Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Entrevista a Sergio Fajardo: ‘En Colombia tenemos que aprender a ser diferentes sin ser enemigos’ Por ALBINSON LINARES

Sergio Fajardo Valderrama, candidato a la presidencia de Colombia, disputa con el candidato de izquierda el primer lugar en los más recientes sondeos de intención de voto. Credit José Méndez /European Pressphoto Agency

A Sergio Fajardo Valderrama le gustan los juegos de lógica y los acertijos del cálculo. Matemático de profesión y, desde hace dieciocho años, político por vocación dice que se enorgullece de su comienzo tardío en el servicio público, cuando tenía 43 años y abandonó la academia para empecinarse en cambiar a Medellín, la ciudad que se hizo famosa mundialmente en la era de Pablo Escobar a fines de los años ochenta y principios de los noventa por ser el epicentro del tráfico de drogas y la violencia.

“Hicimos la mejor gestión con una política distinta, de transparencia, que enfrentó a la corrupción y el clientelismo”, dice este político antioqueño que a sus 61 años ya fue alcalde de Medellín, gobernador de Antioquia y ahora compite por segunda vez para ganar la presidencia de Colombia, mientras en las encuestas le disputa el primer lugar de intención de voto a Gustavo Petro, un dirigente de la izquierda.

A Fajardo también le gustan los diagramas: en sus textos suele haber dibujos a mano que proyectan sus ideas como si intentara despejar la ecuación política para poder gobernar a su país. Esta semana visitó Ciudad de México para presentar El poder de la decencia, en el Tec de Monterrey, institución donde ha sido profesor invitado. Se trata de un libro que recoge buena parte de su experiencia como funcionario y plasma un ideario en el que intenta explicar con argumentos, rayas, flechas y cuadros cómo pretende cambiar a su país si gana las elecciones presidenciales del próximo 27 de mayo.

Cuando se le pregunta qué es lo que significa ese título en un mundo dominado por el frenesí de información y los conflictos sociales, el político responde con una amplia sonrisa: “Colombia está llena de heridas por eso no se puede construir la paz con rabia, que es la alternativa que nos están planteando; debemos apoyar una cultura de la convivencia, la legalidad, la seguridad urbana y, por encima de todo esto, apostar por el desarrollo de un país que tiene la riqueza ambiental y de la gente, con educación, ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y cultura”.

Sergio Fajardo Valderrama con los candidatos para las elecciones legislativas de Coalición Colombia, el movimiento que respalda sus aspiraciones presidenciales, en Bogotá Credit Mauricio Dueñas Castañeda/European Pressphoto Agency

En sus discursos suele decir que no es de derecha ni izquierda. Sin embargo, esa definición parece vincularlo a los movimientos antisistema que han sido muy criticados en Colombia. ¿Cómo le explica al electorado cuál es su tendencia política?

Soy un político del siglo XXI que empezó tarde en esto; además estudié un doctorado en lógica matemática en la Universidad de Wisconsin, entonces mi forma de entender la política es diferente y no estoy atrapado en esas casillas cerradas. Valoro la capacidad de tener unos principios, de articularnos con otros, convocar para trabajar y romper todas esas estructuras rígidas del pensamiento. Estamos por encima de izquierda o derecha, no cabemos en esas categorías y esa es la política que he hecho, cívica e independiente, y hasta ahora nos ha ido muy bien.

Ciertamente, las últimas encuestas lo ubican en los primeros lugares de la intención de voto. Sin embargo, los sondeos de opinión han tenido grandes márgenes de error en elecciones recientes. ¿Confía en esas mediciones o simplemente las ve como parte de la presión de la campaña?

Pues estamos conectando con la ciudadanía y eso es bueno, pero no me centro en las encuestas. Luego de la negociación del Acuerdo de Paz y el plebiscito terminamos con un país fracturado; después llegó el escándalo de la corrupción de Odebrecht y esa fue la gota que llenó la taza porque causó un gran malestar en el país. Hay personas que juegan a la polarización y quieren convertir todo ese odio, miedo y rabia en deseos de venganza y agresión, siempre que eso pasa aparece una nueva forma de la violencia. Pero ante eso, nosotros decimos que llegó el tiempo de cambiar porque ahora se pueden tomar decisiones que van a marcar nuestro futuro por un largo tiempo.

Leer mas: https://www.nytimes.com/es/2018/02/16/colombia-sergio-fajardo-elecciones-medellin/

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