DESOBEDIENCIA CIVIL, Carlos Contreras - Sociologo

La desobediencia civil es el acto reconocido legítimamente que tienen los ciudadanos bajo voluntad natural, libre, y asistido por los principios fundamentales establecidos en los Derechos Humanos Universales para desacatar una norma de la cual se tiene obligación de cumplimiento. Conceptualmente, la norma que debería obedecerse, por lo general, es una norma jurídica, o en todo caso cualquiera que el Bloque en el poder, considera investida de autoridad en el sentido de que su transgresión puede acarrear inevitablemente un castigo.

En ese sentido, la desobediencia puede ser activa, pasiva o inter. El término civil hace referencia a los deberes generales que todo ciudadano debe reconocer, legitimando así el orden legal vigente. En otras palabras, civil, indica que el objetivo principal de la desobediencia es traer cambios en el orden social o político que pueden afectar la libertad de los ciudadanos.

Por tanto, siguiendo a Duverger, la desobediencia civil puede definirse como cualquier acto o proceso de oposición pública a una ley o una política adoptada por un gobierno establecido, cuando el autor tiene conciencia de que sus actos son ilegales o de discutible legalidad, y es llevada a cabo y mantenida para conseguir unos fines sociales concretos.

Por tal razón, para que un acto se clasifique como de desobediencia civil, se necesita que la acción se haga públicamente, que sea ilegal o que así lo clasifique el poder instaurado, al mismo tiempo quien cometa el supuesto delito, esté consciente de sus acciones y motivos.

Basado en estos elementos reflexivos, podemos afirmar que en Venezuela, un 87,6% de la población está en disposición plena y decidida para afrontar las vicisitudes del camino que le cuesta recorrer por la vía de una “transición política” proceso en el cual andamos en estos momentos, de los cuales, debemos sacar el mejor provecho político, tanto en lo organizativo, gerencial, estratégico, pero fundamentalmente institucional, con la finalidad de rescatar los valores y principios democráticos, por diversas razones, tanto de tipo moral, como económicas, sociales, o políticas.

Es oportuno, pero además predominante, que la sociedad civil nacional, al lado de los dirigentes de la MUD, de los estudiantes de la iglesia, de los sectores productivos, de los intelectuales, universitarios, profesionales, técnicos, trabajadores, pescadores, campesinos, artesanos, artistas, entre otros factores, reconozcan que estamos en un momento de “Transición política”, el cual es un momento histórico especifico y un elemento vital y democrático para la vida del país.