
Según cifras oficiales, y a la sombra de la abstención, en los comicios del pasado 25 de mayo el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar ganó 23 gobernaciones y 253 escaños en el Poder Legislativo. Las elecciones de alcaldías y concejos municipales convocadas para el 27 de julio ponen al electorado en una nueva disyuntiva
Vanessa Davies
Si el voto llega a ser una espada por su capacidad de cambiar drásticamente una crisis política, la abstención puede ser la pared que no permite mover el tablero. Después de lo sucedido tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, la que podría considerarse como oposición mayoritaria en Venezuela decidió mantener el llamado a la abstención para el siguiente evento electoral: los comicios regionales del pasado 25 de mayo de 2025. El oficialismo, por su parte, mantuvo su decisión de llamar a votar a sus bases, e incluso, implementó la llamada “maquinaria 5X5”.
¿Resultados? Para el oficialismo, otro paso más en su estrategia de copar espacios. Para las oposiciones, la devastación. Según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar obtuvo 5 millones de votos, lo que representa 83,4 % y le permite ocupar 253 escaños de la Asamblea Nacional y 23 gobernaciones. La oposición liderada por la dirigente María Corina Machado no participó. Las otras oposiciones consiguieron, siempre con base en los datos del ente comicial, menos de un millón de votos, lo que se tradujo en una sola gobernación y 28 escaños en el Poder Legislativo.
¿La victoria pírrica de un mapa rojo?
Para Machado, la abstención -calculada en más de 50 por ciento por el CNE, aunque podría ser mayor- representó una derrota para el gobierno. “Hoy más de 85 % de los venezolanos desobedecimos a este régimen y dijimos no”, enfatizó. La lideresa instó a los militares a actuar, porque “ya la nación no tolera más la inacción o la indiferencia que se convierte en complicidad”.
La ausencia de electores puede interpretarse de muchas maneras y puede ser la expresión de un gran descontento con la situación del país, pero en los hechos son los dirigentes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar los que están asumiendo las gobernaciones y los que se encargarán de la próxima legislatura. Por otra parte, el “plan B” de quienes insistieron en no sufragar parece no quedar claro para la sociedad. Y en el horizonte aparece una nueva fecha para medir fuerzas: 27 de julio, un día antes de la conmemoración del 28 de julio de 2024 y el triunfo que la Plataforma Unitaria reivindica como suyo con Edmundo González Urrutia a la cabeza.
La victoria del oficialismo el 25 de mayo influyó en un rápido llamado para las elecciones locales, expone el exrector del CNE y exrector de la UCV, Luis Fuenmayor. “El gobierno convoca inmediatamente para el 27 de julio, para poder celebrar el 28 de julio. Es decir, este 28 de julio celebrará su victoria del 27 de julio y el primero año de la ‘victoria’ de Maduro del 28 de julio”, advierte Fuenmayor, convencido de que la abstención se mantendrá.
El experto en negociación Gustavo Velásquez defiende el voto y sostiene que cualquier evento electoral es una oportunidad para que la gente participe y manifieste sus aspiraciones. Lo es, también, “para quienes van a la contienda política, porque por más que vayan en desventaja podrán hacer escuchar su voz y contactarse con la gente”. Pero Velásquez es consciente de que la credibilidad en el voto ha perdido terreno, y ya no se ve entre los venezolanos como una posibilidad de cambio.
Elecciones del 27 de julio: ¿Se repite la historia?
En las elecciones municipales del 27 de julio puede repetirse la convocatoria a la abstención por parte del liderazgo con mayor capacidad de convocatoria, lo que posiblemente también pintaría de rojo los gobiernos locales. Los alcaldes de municipios como Chacao y Baruta han llamado a votar para “defender la casa”. El mandatario de Chacao, el opositor Gustavo Duque, instó a sus vecinos a sufragar para proteger las políticas y resguardar una visión de país diferente de la que propugna el oficialismo.
«No se trata de un cargo. Se trata de defender el estilo de vida de un municipio, la idiosincrasia opositora de un municipio y la garantía de que nuestros vecinos tengan calidad de vida como se la estamos garantizando hoy», declaró Duque dos días antes de formalizar su postulación para la reelección.
A los electores los puso en el dilema de sufragar para mantener una forma de vida, o abstenerse y dejar el municipio en manos del oficialismo. «Que vean cómo está la ciudad, que vean cómo está el país, y que vean cómo está el municipio Chacao. Lo digo con mucha humildad. Entren al municipio Chacao de día o de noche, y van a ver una diferencia marcada porque hay unos servidores públicos que decidimos dar nuestra vida con nuestro trabajo permanente para que se viva distinto», comparó.
Los comicios locales son una conquista de la gente, resalta Gustavo Velásquez. “En Venezuela no se elegían alcaldes ni gobernadores”, recuerda. Les tocó a los políticos de los años 1980 luchar para ganar ese derecho, y poder votar por el gobernante que está más cerca de la población y que atiende sus necesidades cotidianas. “Uno debe participar y apoyar a la persona que cree que va a defender las políticas públicas y las ideas políticas”.
El derecho al voto “todavía lo tenemos”, sentencia Velásquez. Y mientras se tenga, hay que ejercerlo, remarca. Fuenmayor, en la misma línea, plantea que siempre se debe votar. Otros factores no piensan lo mismo. Aunque María Corina Machado no se ha pronunciado directamente sobre el evento electoral del 27 de julio, quedan sus palabras en X el pasado mes de enero: “Venezuela ya decidió. El mandato del 28 de julio se respeta. La gente es el 28 de julio. O estás con la gente o estás con Maduro. Aquí ya nadie se la cala más. La historia y los venezolanos serán implacables”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario