El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) cerró el año 2017 con tres victorias parciales de cara a sus adversarios. Sin consultar previamente a la ciudadanía –y violando así lo establecido en la Carta Magna–, persuadió a sus simpatizantes de ir a las urnas el 30 de julio para designar a los miembros de una Asamblea Nacional Constituyente.
Aunque la comunidad internacional se rehúsa a reconocer a esa entidad por las circunstancias en que fue creada, cinco gobernadores antichavistas fueron conminados por el PSUV a juramentarse ante ella tras los comicios regionales del 15 de octubre; al político opositor que se negó a hacerlo se le impidió asumir el cargo para el cual había sido elegido por voto popular.
Dadas las evidencias de que el oficialismo había cometido fraude para tomar el poder en al menos un estado, la mayoría de los partidos opositores boicoteó las elecciones siguientes, las municipales del 10 de diciembre. En consecuencia, el PSUV ganó casi todas las alcaldías de país… No obstante, el chavismo pasó el fin de año –Navidad y Nochevieja incluidas– bajo fuego amigo: aunque cientos de personas venían protestando desde hacía semanas por la constante interrupción del suministro de agua potable, electricidad, gas y gasolina, el desabastecimiento de medicamentos y el alto costo de los alimentos, las agencias de noticias comenzaron a reportar tumultos y violencia en varias zonas de Venezuela el 27 de diciembre debido a la escasez de perniles.
Calles fueron bloqueadas, depósitos de basura fueron incendiados y comercios fueron saqueados en vecindarios capitalinos como Antímano y La Vega, usualmente percibidos como bastiones chavistas. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dispersó a los manifestantes a punta de gases lacrimógenos, como lo había hecho meses antes con las marchas organizadas por el antichavismo. El 31 de diciembre, una multitud se congregó en torno a un grupo de militares cuya misión era repartir los perniles que el Gobierno había prometido ofrecerles a seis millones de familias a precios subsidiados; el muslo de cerdo es uno de los elementos principales de la tradicional cena navideña venezolana. Al ver que se agotaba la existencia, la gente se puso nerviosa.
Rebatiñas navideñas
Alegando que se había tornado violenta, un agente de la GNB disparó contra la muchedumbre y mató a una joven embarazada. Ese incidente le dio un toque macabro a un fenómeno que hasta entonces había sido comentado por ciertos sectores del antichavismo con una mezcla de sorna y desdén: las rebatiñas protagonizadas por quienes dependen del PSUV para comer. El “hombre fuerte” de Caracas, Nicolás Maduro, creó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) como respuesta al desabastecimiento derivado de sus propias políticas económicas y los puso en manos de militares y civiles cercanos al PSUV; está por verse qué consecuencias tendrá su aparente incapacidad para cumplir con su rol de proveedor.
"Ya basta de tanta hambre, de tanta mentira", contundente mensaje le envía vecina de #LaUrbina a Maduro durante protesta / Vía: @VanessaRivasc pic.twitter.com/ZyR9ivkoeM— CaraotaDigital (@CaraotaDigital) 21 de diciembre de 2017


No hay comentarios.:
Publicar un comentario