Ojalá hermano, nosotros nunca, pero nunca, volvamos a acostumbrarnos a la perpetuidad de un hombre en el poder.
¿Que cómo caen los dictadores? Pues como se merecen, amigo. Caen en el preciso momento en que la gente les perdió el miedo y se da cuenta que no son más que monstruos hechos con pies de barro. Antes poderosos, omnipotentes, engreídos y endiosados, en el momento de la crisis y las despedidas del poder, no pueden ni hablar porque los testículos le han ocupado el lugar de las amígdalas. Sudorosos y pálidos, buscan a sus aliados y no los encuentran porque ya éstos lo despidieron, cuando se dieron cuenta, el sol ya le llegaba a las espaldas.
Esos hombres que comandaban ejércitos, manejaban las arcas de sus países a diestra y siniestra, gritaban e insultaban a funcionarios por ponerles malas caras, manejaban las instituciones como barajitas de béisbol y consideraban las leyes como libros incómodos para reformar a diestra y siniestra, se dan cuenta que la torre del poder se les viene encima sin que nada ni nadie les detenga el derrumbe, destinado a aplastarlos y volverlos trizas.
Allí tienes a Mubarak, el más reciente ejemplo del desplome de la dictadura y la tiranía. Y ojalá se vean en ese espejo absolutamente todos quienes se consideran imprescindibles, iluminados, necesarios a ultranza para regir el destino de los pueblos. Yo te cuento, Armando, que he visto cientos de fotos que ha mostrado la prensa mundial y me he dado un gustazo en silencio al ver esos rostros de hombres de todas las edades con esa determinación, esa afrenta al poder y ese valor que les hace pasar días y noches en la plaza, uno tras otro, hasta conseguir que el hombre que se considera imprescindible, salga del poder.
¿En qué momento de la evolución de la dictadura y de la represión, la sociedad es capaz de rebelarse abiertamente y decir "ya basta"? Pues Armando, cuando se dan cuenta la mayor parte de la población de la inviabilidad de un poder perpetuo y de lo absurdo que es negarse a la libertad. Ya Yoani Sánchez reflexionaba con nostalgia sobre el tema, en un artículo publicado el pasado sábado en El País de Madrid titulado Tan lejos de Egipto. Cuba se ha venido "acostumbrando" a esa perpetuidad en el poder, a verse sumisa y desvalida ante la dictadura y ante el poder.
Ojalá, hermano, nosotros nunca, pero nunca volvamos a acostumbrarnos a la perpetuidad de un hombre en el poder.
Desde este blog, compartiremos los temas mas importantes, en esta era globalizada.
Republica del Zulia
Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.
martes, 8 de febrero de 2011
Cómo caen los dictadores / Luis Homes Jiménez
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