La intermediación política - Neuro J. Villalobos Rincón / Exrector de LUZ

El único efecto de la centrifugadora política común a todas partes, es que complica el panorama político y borra los viejos modelos y costumbres.” Moisés Naim.

Todos los venezolanos, sin excepción, debemos reflexionar permanentemente sobre lo que acontece en el mundo político mundial y en nuestro país en particular. Creo, como lo dice Moisés Naim, que los partidos políticos están perdiendo una de sus funciones esenciales como lo es la intermediación entre la gente y su gobierno, y esto nos puede conducir, digo yo, a la anarquía o a la tiranía. La proliferación de agrupaciones con fines y propósitos muy diversos es lo más democrático, pero, no hay duda que dificulta y retrasa fórmulas de acuerdo, y en política, dicen los entendidos, llegar tarde es no llegar. El olfato político es importante y la inferencia deductiva también lo es, pero la realidad nos está indicando que la función más esperada de los partidos políticos es la de “conectar los deseos y necesidades de los votantes con las actividades y decisiones de Gobierno”, y eso, dice Naim, a los partidos les cuesta cada vez más desempeñar con eficacia ese papel crucial.

¿Porqué ocurre esto? Volvamos a Naim; “porque los canales que conectan a la gente con el Gobierno son ahora mucho más cortos y más directos que antes y aparecen cada vez más actores capaces de intervenir en ese proceso y competir con los partidos en el desempeño de ese papel”. De allí que el mensaje más directo  de estos nuevos actores está dirigido a satisfacer las necesidades según la magnitud de los grupos de interés. Podría estar allí parte de la explicación del triunfo de Trump en los EEUU y las dificultades en que se encuentra la MUD en Venezuela.

El régimen llama a una mesa de diálogo, pero sigue tomando decisiones de gobierno ilegales y antidemocráticas, le guste o no a la gente. Lo que interesa a los grupúsculos en el poder son sus intereses particulares y se han desentendido de quienes votaron por ellos. Mientras tanto, la MUD se sentó en la mesa de diálogo y dejó de ejercer acciones de calle que era el reclamo de la gente; de allí la postura de personas y grupos que pretenden “defender” sus intereses y deseos sin necesidad de que los partidos políticos actúen como intermediarios, desestimando incluso, a grupos de personas con propósitos, fines y hasta intereses comunes.

Urge que los líderes de los partidos políticos se detengan a hacer una lectura precisa de estos fenómenos; poner más atención a lo que reclama la gente y retomar los mecanismos de lucha con verdadero sentido unitario. Lo aconseja la sociología política y el bien de la patria.

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