Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 21 de julio de 2018

¿Cuál es la estrategia cubana para que Maduro y Ortega resistan en el poder? Por Pedro Benítez

Cuba va a jugar duro para que no caigan Maduro ni Ortega / Foto: Cancillería Venezuela

El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo dejó clara su política y su estrategia. Daniel Ortega y Nicolás Maduro deben resistir a todo evento en el poder mientras cambian las circunstancias internacionales. Como dijo este último en el foro: “Bastante sabe Cuba de este combate”. Hay una política y un propósito muy claros: que el castrismo sobreviva en Cuba. Todo lo demás está supeditado a eso. En La Habana saben que una caída de Ortega puede tener un efecto dominó en Venezuela.

El recién estrenado presidente del Consejo de Estado de Cuba y del Consejo de Ministros, Miguel Díaz-Canel, llevó la voz cantante en el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, celebrado del 15 al 17 de julio en La Habana.

En su intervención resumió perfectamente las prioridades, la retórica justificadora de esa internacional que agrupa a gobiernos, partidos y movimientos de izquierda de América Latina y España, y enunció una estrategia:

“Apoyar incondicionalmente y ofrecer firme respaldo al gobierno bolivariano y chavista, a la unión-cívico militar del pueblo venezolano y a su gobierno legítimo y democrático bajo la conducción de Nicolás Maduro Moros”. En el caso del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, señaló: “Exigir el cese de la injerencia de la OEA y las amenazas que enfrenta el gobierno sandinista”.

Al repasar la historia del Foro de Sao Paulo es fácil percibir que lo anterior no son sólo palabras. Es una política con un propósito muy claro: que el castrismo sobreviva en Cuba. Todo está supeditado a eso. Ya lo dijo el propio Maduro en su intervención: “Bastante sabe Cuba de este combate”.

Creado en 1990 por los expresidentes Luiz Inacio Lula da Silva y Fidel Castro, en realidad fue una iniciativa de este último, que ante el desplome del campo socialista en Europa Oriental en 1989 y el fin de la Guerra Fría calculó correctamente que para que su dictadura comunista sobreviviera tenía que rodearse de nuevos aliados.

Desde el viaje del expresidente soviético Mijail Gorbachov a Cuba ese año animando a un renuente Fidel Castro a emprender su propia Perestroika, este sabía perfectamente que no podría contar por mucho tiempo con quien había sido su único respaldo para sostener su proyecto político.

Daniel Ortega perdió sorpresivamente las elecciones de 1990 y, a excepción de Colombia, en toda Latinoamérica los grupos de subversivos de izquierda habían sido derrotados o habían abandonado la lucha armada.

Así, Castro comenzó a armar un nuevo proyecto de poder continental. No tenía dinero, pero sí el prestigio del mito de la revolución cubana sembrado en la mente de muchos latinoamericanos.

Con la llegada de Chávez al poder, Cuba respiró financieramente / Flickr: Hugo Chávez

El comunismo se venía abajo en todo el mundo, pero como recordó en una ocasión Raúl Castro: “La principal característica de Fidel es que nunca se rinde”.

Su primera apuesta era el gigante Brasil. El dirigente sindical Lula (por entonces con una retórica muy marxista) ya tenía una campaña electoral a cuestas. Hizo tres intentos hasta conquistar el poder en 2002.

Luego, en 1994, aterrizaría en el aeropuerto José Martí su segundo candidato. Un teniente coronel venezolano que se había hecho famoso por intentar un golpe de Estado militar en febrero de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez, hasta entonces “un amigo de Castro”.

En sus palabras en la Universidad de La Habana, Hugo Chávez le prometió al dictador cubano que regresaría “en nuevas condiciones”. Y agregó: “No para tender la mano, sino para apoyar a la revolución cubana”.

Con la llegada de Chávez a la Presidencia de Venezuela en 1999, la Cuba castrista pudo empezar a respirar financieramente. A partir de ese momento, un país tras otro fue entrando en la órbita de gobiernos afines al Foro de Sao Paulo y, por tanto, aliados de Castro.

El castrismo sobrevivió solo, contra todo pronóstico, al Periodo Especial (1991-1999). Ahora, 20 años después puede cruzar un nuevo desierto, pero acompañado. Allí todavía tiene a Venezuela, Bolivia y Nicaragua firmemente comprometidas. Los cambios políticos en México y Brasil le pueden favorecer.

Lo que sostiene a Ortega y Maduro
No fue casualidad que Díaz-Canel haya expresado el apoyo incondicional a la unión-cívico militar en Venezuela. Los mandatarios cubanos son perfectamente conscientes de que en Venezuela el poder viene hoy de la boca del fusil. Tampoco que el caso de Nicaragua haya puesto su énfasis en la Organización de Estados Americanos (OEA).

Leer mas: https://alnavio.com/noticia/14410/firmas/cual-es-la-estrategia-cubana-para-que-maduro-y-ortega-resistan-en-el-poder.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario