Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 23 de diciembre de 2017

ENDER ARENAS | Es la noche de mañana una buena noche

De todas las convenciones creadas por el hombre ninguna como la noche buena. Hemos tenido navidades buenas, incluso hemos estado tan alegres durante sus fiestas que esa alegría la hemos confundido con algo que dura máximo tres minutos, dos minutos: la felicidad. Pero, nunca nos parecieron aquellas “noches buenas” tan buenas como ahora cuando la comparamos con esta que hoy des-viviremos y des-vivimos.

Es que las cosas buenas se nos alejaron al galope y no hablo de las hallacas, el pan de jamón, la ensalada rusa, el dulce de lechosa y el manjar blanco, los estrenos y hasta los juguetes, eso sin duda lo hemos perdido, unos porque desaparecieron y otros porque no puedan ser adquiridos.

Tampoco hablo del efectivo que ha desaparecido, ni de las medicinas que no se encuentran y cuya desaparición, ya ha producido un número significativo de muertes, no hablo de la comida cuya ausencia en la mesa ha hecho que miles de venezolanos emigren hacia las bolsas de basura y por supuesto tampoco hablo de la gasolina y de las grandes colas y de las horas interminables para llenar el tanque del carro.

En verdad, hay cosas que no hemos vuelto a ver y seguramente nunca más volveremos a ver, como por ejemplo, el espectacular despliegue del alumbrado navideño: las casas y arboles llenas de luces, que se convertían en motivo de pequeños tours urbanos donde la cara de los más pequeños eran un poema de emoción.

Pero hablo fundamentalmente de la pérdida de las seguridades que teníamos y que hoy hace que todos vivamos victimizados por la dictadura de una minoría que nos hace sentir en el más absoluto desamparo y desespero.

Hace días estuve en un almacén de la Avenida El Milagro había dos colas para pagar, en una estaba la gente que pagaba con sus tarjetas de débitos y en la otra la gente que pagaba con la dadiva gubernamental de 500 bs. Dos colas de humillados, pues mucha de las cosas que llevaban se quedaban en las cestas, de la primera, porque el punto de venta devolvía la leyenda “fondos insuficientes” y de la segunda porque los 500 bs de la dadiva electoral gubernamental no alcanzaba para comprar nada. Y es que hoy nadie tiene dinero ni siquiera para vivir una nostalgia.

Pero, a pesar de todo, mañana se “celebra” la noche buena. Es cierto que  no es buena. Aun así, les deseo, a todos los que sábado a sábado tienen la molestia de leer estas notas, que disfruten estas fiestas y que por un momento, solo un momento, olviden la situación que vivimos.

@RojasyArenas

http://verdadesyrumores.com/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario