Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

viernes, 25 de mayo de 2018

El pueblo tiene la palabra, Jorge Sánchez Meleán / Economista

En medio de este clima de ilegitimidad, ilegalidad e inconstitucionalidad inédito, hemos entrado en un período de peligrosa inestabilidad política, económica y social, que debemos manejar con inteligencia, amplitud y patriotismo

El 20 de mayo de 2018, con la mayor abstención electoral de la historia reciente venezolana, Nicolás Maduro protagonizó el fraude más burdo y descarado de los últimos años. Un CNE en el que solo confían el 14 por ciento de los electores, avaló una participación del 46 por ciento que nadie cree.

En consecuencia, los 5,8 millones de votos que se atribuyeron a Maduro, en realidad son mucho menos, como ocurrió en las elecciones de la ANC. Por ello, en la estafa electoral del 20-M triunfó de manera evidente, la desobediencia civil que convirtió en verdadero desierto a las mesas electorales de todo el país.

El resultado electoral puso de manifiesto, que a pesar de esos delitos, nada alteró lo que revelaban las últimas encuestas: que 75 por ciento de los venezolanos rechazan la gestión de Maduro; que 69 por ciento están angustiados, desesperados, asustados y enojados con el estado de cosas; que 4 de 10 venezolanos comen menos de tres veces al día. Maduro ni siguiera logró obtener el 29 por ciento de los votos de los optimistas que aún existen en las filas oficialistas.

La inédita abstención del 20-M no fue predicha por ninguna de las encuestadoras del país. Desconcertó al régimen y castigó al responsable del fraude, que aspiraba a 10 millones de votos. Hoy el régimen chavista no solo tiene ilegitimidad de desempeño, sino ahora da origen para un hipotético nuevo período.

El proceso ha sido desconocido por toda la oposición y la sociedad civil venezolana y por la Comunidad Internacional. Y todo esto ocurre, en medio de una crisis política, económica, social y moral sin precedentes. Por ello, en medio de este clima de ilegitimidad, ilegalidad e inconstitucionalidad inédito, hemos entrado en un período de peligrosa inestabilidad política, económica y social, que debemos manejar con inteligencia, amplitud y patriotismo. Ya nadie cree en la palabra del régimen ni del Presidente. Se requerirían nuevos actores. Ha llegado entonces el momento de la Unidad, con liderazgo renovado de quienes aspiran a un cambio en el país. Llegó el momento en que la soberanía que reside en el pueblo pueda ser ejercida sin fraudes de ninguna naturaleza. Lo acontecido el de 20-M puso de manifiesto, que el pueblo de Venezuela mayoritariamente desconoció a un régimen que ha contrariado los principios y garantías democráticos y que ha menoscabado los derechos humanos. Ya el artículo 350 de la Constitución comenzó a aplicarse. Ahora el Pueblo tiene la palabra.

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1 comentario:

  1. Anónimo4:17 p.m.

    Ha llegado entonces el momento de la Unidad, con liderazgo renovado de quienes aspiran a un cambio en el país. Llegó el momento en que la soberanía que reside en el pueblo pueda ser ejercida sin fraudes de ninguna naturaleza. Lo acontecido el de 20-M puso de manifiesto, que el pueblo de Venezuela mayoritariamente desconoció a un régimen que ha contrariado los principios y garantías democráticos y que ha menoscabado los derechos humanos. Ya el artículo 350 de la Constitución comenzó a aplicarse. Ahora el Pueblo tiene la palabra.

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