Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 1 de septiembre de 2018

ENDER ARENAS | El carnet de la patria

Escribo el jueves y son exactamente las 11:15 minutos de la mañana. Antes de llegar a mi casa pasé por la calle que pasa a un lado del Udón Pérez y la cola que estaba frente a un colegio, creo que se llama 1 de Agosto, era impresionante. Honestamente, pensé que estaban vendiendo huevos y me dije para mis adentro: “voy hacer esta cola, pues en mi casa hace 15 días que no se come huevos”. Me baje del carro, me encaminé y pregunte: “Cual es el ultimo?” me indicaron que era la Sra. que estaba en la intersección con la avenida 8 de Sta Rita, algo así como a siete cuadras, solo la necesidad imperiosa de comprar huevos me dije con resignación, bueno tendré que hacer la cola.

La persona a la que le pregunte tenía una gorrita con la bandera y un 4F, quien me miró con sarcasmo y me dijo: “aja, escuálido tanta guevonadas que hablas por la radio y te vienes a sacar el carnet de la patria”, le dije: “¿Para eso es la cola? Yo pensé que era para comprar huevos”. El tipo me miró con desprecio y soltó una carcajada. Me quedé un rato más, pero la cola no caminaba, porque se había caído la internet por un bajón en la electricidad y decidí irme.

Les confieso, que no me sentí extraño en la cola. Con poquísimas excepciones, como el tipo que me increpó y llamó escuálido, una Sra. gorda que resoplaba gritando que Maduro era su comandante y cuatro personas más que se identificaban como chavistas por unos gritos que daban insultando a una Sra. encopetada que alguien de adentro del colegio, un funcionario del PSUV, había colado, (¡Vieja fascista! le gritaba otra Sra. que decía ser miliciana y yo le creí por lo avanzada de su edad), todos, los demás eran como yo, es decir éramos esa gente que se suele identificar como clase media, por los carros, la ropa, la manera de referirse al gobierno. Incluso una Sra. tenía una bolsa llena de apliques de mariposas y detrás de las mariposas una enorme M y una H que supuse que querían decir: Mario Hernández, la famosa firma de carteras y maletas colombianas.

Mientras estaba en la cola meditando si debía sacarme el carnet, porque ya sabía que allí no vendían huevos ni arroz, sino que sacaban lo que el gobierno llama Carnet de la Patria, me decía y me preguntaba: si eso me hacía cómplice del gobierno, si sacarlo me hacía sumiso a Maduro, a Diosdado, a Prieto y a la Sra. con pocos dientes que gritaba: ¡abajo los fascistas! ¿Será que en el fondo soy un traidor a mis valores democráticos?, me preguntaba, ¿Será que en verdad soy un oportunista que para llenar el tanque de gasolina de mi carro vendo mi dignidad?, ¿Será que he cambiado mis juicios sobre lo que evidentemente es una dictadura que abusa de los venezolanos y quiere eternizarse en el poder?, será que he llegado a la conclusión que ellos se han quedado con el país y me toca reconocerlo sin chistar siquiera un ¡No me jodan!

Entonces, miré alrededor y allí estaban jóvenes de buena presencia de ambos sexos con su Cruze estacionado al frente, otro con su Fortuner 4X4, un señor que hablaba de cómo un corredor de apellido Vettel había ganado un gran premio.

Ciertamente había una mayoría que le recordaba la madre a Maduro, a Diosdado Cabello y a toda la nomenclatura chavista, incluyendo, a la clase gobernante regional. Confieso que yo me anoté entre estos últimos y grité: ¡Abaaajo el Gobierno! ¡Abaaajo la dictadura!

La meditación ha concluido en que no, no he dejado de ser el mismo crítico del chavismo y del gobierno que he sido desde la primera aparición de Chávez, el mismo que lo califica de dictadura y que considera que nos gobierna una cáfila de bandidos que solo piensa en quedarse con el poder aunque con ellos destruya lo que antes era un país y hoy parece una bodega en quiebra.

No me considero indigno como no lo son todos aquellos que decidan, por necesidad y por las imperiosas urgencias que tienen, sacarse el bendito carnet.

Pero, les digo una vaina, a pesar que pienso todo eso he renunciado a sacar el “carnet de la patria”. Pero no se equivoquen, no es por principios oposicionistas, es porque por una parte la jodida cola es demasiada larga y segundo los pocos chavistas que hay en la cola me conocen y me tienen ofrecido unos coñazos.

@RojasyArenas

http://verdadesyrumores.com/

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