Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 5 de enero de 2019

ENDER ARENAS | El Príncipe venezolano

Llegó diciembre y también se fue, además de precios por las nubes, de estadísticas que nos hablan de 23 mil homicidios en el año que termina, de la parálisis general del país, del drama de una oposición silente y fragmentada y además, también, de la tristeza generalizada, la dosis de nostalgia y melancolía con la que los venezolanos solemos conmemorar el fin de año ( y dale con el “faltan 5 pa` las 12 y el año va terminar”) sí, apartando toda la miseria que la crisis nos ha dejado (como hubiéramos apreciado que nos dejara una chiva, una burra negra, una yegua blanca y hasta una buena suegra, que no hubiéramos sabido que hacer con semejantes cosas inútiles pero algo es algo),

En lo personal, las llamadas “fiestas de fin de año” (no sé porque carajo las llaman “fiestas”, como si tuviéramos algo que celebrar) me dio tiempo para leer y releer algunos autores que ya casi había olvidado. Así, volví a leer a Gramsci, ese autor que iluminó nuestros días en la década de los 70, cuando el país era otro y la hegemonía tenia por eje a los adecos y a los copeyanos y había surgido un pequeño partido llamado el MAS que, en ese momento, realizó una lectura adecuada del país que entonces teníamos.

Gramsci nos proporciono una batería conceptual que todavía nos permite acercarnos a la realidad política del país. De Gramsci voy a rescatar el concepto del “príncipe Moderno” figura sobre la que reflexiona y que él toma de su particular lectura de Maquiavelo y de su obra más conocida: “El Príncipe”. Por supuesto no voy a aburrirlo este sábado con una exegesis del texto de Gramsci ni del libro de Maquiavelo, tantas veces citado y tan pocas veces leído.

Quiero referirme al Príncipe, porque precisamente el país carece de esa figura que logre encarnar el sentido y el sentimiento de los venezolanos. Ojo, no me refiero a un personaje en particular, para nada. No me estoy acordando en este momento ni de Leopoldo López, ni Capriles Radonski, Henry Ramos, ni María Corina Machado, ni ningún otro personaje que quiera disfrazarse de héroe individual ni de Salvador de la Patria y por supuesto de los cientos de “charlatanes digitales” que pululan en las redes y aspiran a lo mismo. Pienso en el “Príncipe”, casi en los términos en que lo define Gramsci: “(El príncipe moderno) sólo puede ser un organismo, un elemento de la sociedad complejo en el cual comience a concretarse una voluntad colectiva reconocida y afirmada parcialmente en la acción. Este organismo ya ha sido dado por el desarrollo histórico y es el partido político”.

Dije “casi” porque no estoy pensando en “El Partido” como el príncipe que a Venezuela le hace falta en este momento, se trata de lograr una verdadera Unidad (Unidad en la que estarían involucrado, por supuesto los partidos, la sociedad civil, sectores de la FANB, etc) y que como señala Gramsci serian las mediaciones creadoras de un proyecto de país y de orden que actuaría sobre un ciudadano disperso y pulverizado para suscitar y organizar su voluntad colectiva.

En este sentido este nuevo príncipe movilizaría las pasiones, para construir una voluntad colectiva que de origen a una fuerza social y política que permita la creación definitiva de un proceso de transición hacia nuevas formas de organización estatal y política donde la democracia sea el nuevo código del orden social. Solo estoy parafraseando a Gramsci.

Claro, para lograr esto se requiere una dosis de sacrificio de ese liderazgo incapaz de enfrentarse a las múltiples fracturas que el mismo ha producido, solo así, articulando una solidad unidad que actúe como una sola voluntad el país podrá salir de la dictadura que lo gobierna.

@RojasyArenas

http://verdadesyrumores.com/

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