Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 23 de mayo de 2013

La izquierda capitalista / ÁNGEL LOMBARDI

L a "izquierda",enla terminología o vocabulario político de la modernidad, es por definición "antisistema". Con el advenimiento del marxismo el término izquierda se posiciona definitivamente como lo contrario del capitalismo, sistema dominante en lo económico-social y de la burguesía como clase hegemónica en lo político. Es la dialéctica hegeliana historizada, como síntesis dialéctica y en vez de surgir un nuevo sistema alternativo al capitalismo, como el socialismo y el comunismo, lo que surge es un híbrido tan extraño como el comunismo-capitalista, tal como ocurre en China y en otros países con gobiernos que se califican de izquierda y en la práctica solo sirven para apuntalar y desarrollar el capitalismo en su génesis más primitiva: un capitalismo salvaje.

Otra característica curiosa de este híbrido económico-político es que han llegado al poder gobiernos que se proclaman de izquierda y terminan sirviendo al gran capital nacional e internacional, es lo que ha ocurrido en Brasil con Lula y Rousseff, en Uruguay con Tabaré y Mujica, en Chile con Lagos y Bachelet, en Bolivia con Evo Morales, en Argentina con los Kirchner, Correa en Ecuador y Ortega en Nicaragua; es decir, presuntos líderes de izquierda que terminan con sus gobiernos apuntalando sistemas tradicionales capitalistas y consolidando viejas y nuevas burguesías. Un buen ejemplo es nuestro propio país en donde el gobierno de turno, autoproclamado revolucionario y socialista, terminó consolidando el petro-Estado capitalista que siempre hemos sido y una emergente boliburguesía de fortunas rápidas y corrupción grosera.

Estos pretendidos revolucionarios, que en nombre del pueblo viven y actúan como millonarios, terminan avalando todo lo que en teoría rechazan, entre otras cosas el consumismo desaforado y el dinero casi como un valor absoluto de la vida social.

Hegel frente a esto diría que son las ironías de la historia o astucias de la razón. Cuba es otro aberrante ejemplo de "nueva sociedad y hombre nuevo", en donde el capitalismo de Estado termina siendo el ogro filantrópico que todo lo controla y que monopoliza y administra una camarilla que piensa, vive y actúa como capitalista en el peor sentido de la palabra. Lula y Mujica ejemplarizan muy bien esta ironía: viejos luchadores de izquierda, convertidos al frente de sus gobiernos en vendedores de productos, bienes y servicios que en sus respectivos países producen las pujantes empresas capitalistas de Brasil y Uruguay.

Una vez más, en nuestra cultura nominalista las palabras y los hechos se contradicen y se oponen creando confusión y alimentando mitologías.

Angel.lombardi@hotmail.com http//angellombardiblogspot.com

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