333 y 350, Juan Pablo Guanipa V. - Diputado de la AN

Venezuela sufre de un desprecio a la constitucionalidad con precedentes. No es primera vez que un gobernante la viola de manera grosera o intenta modificarla con el único objetivo de perpetuarse en el poder, sin contar con apoyo popular. La Constitución vigente tiene varias disposiciones para defenderla. Basta que leamos el preámbulo y el Título I, 9 artículos que contienen sus principios. Allí queda en evidencia que ni Maduro ni quienes lo acompañan respetan uno solo de los principios que allí se propugnan.

Los votantes nos hemos manifestado con el triunfo de la Unidad en las elecciones parlamentarias. Tanto la AN como otras instituciones, especialmente la Fiscalía General de la República y los ciudadanos acudimos a los poderes para que se activen en defender la Constitución. Ni el ejecutivo, judicial, electoral, ni parte del ciudadano encarnado en el Defensor del Pueblo, han respondido al clamor popular. Por el contrario, se han convertido en tontos -ellos se creen vivos- útiles del dictador.

Nos toca entonces hacer uso de nuestro derecho ciudadano. “Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.” Artículo 138 de nuestra Constitución, además de que el ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual por abuso, desviación de poder o por violación de la Constitución.

Esto se traduce en la aplicación de los artículos 333 y 350. El 350 nos compromete a desconocer cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos. El 333 nos impone el deber, a todos los ciudadanos, con autoridad o no, de colaborar en el restablecimiento de la vigencia de la Constitución.

Resistencia, desobediencia civil, rebelión, no son sólo derechos, sino deberes de los venezolanos en momentos como los que hoy vivimos. La mayoría hemos decidido desconocer el régimen de Nicolás Maduro, así como la írrita convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, restituir el orden constitucional, nombrar nuevos poderes y llamar a elecciones libres.

Convocamos a toda Venezuela a profundizar la protesta pacífica en la calle, intensificarla y convertirla en permanente hasta lograr la restitución del orden constitucional. A todos los vecinos a constituir un Comité por el Rescate de la Democracia -crdvenezuela.com- en cada una de las comunidades, barrios y urbanizaciones para que nos organicemos a los llamados nacionales contra el fraude constituyente y por la formación de un nuevo gobierno. Estamos a tiempo de frenar esta locura y de rescatar el país. La tarea es de todos.

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