Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 5 de marzo de 2015

Impacto fiscal de la caída de los precios del petróleo en A. Latina y el Caribe - Robert Rennhack y Fabián Valencia

El colapso de los precios internacionales del petróleo —de US$105 a alrededor de US$50 el barril desde mediados de 2014— ha sido una bonanza para los países que lo importan y ha planteados retos para los países que lo exportan.

En general, los importadores de petróleo gozarán de un crecimiento más rápido, menor inflación y posiciones externas más sólidas, y la mayoría escapará a presiones fiscales significativas. Los países exportadores de petróleo tenderán a experimentar una desaceleración del crecimiento y un debilitamiento del saldo de la cuenta corriente externa, y algunos se verán sometidos a presiones fiscales, dado que muchos dependen de ingresos directos vinculados al petróleo. Un caso destacado es el de Venezuela, que ya sufría graves desequilibrios económicos antes de que los precios del petróleo comenzaran a caer, y ahora se encuentra en una situación aún más precaria.

Una nueva realidad. Para adaptarse a este nuevo entorno mundial, muchos países están permitiendo que la caída de los precios internacionales del petróleo se traduzca en un abaratamiento de los costos energéticos internos. Esto aumenta el ingreso disponible de los consumidores y las empresas, ya que bajan los precios del transporte y la electricidad. Esta política respalda el crecimiento y alivia las presiones inflacionarias. También contribuye a estabilizar el saldo de la cuenta corriente externa al estimular la demanda de importaciones no petroleras, lo cual puede compensar en parte la disminución de las importaciones petroleras. En América Latina y el Caribe, según nuestras estimaciones, 60% de estos países —tal como en el caso de Barbados, Costa Rica y Guatemala— permitirán que la caída de los precios internacionales de los combustibles se trasladen completamente a los precios internos para fines de 2015, en tanto que menos del 30% impedirán hasta el más mínimo traslado.

Para los países que aún no lo han hecho, la baja de los precios del petróleo representa una buena oportunidad para eliminar subsidios mal focalizados y establecer mecanismos de fijación de precios que hagan posible un ajuste automático de los precios internos ante variaciones de los precios internacionales de los combustibles.

Arma de doble filo: El impacto en los saldos fiscales. Para los importadores netos, los precios internacionales del petróleo pueden influir en los saldos fiscales de distintas maneras que podrían terminar compensándose. La recaudación por impuestos sobre las importaciones petroleras (tanto los impuestos sobre el valor agregado como los derechos de importación ad valorem) probablemente disminuya, pero los subsidios a los combustibles también podrían abaratarse, especialmente si el gobierno no permite un traslado total de la baja de los precios internacionales del petróleo. Nuestro análisis nos lleva a concluir que la situación fiscal de la mayoría de los países que son importadores netos de petróleo mejoraría moderadamente gracias a la caída de los precios internacionales del petróleo. La situación fiscal de algunos de estos países se está fortaleciendo porque los gobiernos no están permitiendo que el retroceso de los precios internacionales se vea reflejado en los precios internos.

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