Un 15,7 % de la población venezolana encuentra en la basura su fuente de nutrientes, según el informe La Alimentación en Venezuela, elaborado por la firma More Consulting en 2016. A casi 2 años de presentarse esas cifras la situación se evidencia en las aceras de las ciudades de país, agudizando un drama que afecta a una parte de la población, ante la aversión de la sociedad, el silencio de las autoridades y la indiferencia del Estado.
El estudio realizado entre el 8 y 12 de agosto de 2016, presentado por la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional, también revela que el 53,9% de los venezolanos se va a la cama sin comer. Especialistas advierten las severas consecuencias a corto y mediano plazo, que se traducen en una población enferma y desprotegida.
Gisela Romero, profesora de la Universidad del Zulia (LUZ), adscrita al Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), aseguró que en la consulta se están presentando pacientes gravemente desnutridos y enfermos, con diarreas y parasitosis. «Estamos viendo los parásitos que no teníamos y estaban erradicados, como el Taenia, que afecta al intestino delgado y la absorción de nutrientes. Todo esto es factible encontrarlo en la basura».
Reiteró que a diario se observa en las calles de la ciudad de Maracaibo gran acumulación de basura, factor que agudiza el problema, porque ocasiona la proliferación de enfermedades, en vista de que el sistema público tiene serias deficiencias en la recolección de los desechos. En la basura también se acumulan heces humanas que pueden almacenar cualquier tipo de parásitos.
«Todo esto crea un estado de indefensión de nuestra población. Se ha tocado fondo, porque cómo podemos hablar de una población sana, cuando gran parte de ella come de la basura», expresó Romero.
Para Martín Hernández, especialista en infectología y profesor jubilado de LUZ, el incremento de personas que recurren a los desechos para comer se está convirtiendo en un problema de salud pública que jamás se estimaría que ocurriera en Venezuela.
Destaca que las personas que consumen alimentos descompuestos o contaminados, corren el riesgo de adquirir cualquier tipo de infección bacteriana. «Los múltiples virus de la Hepatitis provienen de alimentos contaminados, especialmente el de la Hepatitis A, un virus hepatotrópico que afecta el hígado».
¿Qué enfermedades produce comer de los desechos?
El Lixiviado, no es inofensivo
La basura recolectada por mucho tiempo, emana un líquido llamado lixiviado que puede suponerse inofensivo, sin embargo, es altamente perjudicial porque tiene un alto contenido de amonio, sales nitrogenadas, metales pesados, que puede provocar erosión del asfalto y graves daños en la piel y hasta perforar los intestinos del ser humano. «Los alimentos bañados en ese líquido afectan a las personas que los consuman», explicó la profesora Gisela Romero.
Gisela Romero, coordinadora del Programa de Educación Continua adscrita a la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de LUZ, explicó que los depósitos de material orgánico están compuestos por alimentos desechados en el hogar y en restaurantes. Revela que los alimentos que se han llevado a la boca y tienen contacto con la saliva humana, pueden llevar una infección por virus, por bacteria o por hongo.
Según Romero la bacteria más frecuente que puede afectar a una persona en el tracto intestinal es el Helicobacter Pylori (infección en el estomago) que está presente en la saliva de los humanos. Es la menos perjudicial, pero también se pueden encontrar parásitos y hongos. «A través de alimentos que han estado en contacto con humanos podemos tener la transmisión de cualquier ente viral, parasitario o bacteriano».
La especialista en gastroenterología advierte que una vez que llegan los materiales orgánicos a los desechos tienen embates de calor, se establecen mecanismos de putrefacción y fermentación, pero lo más grave son los animales que tienen contacto con los desechos: ratas, gatos, perros, moscas, mosquitos, cucarachas, entre otros.
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