Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

viernes, 6 de marzo de 2015

¿Quiénes son los golpistas confesos? Por Jorge Sánchez Meleán / Economista

Un golpe de Estado para M. Ossorio es un movimiento subversivo para “desplazar por la violencia a las personas que legítimamente ejercen el poder y suspender el funcionamiento normal de la Constitución”. Asimismo, para otro tratadista español, N. Pérez Serrano, también hay que considerar golpe de Estado a todo “suceso político que modifica violenta, brusca e ilegalmente el régimen jurídico establecido y cuyo agente no es el pueblo, sino la autoridad depositaria del poder”. Para el autor “se produce un movimiento de origen no popular (…) en el que el propio jefe de Estado o autoridades supremas y caracterizadas por él se apartan de la legalidad y alteran perentoriamente las instituciones fundamentales”.

Al analizar estos dos tipos de golpes de Estado y reflexionar sobre la historia reciente del país, tendremos que llegar a la conclusión de que si algún régimen no tiene autoridad moral para tildar de golpistas a quienes se le oponen, es el que hoy representa Nicolás Maduro. Quienes hoy detentan el poder hicieron su aparición en la vida pública con un golpe militar cruento y fracasado el 4 de febrero de 1992.

Posteriormente, gracias a la democracia que hoy desconocen, han venido dando otro golpe de Estado contra la Constitución para monopolizar y conservar eternamente el poder

Han acabado con el Estado federal descentralizado, con separación de poderes y pluralismo político, para sustituirlo por un Estado comunal unitario y centralizado, en nombre de un inexistente “poder popular”.

Han derogado de hecho la Constitución para sustituirla por el denominado Plan de la Patria 2013-2019. Todo esto es un golpismo avanzado, sutil, que va más allá de las técnicas asomadas por C. Malaparte.

¿Tienen entonces estos golpistas, que utilizaron antes la fuerza y ahora nos amenazan con ella, autoridad para rasgarse las vestiduras inventando golpes de Estado por doquier? ¿Es que acaso los golpes dados por ellos son buenos y los que ahora inventan son malos? No, todo golpe de Estado es malo y debe rechazarse, especialmente este golpe seco y continuado contra la Constitución vigente en marcha desde el 2006.

¿Quiénes son entonces los únicos golpistas confesos de la Venezuela de hoy? Los que en 1992 dieron un golpe militar y hoy siguen dando otro desde el Gobierno contra el orden republicano en busca de una autocracia socialista que está destruyendo al país.

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