Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 29 de agosto de 2016

La gran marcha - AMÉRICO MARTÍN


Este artículo se destina a la concentración del 1° de septiembre y su consecuencial destino revocatorio. Pero no resisto la tentación de cotejar dos declaraciones.

Dice una: - Los funcionarios que hayan firmado por el RR serán despedidos ipso facto.

Sostiene la segunda: La libertad es siempre libertad si protege al que se opone. Sin elecciones generales, sin libertad de prensa, sin lucha de opiniones la vida institucional se extingue.

La primera -Diosdado o cualquiera de sus émulos- es una franca prueba de la incompatibilidad madurista entre democracia y dictadura, tal como durante 100 años de fracaso abominable evidenció el socialismo dictatorial y violento que la humanidad experimentó, no la quimera que soñó.

La segunda emanó de la ilustre teórica socialista polaco-alemana Rosa Luxemburg, asesinada por el totalitarismo en 1919. Estudiaba, luchaba, escribía. Su cadáver fue arrojado furiosamente al Landweher, un sombrío canal de Berlín.

Del hombre que se ufana de su paleolítico mazo no tengo mucho que decir. Sus lecturas, sus reflexiones, sus ideas. Y el tono y el tema de lo que profiere no me brinda mayores luces al respecto. Si viviera, Rosa me demolería por la comparación a la que la he sometido. El otro sería más benevolente. Quizá no sepa de quién le hablo.

La marcha o concentración del primero de septiembre tiene una peculiaridad, ausente en varias otras, y es su perfecto y definido objetivo. He escrito que no puede abusarse de este tipo de actos porque tienden a agotarse, precisamente porque se limitan al desahogo de la protesta por la protesta misma. Pueden levantar una emoción esperanzada que deja las cosas tal como antes y de allí su propensión a debilitarse en la medida en que la esperanza no es satisfecha con nada tangible. El 1 de septiembre, en cambio, es protesta y es propuesta. Se rechaza la brutal campaña del gobierno y la falaz conducta de la mayoría del CNE contra el RR que, como saben hasta las piedras, es una fórmula constitucional, pacífica, electoral. La más democrática imaginable. La más generosa propuesta para todos, sin excepción.

Como nunca en su historia republicana, la tragedia venezolana se ha globalizado. Están en proceso de liquidación o racionalización los sistemas de alianza en los que reposó el modelo chavo-madurista abusando del descomunal poder que le proporcionó el derroche petro-financiero. El mundo está pendiente del destino del RR, un derecho constitucional innegociable y de la valiente concentración del 1° de septiembre. También pide diálogo con agenda cierta y compromiso con la paz, el entendimiento y la superación del estado de postración en que se encuentra el país. El éxito del 1° de septiembre será un fuerte acicate para que el RR surta su efecto en beneficiodel país, sin sangre, sin violencia, sin perpetuar el ciclo siniestro de los perseguidos de hoy convertidos en perseguidores de mañana.

El caso es que, como lo perciben incluso algunos de los más empingorotados del poder, Venezuela está al borde de una crisis volcánica que no cesa de intensificarse porque el gobierno no sabe cambiar el absurdo modelo que la generó. Tampoco quiere dialogar en serio. Reprime y amenaza sin objeto claro; es un reflejo nervioso dirigido a llenar de ruido el ambiente, como queriendo conjurar la serena conducción de la MUD solo porque es de la MUD. Pero lo que debería recordar es que el RR es una fórmula puesta allí para situaciones como ésta. Es la certeza de un cambio profundo e incruento que podría conducir a un gobierno de unidad nacional, respetuoso de las más variadas ideologías, capaz de hacer justicia, sí, sin confundirla con la venganza, y cuya primera y fundamental tarea sea sacar al país y al maltratado pueblo venezolano de la tumba sombría en la que yacen…. por ahora.

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