Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

domingo, 5 de julio de 2015

¿Habrá unidad en la oposición? Simón García

La presión por la unidad es fuerte y persistente. La mayoría la quiere, incluso muchos de quienes aún no han tomado una decisión sobre la opción a respaldar en las parlamentarias. La alianza electoral perfecta es un avance importante. Pero es una parte de toda la unidad que es necesaria para ganar.

El diablo perdió la partida. Hasta en sus pequeños detalles se resolvieron casi todas las diferencias en materia de candidatos. Algunas individualidades no salieron contentas y, probablemente, se inscriban como candidatos. Pero los candidatos de la MUD, asociados a una opción plural y alternativa, son la unidad.

Afortunadamente, está aumentando la conciencia de que diciembre no es solo una batalla para ganar unas elecciones, sino un paso clave para recobrar un país. Enfocada así, la unidad de la MUD tiene la posibilidad de convertirse en asunto de interés público, incluso abarcando demandas y planteamientos de sectores que provienen del oficialismo.

Mientras tanto, Maduro y su cúpula de privilegiados viven tan radicalmente alejados de las calamidades de la mayoría que son percibidos como algo extraño a los intereses populares y un obstáculo para el desarrollo del país. Su capacidad destructiva es tan potente que están acabando con la narrativa chavista, y sembrando decepción en unas filas que ya duda en mantener sus apoyos.

El aislamiento es constante. El Gobernador del Táchira señaló, el 2 de julio en declaraciones de prensa, que los 93.400 votantes en ese estado representaba 14% del total nacional. Si se sacan las cuentas se apreciará la magnitud del golpe que ha recibido la cúpula roja. Se imaginan el 6D y el escalofrío es inevitable.

El gobierno, con el inmenso poder del Estado venezolano intentará estimular la abstención, dividir a la oposición, favorecer terceras vías, inhabilitar candidatos, anular la tarjeta única, y cuanta provocación pueda afectar las posibilidades de triunfo. Pero nada de lo que haga podrá detener un cambio que es exigido también por los propios seguidores del gobierno.

En diciembre, este régimen será electoralmente derrotado y habrá una nueva mayoría en la Asamblea Nacional, que deberá actuar atendiendo los intereses del país y no el provecho parcial de los ganadores. La unidad de la oposición cederá su lugar a la de todos los venezolanos, respetando el derecho de las minorías.

La MUD debería poner el debate sobre la definición y el contenido de los cambios en manos de la gente. A fin de cuentas ella es la que no encuentra manera para estirar sus ingresos, la que quiere asegurarle educación a sus hijos, la que busca cómo resistir a la inflación y la que tiene que hacer varias de vaquero para sobrevivir a una delincuencia que le ganó al gobierno en ciertos espacios y le arrebató el monopolio de las armas.

La campaña es la crisis, el medio es la calle, el fin es el cambio. La misión es meter en la campaña una nueva cultura cívica. El objetivo es la unión, una meta que no puede supeditarse al interés de contarse ni a seguir la línea de diferenciaciones para capturar a la oposición que es crítica a la MUD. A Voluntad Popular, un componente de alto valor para el futuro del país, le llegó su momento de ser o no ser. La tarjeta única es la cuestión.

@garciasim

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