Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 25 de septiembre de 2017

"China no quiere gobernar países y pueblos extranjeros, solo quiere acceso a sus mercados y recursos", Juan Pablo Toro V.

Parag Khanna, autor de "Connectography: Mapping the future of global civilization". El analista singapurense sostiene que no puede haber avances geopolíticos sin conectividad: "ni para los romanos antiguos ni para los chinos modernos". Y con la Nueva Ruta de la Seda, Beijing consigue cooperación comercial y una herramienta estratégica para expandir su influencia.

Como un verdadero apóstol de la globalización, el analista singapurense Parag Khanna viene predicando que la conectividad, y no la geografía, es lo que determina nuestro destino. Por eso invita a fijarse más en los mapas de facto que muestran los intercambios de bienes, energía, comunicaciones y productos, que en los mapas políticos, o de iure , que solo exhiben una realidad fija que en la práctica no existe.

La Iniciativa de la Franja y Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), por la cual China busca interconectar Eurasia y África a través de millonarios proyectos de infraestructura, parece haber escuchado las palabras de Khanna y llevarlas a la realidad. En una entrevista por escrito, "El Mercurio" discutió las implicancias del proyecto con el analista.

-En la reciente cumbre de los países BRICS, el Presidente chino, Xi Jinping, dijo: "Déjenme ser claros con esto: La Iniciativa de la Franja y la Ruta no es una herramienta para adelantar ninguna agenda geopolítica, sino una plataforma para la cooperación práctica". En su opinión, ¿la BRI es más sobre "Conectografía" que geopolítica? "Geopolítica y conectividad (¡o 'Conectografía'!) son dos caras de la misma moneda. No hay avances geopolíticos sin conectividad -ni para los romanos antiguos ni para los chinos modernos-. Entonces, la BRI puede ser denominada una plataforma para la cooperación comercial mutua a través de infraestructura o una herramienta estratégica de expansión de influencia. Ambas ocurren al mismo tiempo".

-¿Le hace sentido mejorar las conexiones terrestres entre China y Europa? Aunque usted afirma que la conectividad agrega valor a las cadenas productivas, en términos de volumen comercial siempre será más barato mover grandes cantidades de bienes por barco.
"En términos de comercio de bienes, los volúmenes marítimos ciertamente dominan los flujos. Pero las rutas terrestres no son tanto sobre volumen, como sobre otros dos propósitos: resiliencia y rapidez. Por resiliencia me refiero a una ruta alternativa en caso de bloqueo de vías marítimas, como el canal de Suez o el estrecho de Malaca. Y por rapidez, los trenes de carga que atraviesan Eurasia toman 13 días o menos frente a un mes o más. Fundamentalmente, China quiere tener opciones y no ser tan dependiente del comercio marítimo".

-Para hacer la BRI una realidad concreta se necesita coordinar a varios países. ¿Quién está a cargo de esa tarea?
"Por los últimos 25 años, la Unión Europea ha conducido de forma coordinada su expansión hacia el este financiando proyectos de infraestructura hacia el mar Caspio. Y durante el mismo período, China condujo proyectos similares de oleoductos, líneas férreas y carreteras a través de ex repúblicas soviéticas, también hacia el mar Caspio. Hoy ambos continúan con sus esfuerzos bilaterales, pero además se coordinan en el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura. Y están organismos como el Banco Mundial y el Banco Asiático de Inversión y otros, que están cumpliendo varios roles. Muchos proyectos tienen el ímpetu o liderazgo chino, y otros no. Habrá mucho diálogo y coordinación a medida que se desenvuelvan la infraestructura, sin la necesidad de un único zar; entonces, a conversar se ha dicho".

-¿Y qué hay sobre el riesgo geopolítico en países que son vitales para la BRI, como Pakistán o Irán?
"Recuerde que los mismos países sobre los cuales Occidente ve sospechosamente sus agendas estratégicas y percibe que están en un doble juego -por nombrar a Irán y Pakistán- son los mismos en los que China más quiere construir puentes hacia y a través de ellos. Son, además, mercados de alto crecimiento, que entusiasman a los inversionistas asiáticos más que ahuyentarlos. De hecho, los europeos están llegando y adoptando una visión asiática sobre esos países. Las empresas europeas rechazan las sanciones de EE.UU. y quieren tener un gran acceso a esos mercados".

-¿Sería correcto afirmar que con la BRI, China está construyendo un imperio comercial más enfocado en el comercio que territorio, como lo hicieron los holandeses en el pasado?
"La analogía al imperio holandés que he explorado es muy relevante, porque China no es aún una potencia militar global. Su influencia exterior se expresa a través de relaciones de mercado y el establecimiento de zonas económicas especiales con sus socios. Esto es muy similar a como operaba la Compañía de Indias Orientales de Holanda siglos atrás. Donde los españoles y portugueses se hacían con grandes territorios, los holandeses estaban con lo que llamo un 'imperio de enclaves'. China no quiere gobernar países y pueblos extranjeros, solo quiere acceso a sus mercados y recursos".
"Los mismos países sobre los cuales Occidente ve sospechosamente sus agendas estratégicas y percibe que están en un doble juego son los mismos en los que China más quiere construir puentes hacia y a través de ellos".

http://diario.elmercurio.com/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario