La oposición venezolana ha enfrentado todo tipo de problemas frente al chavismo: divisiones internas, egos desmedidos, bloqueos, boicots y una cancha dispareja forman parte de su historia que tiene casi nada de dulce y mucho más de agraz.
Pero este último mes ha mostrado que está en su momento. La organización casi diaria de protestas, incluyendo la exitosa "Madre de todas las marchas", ha ratificado su poder de convocatoria en las calles. Y a ellos mismos les ha recordado que, pese a su heterogénea composición -la Mesa de Unidad Democrática está compuesta por 15 partidos que van desde la izquierda hasta la derecha, algunos más beligerantes que otros- tienen un objetivo común.
"Es tentador concluir que la oposición ha sido ineficaz. Pero si dejamos de lado el objetivo principal, encontramos una larga lista de triunfos políticos", señala en un ensayo Javier Corrales, académico del Amherst College y autor de "Un Dragón en el Trópico", quien destaca cómo las fuerzas opositoras pasaron del boicot en las elecciones de 2005 a una estrategia electoral cada vez más convocante.
Tras un largo recorrido, hoy la oposición luce una imagen renovada tanto a nivel interno como externo. "Durante la mayor parte de la era de Chávez, la oposición era vista afuera como 'golpista' y el gobierno era 'constitucionalista'. Esto llevó a un serio problema de legitimidad en el foro internacional. Ahora, la oposición ha cambiado esas imágenes. La MUD es vista como 'constitucionalista' y el gobierno, como 'golpista'", escribe Corrales, quien advierte que en cada fase ha debido desarrollar una nueva estrategia para enfrentar al chavismo.
"Esta última fase es especialmente desafiante. Las elecciones han sido suspendidas, que era donde la MUD tenía su ventaja más fuerte. Y el apoyo popular al chavismo ha sido reemplazado por la militarización. Hoy el chavismo no es nada más que una junta militar diseñada para proteger narcomafias y a especuladores, apoyados por mercenarios pagados, los colectivos. Pelear contra Maduro se ha convertido menos en un ejercicio de luchar por la democracia liberal y más un ejercicio de pelear contra una organización criminal. No hay ninguna oposición en Latinoamérica que enfrente este tipo de desafío".
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