéndolas a producir con toda clase de incentivos razonables. El gobierno tiene que entender que Venezuela puede autoabastecerse fortaleciendo sectores que hace 14 años producían para cubrir el mercado local e incluso para exportar. Hay rubros que no se deben seguir importando porque con una política sana pueden producirse aquí muy competitivamente.
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