Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

domingo, 26 de junio de 2016

El orgullo por la MUD.- SIMON GARCIA.

Durante largo tiempo se ha considerado que la política es una desgracia que hay que soportar y que el político es un ser tan inevitable como detestable y prescindible. Alguna gente, sin ocuparse por la veracidad de lo que repiten, da por sentado que ser político, implica enriquecimiento, engaños y tramposerías.

La cultura popular, que tampoco todo lo que expresa es verdad, usa la frase "es muy político" para referirse a comportamientos no muy virtuosos. Pero el arraigo de esta convicción no puede atribuirse exclusivamente a la antipolítica. Hay políticos honestos y políticos ladrones, con ideales o con bastardías, con ideas o con cerebros prestados. Hay también quienes saltan desde su poderío económico o su presencia en los medios al ejercicio de una política desconectada de lucha, representatividad y vocación de ser útiles a la sociedad.

La política es un servicio a los demás. Supone dedicación, preparación, lucha, apego a principios y un gran esfuerzo para reconducir el ego. Nuestros partidos estuvieron llenos de esta estirpe de líderes civiles que supieron tener sentido de país y cuya dedicación a la causa pública privó a buscar el éxito en otras áreas de su vida.

Si hacer un partido, en el sentido exigente de su definición, fuera sencillo el CNE no se diera abasto para certificarlos. Es el valor que conservan cuatro hombres cuya principal obra de vida fue la de haber sido fundadores de una organización política: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jóvito Villalba y Gustavo Machado. A cada uno de ellos pueden señalárseles defectos, pueden ser objetos de fundamentadas críticas por una u otra actuación, pero nadie puede negarles su participación en un esfuerzo, siempre con el mismo fin a pesar de sus momentos con posiciones contrapuestas, de trabajar por una Venezuela donde se viviera mejor. Y en cierto modo lo tuvimos durante más de tres décadas.

Ahora tenemos una presencia dominante de nuevas generaciones en la escena política. Quizá les falta rodaje práctico, pero poseen una preparación competitiva con el resto de las élites que en otros sectores marcan el rumbo para transitar de un país destruido a una sociedad de primer mundo.

Este nuevo liderazgo político, de militantes e independientes, gira en torno a la MUD y su desempeño será crucial para recortar los tiempos de la reconstrucción. Tiene muchos desafíos por delante. Primero, trabajar por consolidar un equipo dirigente plural, saltándose la tentación de regresar a un líder único. Segundo, formular las bases de un entendimiento plural para gobernar desde la transición a una nueva época de progreso con el mercado como motor y una integración social solidaria como palanca. Lo demás les tocará inventarlo. Pero puede afirmarse con orgullo que han demostrado que tienen con qué.

@garciasim

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